Paquita Salas fue el debut audiovisual de Javier Ambrossi y Javier Calvo, la pareja de directores-guionistas que está revolucionando el panorama español y que, además, fue la gran irrupción de Brays Sefe.
Un tiempo antes de que La Llamada sumase decenas y decenas de fans, Leiva ganase un Goya a Mejor Canción Original y, en definitiva, el círculo de Los Javis se convirtiera en un fenómeno de masas a nivel nacional; Javier Calvo y Javier Ambrossi hicieron acto de presencia en el panorama audiovisual con la atrevida Paquita Salas, una serie adquirida por Netflix -y filmada con cuatro duros– y que recogía algunos de los elementos que hicieron a La Llamada ser lo que es hoy en día. Pero, ¿quién es Paquita Salas?
Paquita Salas fue la mejor representante de actores en los 90, pero su frívolo carácter y sus cuestionables métodos la han caído en declive hasta ver su mundo tambalear, justo cuando Macarena García -hermana de Javier Ambrossi, codirector- decide dejarla en detrimento de otros representantes. Ello hará que se lance en busca de un nuevo talento para recuperar la estabilidad de su negocio y, sobre todo, personal.
Con una narración muy influenciada en el falso -y magnífico- documental de The Office y unas situaciones rocambolescas, la serie apuesta por sumergirnos dentro de la realidad del panorama audiovisual español; donde los tensos castings y las posibilidades de llevar un producto a buen puerto se combinan con los tejemanejes de los de allí arriba, donde Paquita Salas parece moverse como pez en el agua. Es por ello que la serie aglutina algunos de los elementos de una típica sitcom -duración en torno a los 20 minutos, fácil y asequible-, aderezados con otros como los ya expuestos y el estilo tan característico de Los Javis: arriesgado, valiente y sin filtros, con un mensaje de reivindicación que también se incluyó -y se incluía, en la representación teatral- en La Llamada, su -hasta ahora- obra más significativa y la causante de su espontáneo estrellato.
Paquita Salas no es una serie complicada, difícil o que requiera de un gran esfuerzo del espectador. No. Es una serie asequible que se puede visionar en el transcurso de una tarde, disfrutando de una comedia y manteniendo una sonrisa en la cara -gracias, en gran parte, a la excelente interpretación de Brays Efe–, justo como nos enseñó The Office; pero que, además, permite que tengamos una capacidad de reflexión al término de cada episodio. ¿Cuál es el problema? que esto puede jugar en su contra.
«Paquita salas es una serie asequible, que puede ser visionada por cualquier espectador».
Como ya sabréis, la serie ha sido renovada por una Segunda Temporada ya en producción, que apostará por continuar la trama y el mensaje descrito en la Primera. Esto está muy bien, pero Paquita Salas basa su narración en, al término del episodio, ofrecer un mensaje de reivindicación, fórmula que puede verse agotada cuando el mensaje no tenga más de dónde estirar. Y esto, evidentemente, puede ser un problema. ¿Solución? Proponer un cambio, pero podría devenir en una pérdida de calidad.
En definitiva, Paquita Salas es una serie asequible, que puede ser visionada ante cualquier espectador. Idónea para un fin de semana relajado y sin más pretensiones que el pasar un buen rato y, ¿por qué no? darle al coco durante unos minutos. Recomendable.