La línea invisible es la nueva apuesta del catálogo de Movistar+, y en ella veremos la historia que rodeó al primer asesinato de la banda terrorista ETA.
La línea invisible se compone de 6 episodios de 50 minutos que se estrenarán el día 8 de abril en la plataforma de Movistar. Además, se ha anunciado que los dos primeros capítulos estarán disponibles de forma gratuita en YouTube el día del estreno a las 22:00, para tratar de atraer a más público.
Basada, lo más fielmente posible, en la historia real, la serie, ambientada alrededor de 1968, nos narrará la vida de Txabi Etxebarrieta, un estudiante y profesor de Universidad que, a través de su hermano, comienza a acercarse cada vez más a la organización terrorista. Escalando en la dirección de la misma, llega a cruzar esa «línea invisible», que da nombre a la serie, al matar a un guardia civil, la primera víctima de ETA que marcaría un antes y un después en la forma de actuar de la organización.
En la ficción contamos con Àlex Monner (Vivir sin permiso, Pulseras rojas) en el papel de Txabi, Enric Auquer (Quien a hierro mata, Vida perfecta) como su hermano Jose, Anna Castillo (Paquita Salas , Estoy vivo) como Txiki y Patrick Criado (1898 , El ministerio del tiempo) como Txema, entre otros. Las actuaciones no son malas, pero desde luego no destacan en especial: Incluso me atrevo a decir que en ocasiones Àlex Monner sobreactúa, pero tampoco es algo que te saque de la serie.
Una apuesta cobarde
Lo que creo que hay que resaltar es la cobardía de La línea invisible en cuanto a su nulo posicionamiento. No vemos que la ficción se ponga del lado de la guardia civil ni del lado de los integrantes de ETA, sino que su apoyo va saltando entre ambos, dando un resultado cobarde que no se atreve a condenar a los terroristas ni a justificar sus acciones (opción que hubiera sido muy arriesgada pero que hubiera dado algo más de originalidad e interés a la obra), quedando así la serie en tierra de nadie. Es por eso que aunque veamos revueltas obreras no somos testigos de ningún tipo de explotación laboral, y aunque se hable de privaciones de libertad al pueblo vasco pero no vemos ninguna que justifique las decisiones de los protagonistas.
Es este, quizá, el mayor inconveniente que tiene la serie. Por lo demás, es una buena ficción como a las que Movistar nos tiene ya acostumbrados. Los episodios van en ascenso hasta un quinto episodio muy destacable tanto en dirección como en guion, y del que también hay que señalar la gran actuación de Xóan Fórneas (Acacias 38) quien interpreta a esa primera víctima de ETA que fue José Antonio Pardines.
En resumen, La línea invisible es una serie bastante correcta pero que se ve lastrada por su falta de posicionamiento, lo que la convierte en una más entre muchas.