Crítica de «Vida Perfecta» (2019): ¿Esto es por la lavativa?

vida perfecta

Este viernes llega por fin a Movistar la flamante ganadora a Mejor Serie en el pasado festival de series de Cannes; creada por Leticia Dolera, Vida Perfecta nos habla de la crisis que supone hacerse mayor, no cumplir los sueños y sentirse atrapada en la propia existencia.

¿Recuerdan aquello de «It´s not tv, It´s HBO«? A día de hoy, entre tanta oferta, las plataformas tratan de desmarcarse del resto de competidores, algunas ofrecen algo más que el resto, otras ofrecen algo mejor; Movistar opta por esta segunda opción, no somos un gigante como Netflix, así que tenemos que competir de otra manera; Vida Perfecta es la manera. vida perfecta

Nos encontramos con tres mujeres, María, Cristina y Esther; todas rondan los 35, y todas sienten que su vida no es lo que esperaban, pasa el tiempo y no alcanzan aquello que querían, no alcanzan su Vida Perfecta. Artistas, dentistas o abogadas; da igual, como Rocky, no iba de boxeo; iba de lo que ocurría fuera del ring. Todo es relativo y lo único que importa es llegar donde pretendes, la vida no va de la felicidad, sino de la búsqueda de esta.

Leticia Dolera, además de creadora, ejerce de directora -los 2 primeros y los 2 últimos episodios-, productora ejecutiva, guionista -junto a Manuel Burque– y, por supuesto, coprotagonista. A través de la serie pone encima de la mesa todo aquello que, debido a su personaje público sabemos, le interesa; feminismo, identidad sexual, desmitificación de la mujer… y algunas cosas más.

Un compendio de todo ello que, sin embargo, no impide ver el bosque; la serie no trata sobre el feminismo, es feminista. No es de lo que trata, es lo que es. A día de hoy, muchos productos mediocres llegan a las pantallas o sabemos de su existencia porque se suben al carro del fenómeno social de turno; Vida Perfecta tiene en su esencia más pura aquello que nos cuenta, aquí lo relevante no es que sean mujeres, o no es al menos lo que sostiene de verdad la serie; lo hacen tres personajes, que da la casualidad que son mujeres.

Personalmente, y por tanto lo menos relevante, es lo que me interesa; en un momento en el que nos escupen a la cara los discursos morales, se agradece que alguien se despegue de eso y lo haga de verdad, de un modo genuino y real. Tengo 28 años, soy hombre; pero siento que Leticia también me habla a mí.

CRÍTICA DE «EN EL CORREDOR DE LA MUERTE»

Reseña
Vida Perfecta
8
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Soy un tipo optimista, aunque todo pueda salir mal, que lo hará, nunca pierdo el optimismo. Si tengo que decir las tres cosas que más me definen; primero y más importante, las hamburguesas me gustan sin pepinillo; segundo, los palillos redondos, nunca planos; y tercero, mi madre dice que soy el hijo perdido de Jack Burton... y que nací en Ciudad Esmeralda.
critica-de-vida-perfecta-2019Serie de 8 episodios que se adentra en la vida de tres mujeres que rondan los 40 años y que están en plena crisis existencial. La primera de ellas es María (Leticia Dolera), una dentista con un plan de vida diseñado al milímetro, una mujer muy calculadora y planificadora pero que, cuando está a punto de ejecutar ese plan, su plan se va al traste y entonces decide dejarse llevar y comete una locura con consecuencias. La segunda es la hermana de María, Esther (Aixa Villagrán), una pintora que hasta el momento no ha logrado vivir de su arte. Es una mujer muy divertida, carismática y hedonista, que no tiene miedo a que le juzguen, pero que se ha quedado en la adolescencia y no acaba de encontrarse. No se quiere enfrentar a que tiene ya una edad y no le están saliendo las cosas. Y por último se encuentra la amiga de ambas, Cristina (Celia Freijerio), una abogada en lo más alto de su carrera, casada y con dos hijas. que, pese a llevar la vida que siempre había soñado, se siente profundamente vacía e infeliz.