Tras una semana turbulenta para Juego de Tronos, donde HBO ha sufrido un cibertaque filtrando información de la serie y para más inri este mismo episodio fue filtrado días antes de su estreno. Aquí nos alejamos de estas polémicas e iremos a lo que nos atañe, ¿qué tal ha estado el cuarto capítulo de Juego de tronos?
La entrada contiene SPOILERS a mansalva
Juego de Tronos levanta la cabeza bien alto, tras el que para mí fue su peor episodio de la temporada, con diferencia. La calma vuelve a la serie y recupera el nivel que tuvieron sus dos primeros capítulos, para muchos seguramente sea el mejor de lo que llevamos, para un servidor se situaría en la segunda posición, aunque muy de cerca de lo que me parece, al menos de momento, el culmen de la temporada, su primer episodio.
El comienzo de Botín de guerra nos sitúa tras el final de lo visto anteriormente, Jaime y el ejército Lannister parten de Altojardín tras conquistarlo y conseguir el oro que necesitaban como agua de mayo. Con esta jugada Cersei no solo acaba con uno de los apoyos de Daenerys, además logra poner de su parte al Banco de Hierro, al menos cuando llegue el oro de Altojardín, como así le hace recordar el pretencioso banquero. Diálogos de nivel en estos compases iniciales.
Dejamos los hermanos Lannister atrás y partimos hacia el Norte. Allí observamos como Bran ha dejado atrás su «ser» y es totalmente el Cuervo de Tres Ojos, he de decir que Bran nunca me gustó como personaje, pero ahora me gusta aun menos, sus escenas suelen ser las más odiadas por mi parte en cada capítulo y pienso que su evolución no ha sido tan bien llevado como otros personajes cercanos a él, sin ir más lejos sus hermanas Sansa y Arya. Esta última se ha lucido en el episodio, por fin ha vuelto a Invernalia junto a sus hermanos, y ha demostrado sus habilidades en un apasionante combate contra Brienne de Tarth. Relevante de esta parte también me ha parecido la entrega del cuchillo de acero valyrio por parte de Bran (como te odio) a su hermana Arya, un arma que le vendrá a la perfección en batallas venideras.
Pasamos ahora al último «Stark» que nos queda por ver. Jon ha encontrado el yacimiento de vidriagón, pero lo mas importante es que se nota un «acercamiento» entre él y Daenerys, quizás demasiado forzado. Jon el arqueólogo convence con su labia sideral a Daenerys de que unos símbolos que encuentra fueron hechos por los Hijos del Bosque, y le incita a pelear juntos como hicieron antaño para combatir a la Larga Noche. Daenerys acepta, fácilmente, pero antes el Rey en el Norte debe arrodillarse. Sin lugar a dudas, lo mejor de este largo encuentro es la batalla de egos de ambos protagonistas, veremos a donde nos lleva, ¿Jon arrodillado? ¿Un futuro casamiento?
También llegan las nuevas de la derrota de Altojardín y el peligro de muerte que corre el ejercito de Inmaculados en Roca Casterly, aislados de Daenerys y a la espera, muy probablemente, de la muerte. Tyrion ha fracasado totalmente como estratega, con lo que tú fuiste en tus tiempos mozos. Pero aquí viene la cima del capítulo, y probablemente el mejor momento de lo que llevamos de temporada. Bueno, antes, Theon y Jon se encuentran, este último aun guarda odio hacia el Greyjoy, pero por su ayuda prestada a Sansa se contendrá, al menos de momento. Pero dejémonos de Hediondos y bastardos y pasemos a lo que de verdad importa, Daenerys ha movido ficha, y de qué manera.
El fuego ha llegado al campo de batalla, Daenerys y su dragón junto con el ejército dothraki interceptan al grupo de Jaime y los suyos, Dracarys para todos. Épico no, lo siguiente, es la palabra que mejor define a la batalla que nos atañe, ha llevado en alzas el capítulo como si del propio dragón de Daenerys se tratara. La locura y el terror se desatan en esta masacre Targaryen, Cersei no lo podía tener tan fácil.
Tres principales protagonistas en el campo de batalla, Daenerys, Jaime y Bronn. A resaltar este último, que casi da caza él solito a un dragón con la ballesta que ya nos enseñaron, descanse en paz ballesta matadragones…y no vuelvas por favor, quiero otro recurso menos simple para combatir a estos tanques con alas. Magnífica la dirección de la serie en este punto, nada que ver con los engaños del anterior capítulo; con un final de infarto donde parecía que tanto Jaime como Daenerys podían morir, que sí que estaba claro que no, pero la tensión de ese momento es digna de alabar. Una vez más interviene Bronn y salva a Jaime en el último momento y cae hundido en el río, gran papel también de Jaime dando la cara como buen caballero. Ahora sí que hay hype por el siguiente episodio.
En este punto y seguido me gustaría comentar dos cosas, una positiva y otra negativa. Empezando con la positiva, mi enhorabuena a los efectos especiales de la serie, han mejorado mucho desde sus primeras temporadas, también algo lógico debido al aumento de presupuesto, el dragón ha estado magnífico toda la batalla, cosa que quizás me sorprende un poco ya que en la sexta temporada hubo momentos donde los dragones no llegaban de convencerme del todo su acabado, ahora me han conquistado.
La negativa es algo que no es nuevo en Juego de Tronos, la serie digamos que no lleva el mejor control de tiempo y espacio que se haya visto en televisión, pero en esta temporada con tantas idas y venidas por poniente está llegando al descaro. Rocadragón parece estar a veinte minutos de mi casa, cualquiera llega allí en dos fotogramas y de allí parte a su destino en otros dos. Un tanto extraño que los Inmaculados llegara a Roca Casterly, rodeando medio componente, mucho antes que Arya a Invernalia. O este batalla mismamente, Daenerys y su ejército parece que estaban a 5 minutos del ejército Lannister. Quizás sea un simple detalle, pero es un detalle que resta puntos a la serie junto con otros y la alejan de la obra maestra que muchos definen que es.
Esta vez terminaré con algo que considero más bien una reflexión. Ya las dos últimas temporadas venían anticipando hacia donde se dirigía el devenir de la serie, alejada de la batuta de Martin, pero en esta séptima se ha confirmado. Tenemos un Juego de Tronos más «simplificado» en pro del espectáculo. Con una dirección y unos efectos de más nivel sí, pero diálogos de menor calibre y una trama más simple plagada de deus ex machina. Quizás esto no sea solo culpa de los guionistas y es algo que reclame la serie, a la llegada de los libros saldremos de dudas, pues finalmente en la batalla contra los Caminantes poco tendrá que hacer la política y las traiciones que han hecho grande a esta serie. Estamos viendo como los intercambios de inquina están siendo sustituidos por batallas espectaculares. ¿Es esto malo? En absoluto, es simplemente la opinión de un servidor y mi reclamo hacia una serie que prometía ganarse el Olimpo de mis gustos audiovisuales. Aun así, yo creo que podemos exigirle algo más y que sean capaces de encontrar el equilibrio entre la «vieja» y «nueva» Juego de Tronos, al menos hasta la llegada de los Caminantes.
Review de Juego de Tronos 7×01: Rocadragón