Way Down, la última película de Jaume Balagueró, nos trae un thriller criminal sobre un atraco imposible a uno de los sitios más impenetrables del mundo, el Banco de España. Liam Cunningham y Freddie Highmore lideran al grupo de ladrones que llega a nuestras salas de cine este viernes 12 de noviembre.
Way Down nos trae -de nuevo- un atraco «imposible» al Banco de España. No se que pasa últimamente con los atracos, pero yo personalmente ya estoy algo saturado. Desde la salida de «La Casa de Papel» no han hecho más que ponerse de moda y no paran de salir producciones dónde un atraco es el elemento principal. Por ejemplo, a principio de año teníamos un atraco «imposible» en mitad de un apocalipsis zombie en «El Ejército de los Muertos» de Zack Snyder y hace apenas dos semanas un atraco, también imposible -spoiler: es posible-, a las cajas fuertes más únicas y fortificadas jamás creadas en «Ejército de los Ladrones«. Por si fuera poco, «La Casa de Papel» aún sigue dando por saco y su nueva temporada sale a la luz el mes que viene. Aún así, había que darle una oportunidad a esta película viendo el elenco que la protagoniza, ya que a lo mejor se podía rascar algo más de este género tan machacado.
Walter, interpretado por Liam Cunningham (Juego de Tronos), rescata un cofre de monedas perteneciente a Drake de un navío español hundido dónde se encontraban las coordenadas de su tesoro perdido. Sin embargo, las autoridades españolas le requisan el botín alegando que pertenece a España y lo aseguran en la caja fuerte del Banco de España, una maniobra de la ingeniería sin precedentes. Walter formará un equipo para recuperar el cofre de las entrañas del banco más impenetrable del mundo aprovechando la final del mundial de fútbol de 2010 que ganó España.
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Esto ya lo he visto, ¿no?
Way Down -por desgracia- es una de esas películas que olvidarás al poco tiempo de verla. No es una mala película en absoluto, pero el simple hecho de utilizar un género muy explotado la obliga a destacar en otros apartados. Por ejemplo, necesitaría un guion reforzado y original que dé la sensación al espectador de que está viendo algo nuevo, pero en este caso no es así. Way Down podría denominarse la película déjà vu, ya que absolutamente todos los giros, los personajes, los decorados te sonarán de haberlos visto en alguna otra parte. Los amantes del género pueden verse atrapados en la historia, pero cualquiera que desee algo más de lo propiamente conocido encontrará Way Down un poco vacía.
La película está protagonizada por un reparto variopinto. En primer lugar tenemos a Liam, cómo he nombrado anteriormente, liderando el grupo de ladrones. No podía faltar un equipo formado por personajes definidos por sus habilidades que ya hemos visto miles de veces. En primer lugar tenemos a Lorraine, interpretada por Astrid Bergès-Frisbey (Rey Arturo), la experta carterista capaz de cambiar de identidad con una peluca. Seguimos con James, interpretado por Sam Riley, el tipo duro que siempre quiere bronca. Klaus, interpretado por Axel Stein, el hacker experto capaz de introducirse en cualquier sistema aporreando durante unos segundos las teclas de su teclado. Por último, Simon, interpretado por Luis Tosar (Los Favoritos de Midas), el extravagante experto en adquisiciones y español del grupo.
Pero aún falta el miembro más importante y sin el cuál el plan no podría llevarse a cabo, el cerebro. Thom, interpretado por Freddie Highmore (The Good Doctor), es un adolescente superdotado con un futuro brillante por delante. Sin embargo, lo deja todo para embarcarse en el atraco incentivado por Walter para resolver el misterio de la caja fuerte. Con la mente de Thom deben conseguir penetrar en la caja fuerte sin morir en el intento y evadir al jefe de seguridad del banco, Gustavo, interpretado por José Coronado (Oro), un ex militar obsesionado que les pondrá las cosas difíciles. ¿Me he dejado algún cliché?
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Podría haber sido algo más y quiere serlo
Way Down apuntaba maneras: un guion a priori «original», un elenco con estrellas, una buena fotografía, etc. En cambio nos encontramos con giros de guion que se ven llegar desde el principio y no sorprenden en absoluto, clichés y más clichés por todas partes y un grupo de actores que no logran brillar ni en conjunto ni por separado. Liam lo intenta pero no consigue remontar un personaje que desde un principio ha sido escrito únicamente para reclutar al cerebro y que por si sólo no destaca. Freddie se limita a hacer que piensa -muy fuerte- para resolver el enigma hasta que por casualidad lo consigue. Astrid es la que más me ha gustado sin duda, pero en vez de aprovecharla, la limitan a una trama secundaria amorosa con Freddie que no es interesante ni para sus propios personajes.
Todo esto provoca que Way Down pierda de alguna manera todo lo que podría llamar la atención para ver esta cinta. Además, teniendo en cuenta todos los problemas que presenta, da por hecho que gustará, ya que termina indicando que habrá una secuela con otro atraco. Pero tampoco no hay que preocuparse, si ves la película sin pretensiones y sin pensar en las multiples similitudes con otras producciones puede llegar a entretenerte. Es más, durante la película hay algunos elementos de humor que funcionan muy bien y aligeran un poco la trama. Si no tienes nada pendiente por ver -que ya te digo yo que sí- puede ser un buen plan de domingo, pero si buscas ver una película que te deje satisfecho de haber comprado tu entrada, no creo que Way Down sea esa película.