La puerta de al lado es la película en la que Daniel Brühl se estrena como director. Una comedia negra ácida que sólo va in crescendo desde el minuto uno. Sin duda un debut espectacular.

La puerta de al lado es la primera propuesta que nos ofrece Daniel Brühl como director. La película llega de tapadillo a nuestras salas de cine este viernes 19 de noviembre y seguramente no te hayas dado cuenta de su existencia hasta que has llegado aquí o cuando has consultado la cartelera de este fin de semana. Posiblemente te hayas interesado por ella desde un principio o hayas decidido «desecharla» nada más verla. Te propongo un juego. Realmente te recomiendo con creces que veas esta película, y si puede ser sin saber nada sobre ella, ya que pienso que así la sorpresa será incluso mayor. Si te atreves a hacerme caso, ves, disfruta de la película -que lo harás, te lo aseguro- y más tarde vuelve a esta crítica para comparar tu opinión con la mía o incluso dejarme algún comentario. A mí personalmente me recomendaron hacer este método con «Parásitos«, y estoy muy contento con haber tomado esa decisión en su día.

Bien, espero que la hayas disfrutado, y si no has seguido mi consejo, no te preocupes, a veces necesitamos algo más para dejarnos los «dineros». Daniel Brühl, conocido principalmente por la serie de televisión «El alienista» o por «Good bye, Lenin!«, que entró en nuestro top de mejores películas de la década 2000; nos presenta La puerta de al lado. La película sigue a un actor llamado Daniel, interpretado por Brühl, que vive en un moderno apartamento tipo loft en mitad de la ciudad de Berlín con su mujer, interpretada por Aenne Schwarz, y una niñera que se ocupa de sus dos hijos. Daniel se prepara para una audición en Londres para un supuesto papel importante en una película de superhéroes que lanzará su carrera aún más. Antes de llegar al aeropuerto, se detiene en un pub que hace esquina. Allí, un hombre misterioso llamado Bruno, interpretado por Peter Kurth, dará un vuelco a su vida en apenas unas horas.

La puerta de al lado

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Tensión que se puede cortar con un cuchillo

Brühl no duda en mostrar algo de humor autocrítico al interpretar a su personaje, ya que al igual que él, Daniel es un actor famoso que habla inglés, alemán y español. Está acostumbrado a un estilo de vida elegante y disfruta de la presencia de sus fans. Parece un hombre -casi demasiado- seguro de sí mismo, profesionalmente exitoso y consciente de su prestigio social. Bruno es el vecino de Daniel y un hombre solitario que tiene un trabajo modesto para poder sobrevivir. Su primera interacción es solo el comienzo de la tensa confrontación que surgirá dentro del pub y que tocará diferentes temas entre los que se encuentran la forma de actuar de Daniel o incluso su vida privada.

El conflicto de los dos protagonistas se desarrolla bien a lo largo de la película y oscila constantemente entre sentimientos de odio, complicidad y miedo. En sus diálogos emerge de una forma clara cómo nuestra imagen pública puede diferir significativamente de nuestra vida privada y comprobamos la posibilidad de que, en un abrir y cerrar de ojos, nuestro mundo se nos puede caer encima. Además de las geniales actuaciones, la considerable profundidad de la película surge gracias al diálogo nítido y profundo, que permite a ambos personajes crecer y experimentar su propia evolución de una manera orgánica. Todo su enfrentamiento ocurre frente a la propietaria del pub, Hilde, interpretada por Rike Eckermann, que se encarga de representar al espectador contemplando semejante escena.

La puerta de al lado

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Cómo si de una pieza teatral se tratase

La puerta de al lado es estilísticamente mucho más parecida a una obra de teatro que a una película dramática europea, pero el trabajo de cámara fluido y las distracciones constantes se encargarán de recordarte que estás en el cine y no en un teatro. El pub sirve como un escenario para albergar la pelea de los dos protagonistas y, una vez la conversación atrapa a Daniel, también servirá para representar la pesadilla a la que ha de enfrentarse. Donde su apartamento es luminoso y amplio, inspirando libertad; el pub, oscuro y pequeño, nos hará darnos cuenta del cambio profundo que va a producirse en su vida.

La dirección de Brühl es muy acertada para estar debutando y ofrece una pieza bastante convincente que sorprende sobremanera. Si has llegado hasta aquí y aún no la has visto, estás tardando, porque ya tienes plan para este fin de semana.

Reseña
La puerta de al lado
8
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Estudiante de Ingeniería Infórmatica, amante del cine y las series.
la-puerta-de-al-lado-2021-criticaDaniel es un conocido actor que una mañana deja atrás su elegante ático en Berlín, su preciosa esposa y a la niñera que cuida de sus dos hijos pequeños para volar a Londres para el casting de una película de superhéroes. De camino al aeropuerto se acerca al bar de siempre para repasar el texto y tomar un café tranquilamente sin darse cuenta de que su vecino Bruno, al que nunca antes había visto, viene siguiéndole de cerca. En el bar, Bruno comienza a conversar con Daniel en lo que queda claro que no es un encuentro casual. El vecino de la puerta de al lado tiene información íntima sobre la vida de Daniel y su familia que hace que el encuentro se convierta en una incómoda experiencia.