La temporada de Juego de Tronos sigue avanzado con paso firme, y nos adentramos ya en la cuenta a atrás de capítulos hasta su conclusión, tras esta solo quedarán dos más para conocer el desenlace de la séptima, y penúltima, temporada de Juego de Tronos.
La entrada contiene SPOILERS a mansalva
Dejada atrás la emoción alcanzada por la impresionante batalla de final del anterior episodio, nos encontramos ante un capítulo de lo que podríamos decir es un nivel medio, no será el más recordado ni el más odiado, pero ha preparado de una manera notable el final de temporada, aunque el listón en desenlaces de temporadas quedó bien alto con las cotas alcanzadas en la anterior, esperemos que cuanto menos nos produzca una sensación cercana esta séptima.
El episodio comienza inmediatamente tras el final del anterior, como era obvio, Jaime y Bronn logran escapar de la muerte ante la aplastante derrota por el ejército de Daenerys. En ese momento el Lannister se da cuenta de la distancia que hay entre ellos y la «invasora» Targaryen, y la imposibilidad de ganar la actual guerra. También Bronn vuelve a hacer gala de su avaricia, recordando que lo que le mueve es ni más ni menos que el dinero, y si llegara a darse el caso de enfrentarse de nuevo a los peligrosos dragones, deberán de dejar de contar con él, pues no es «su» guerra la que está batallando.
Tras esto cambiamos de bando, y observamos el epílogo de la batalla desde el punto de vista del ganador. Daenerys tiene ante sí a los enemigos derrotados que han sobrevivido, entre ellos los Tarly. Aquí vemos como la Madre de Dragones hace gala de su carácter, ella no viene a arrasar poniente, pero tampoco a alimentar traidores, las opciones son claras: arrodillarse o morir. Como era de esperar todo soldado vivo elige la opción de la vida, a excepción de los Tarly. Prefieren morir con honor y ser chamuscados, esto no hace más que recordar al Rey Loco y su manía por quemar a todo ser viviente. Quizás Daenerys se está acercando demasiado al carácter de su difunto padre.
Tras esto, asistimos a un nuevo teletransporte de Son Gok…Jaime Lannister. Vuelve ante su amada y hermana, intentándole abrir los ojos ante la inminente derrota total. Cosa que Cersei no ve con muy buena gana, al menos descubre la verdad tras la muerte de Joffrey, aunque quizás estaba más contenta con su verdad. Y como si de un intercambio de golpes se tratara, saltamos a Rocadragón y la llegada de Daenerys, que aparca justo al lado de Jon quien aprovecha para demostrar sus dotes de entrenador dragón, el hombre que susurraba a los dragones está aquí. Esto también lo podríamos tomar como una pista a la creciente teoría de que Jon será una de las tres cabezas de dragón, la cual parece cada vez más obvia.
Nuestro querido Bran vuelve a demostrar sus poderes como nuevo Cuervo de Tres Ojos, y nos muestra el basto ejercito de Caminantes Blancos. Intentará informar a todo el que pueda en Poniente, llegando las nuevas a Antigua, donde Sam querrá aportar su granito de arena e influenciar al Gran Maestre para que aporte su ayuda en la defensa de los caminantes. Pero el fracaso es lo que le espera, es lógico que no crearan a la primera de cambio una historia de no muertos. Sin embargo, esto hará que Sam haga su movimiento, consiguiendo la máxima información posible de La Ciudadela y marchando de nuevo al Norte para aportar su nueva sabiduría.
Ahora llegará el momento que todos veíamos venir desde el inicio de esta temporada, Sir Pagafantas Mormont vuelve a las faldas de su ama, aunque no por mucho tiempo…También asistimos a otro motivo más de peso por el que se me está haciendo soporífera la reunión entre Daenerys y Jon, mostrándonos un claro primer plano donde nos bombardean con las miradas de afecto por parte de Dany hacia Jon. Que pronto se enamoran aquí oye, además no será la última vez que nos mostraran estos descarados planos en el capítulo.
Lo que viene ahora son los dos momentos del episodio que más le han gustado a un servidor. Primero nos muestran un «pique» entre las hermanas Stark, desde luego nunca fueron las mejores hermanas, y ya en las primeras temporadas su relación no era del todo agradable, pero aquí sus verdaderos sentimientos salen a reflotar y se lanzan verdades a la cara con ánimo de hacer daño a la otra. Pero como ya he dicho son «dos» momentos, y siguiendo el paralelismo en transiciones de escenas, de hermanos va la cosa. Jaime y Tyrion se reencuentran, patrocinado por Bronn, tras el escape del enano y levantar el odio del bueno de Jaime. Muy buenos diálogos en esta parte y volvemos a ver un poco del Tyrion que nos enamoró a todos en la primera temporada.
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Pero ya que estamos en Desembarco del Rey, habrá que aprovechar, ¿no? ¿Os acordáis de aquel bastardo de Robert que lleva tanto sin salir? Pues es hora de rescatarlo, y su reaparición ha sido bastante de mi agrado, levantando un poco mi vena fanboy en el momento que enseña el arma que empuñará, una buena maza como su padre. Pero antes de marcharnos de Desembarco, atención a la estrategia que plantea Cersei, seguirle el rollo a Daenerys y su guerra contra los Caminantes para aniquilarla en el mejor momento posible, parece que Cersei va a durar mucho más de lo que todos esperábamos en un primer momento…incluso ha reprimido su odio hacia Tyrion para optar por la opción que más posibilidades le dará de alcanzar la victoria.
Y en un tiempo récord, y tras un teletransporte más, Davos, Tyrion y Gendry vuelven a Rocadragón. Además aquí comienza a tomar forma el grupo que irá en la caza de algún Caminante Blanco para usarlo como prueba y convencer a los diferentes bandos de Poniente. De momento formado por el bastardo Stark y el bastardo Baratheon (¡Bastardos, unidos, jamás serán vencidos!).
En este episodio, tomará un poco más de protagonismo uno de los olvidados de esta temporada. Me refiero a Meñique, que parece tener a todo Invernalia en el lugar del tablero que él desea, y se huele una conspiración para enfrentar seriamente a las hermanas Stark. Cuanto menos intrigante saber que trama Meñique. Y para terminar la mayor sorpresa de este capítulo, ¡El Perro ha vuelto! Y se termina de confeccionar el «escuadron caza-caminantes». La Hermandad sin Estandarte, El Perro, Jon, Gendry, Jorah y Tormund serán los encargados de traer las pruebas que refuten la existencia del enemigo de los vivos.
Como mencioné al principio, un capítulo muy decente que parece prepararnos para al menos el último episodio de la temporada. No tenemos una impresionante batalla como en el anterior pero sí diálogos a la altura de Juego de Tronos, eso sí, el encuentro Jon-Daenerys no ha hecho más que decepcionarme, y el rápido desarrollo de la relación entre ellos, cuando han tenido contadas interacciones, no hace más que disgustarme más.
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