Llegamos al ecuador de la séptima temporada de Juego de Tronos con este tercer capítulo (constará solo de siete), que cuenta con uno de los momentos más esperados por los fans. ¿Cumplirá las expectativas?
La entrada contiene SPOILERS a mansalva
Esta vez nos plantean un episodio especialmente centrado en la guerra Cersei-Daenerys, con algún que otro protagonismo de los Stark (bastardo incluido) y de los personajes que se encuentran en la Ciudadela (Sam y Mormont). Además, empieza con uno de los momentos más esperados por cualquier amante de la serie o de la saga literaria Canción de Hielo y Fuego, el encuentro entre Jon y Daenerys. Teniendo esto, nada podría salir mal, ¿no? O quizás sí…
Antes de empezar, si tuviera que definir la sensación que me ha dejado este capítulo con una sola palabra diría «decepcionante», sin lugar a dudas. De aquí en adelante explicaré el por qué, pero quería dejar claro desde el primer momento que no será una review positiva esta vez, no en su mayoría al menos.
La justicia de la Reina empieza bien, todo hay que decirlo, empieza muy bien. No se andan con rodeos y comienza con la reunión que todos estábamos esperando y se nos viene anticipando desde el primer episodio, Jon por fin está ante Daenerys. El encuentro comienza con una presentación bastante graciosa, donde la larguísima lista de títulos de la Madre de Dragones, opaca al pobre bastardo y su «Jon Nieve, el Rey en el Norte». A partir de ahí empieza el tira y afloja entre los dos personajes, y el hype sufre un K.O. conforme avanza el episodio.
Me ha dado la impresión de haber una química nula, entre dos personajes llamados a ser los más importantes de la serie, son el Hielo y el Fuego después de todo. Es cierto, que es destacable que ninguno dejara de ser fiel a sus objetivos y sus personalidades en el encuentro con el otro, pero esperaba algo mucho más impactante y digno de recordar. He pasado más frío entre esos diálogos que con cualquier viaje a la mas helada Invernalia, ni dejos al nivel de lo esperado en una serie como Juego de Tronos, y esto ve mucho más claro en algo que vendrá después y empieza por Jaime y acaba por Olenna. Al final Jon obtiene su objetivo y en otra fría conversación con la Khaleesi consigue que le dejen extraer el vidriagón, because Tyrion, personaje que por cierto lleva contadas temporadas siendo desaprovechado.
Ahora damos el salto al otro bando y vemos como Euron lleva sus «regalos» a Cersei, consumando el bando a derrocar para conquistar el Trono de Hierro. He de decir, que yo pensaba que solo entregaría a Asha y Ellaria, como principales estandartes de dos de las facciones que apoyan a Daenerys, pero no, guarda también la vida de una de las Serpientes de Arena e hija de Ellaria, y todo esto tiene un motivo. Con la madre y la hija en sus manos, Cersei puede cumplir con su justicia y darnos una venganza digna de Juego de Tronos. Una celda, la madre en un lado encadenada, la hija enfrente apresada también; todos recordamos como murió Myrcella, y Cersei desde luego no lo ha olvidado. La escena se desarrolla con Cersei contando su brillante venganza con una leve melodía de fondo, hasta que al final de la escena actúa envenenando a la hija de Ellaria y revelándole que se quedará ahí hasta ver como muere su hija y su cuerpo queda putrefacto, en ese momento la música toma protagonismo junto con la escena y nos deja un fotograma final con madre e hija intentando abrazarse pero imposibilitadas por las cadenas, una joya de escena.
Pero como ya dije al principio, los Stark también tienen parte de protagonismo en este episodio. Asistimos a los primeros pasos de Sansa como regente de Invernalia y al encuentro con su hermano Bran. La reunión Jon-Daenerys me ha parecido decepcionante, pero al menos ha habido alguna cosa destacable de ella, pero este encuentro entre hermanos roza el ridículo. No se si seré yo, pero Bran me ha parecido mal actuado y con unos diálogos estúpidos, a lo que Sansa no ayuda, acompañando la reunión con su hermano tras tanto tiempo asintiendo con la cabeza y comiéndose sin explicación alguna las chorradas que le acabo de soltar, casi parece que no se alegra de verlo.
Tras esto, descubrimos lo que era obvio y Jorah Mormont se recupera de la psoriagrís. The King of Pagafantas vuelve con su reina. En esta parte hay una frase que me ha parecido bastante rídicula, llegando al chiste, el maestre que está con Sam le cuenta que le prohibió tratar a Mormont porque era muy peligroso y muchos maestres antes que él, expertos en las artes habían fracasado, pero el joven Tarly, pese a no tener ninguna experiencia salió exitoso, ¿cómo? El bueno de Sam responde a esto con «leí los libros y seguí las instrucciones», y ya está, con dos cojones. Sam acaba de encontrar la cura a la psoriagrís, si señor, basta con leer y seguir las instrucciones, estos maestres…
Pero pasemos al culmen del capítulo, otra batalla, o batallas, o ninguna quizás. Me explico, tenemos dos batallas, una que ya conocíamos, la batalla por Roca Casterley, y otro «plan maestro» del bando de Cersei, donde acaban con el aliado que queda del bando enemigo, los Tyrell, se quedan con todo su oro y Euron junto con sus barcos reconquistaría Roca Casterley. La primera es contada con una especie de flashforward, donde primero nos muestran que pasaría más o menos si hicieran lo obvio, pero luego Tyrion nos cuenta su brillante estrategia y vemos la batalla real y como entran por la cloaca, abren la puerta de la fortaleza y…se acabó. Una cosa es no tener ritmo lento para la serie y otra es eliminar batallas como se hacía al comienzo de la serie. Pero además te lo ponen por partida doble, porque los Lannister no están ni mucho menos protegiendo Roca Casterley, si no que van contra los Tyrell, vemos su impresionante ejército acercándose a la fortaleza enemiga y…se acabó.
Tal y como la batalla del anterior episodio fue un final tremendo y seguramente elevara mi visión global del capítulo en alza, ésta ha hecho todo lo contrario y ha clavado la puntilla que faltaba. Pero al menos, aun con estas dos batallas pasadas sin pena ni gloria, vemos un atisbo de calidad en sus momentos finales.
Jaime y Olenna se encuentran y empiezan contándonos la estrategia cual Nolan paso por paso y bien mascadito por si no te has enterado, vale esto me disgusta porque dura más la explicación que la batalla en sí pero no lo tendré muy en cuenta, luego tenemos un intercambio de palabras entre estos dos personajes, hiriente como un cuchillo, esto sí son diálogos made in Juego de Tronos y no el Jon-Daenerys. Además, la «buena» de Olenna revela en sus últimos momentos, después de que Jaime le otorgara una muerte indolora en contraposición con su hermana, que ella fue quien envenenó a Joffrey y que desea que lo sepa Cersei. El Matarreyes, sabiendo que tiene delante a la asesina de hijo, se mantiene firme y decide concederle esa muerte sin sufrimiento, aun sabiendo que podría hacerla sufrir hasta que se arrepintiera de lo que ha hecho. Es increíble lo que ha evolucionado este personaje y junto a Sansa se han vuelto dos de mis preferidos, aun cuando los odiaba al comienzo.
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Como conclusión final, me parece el peor capítulo de lo que llevamos de temporada con diferencia. Es obvio que desde sus últimas temporadas el nivel narrativo de Juego de Tronos ha bajado, pero lo acababa sustentando con una gran mejoría en su apartado técnico y manteniendo cierto nivel en lo narrativo, o incluso dando destellos de calidad como al comienzo. Pero este episodio no lo salva ni el encuentro Jon-Daenerys, de hecho más bien lo contrario, esto debería ser un suceso tan recordado como la muerte de Ned Stark o Joffrey, el nacimiento de los dragones, la boda roja, etc, etc. Por mi parte ha sido bastante olvidable, y lo recordaré más por lo negativo del momento. Espero que La justicia de la Reina sea tan solo un bache en el camino de esta séptima temporada y uno una porción mas de una empinada cuesta abajo. Por último os espero en los comentarios, aunque acabe de saltar a los dragones.