Superamos el ecuador de nuestra andadura personal en el Festival de Sitges. Esta vez traemos películas desde España, Noruega y Bélgica: Tres, The Innocents y ¿Dónde está Ana Frank?
Comenzamos esta nueva crónica del Festival de Sitges con la segunda cinta patria que ve servidor: Tres, de Juanjo Giménez y protagonizada de manera excelente por Marta Nieto. El ganador de la Palma de Oro por el cortometraje Timecode nos trae un drama con tintes fantástico (casi de origen superheroico). Juanjo nos trae un filme que realiza un ejercicio muy interesante de desincronizar imagen y sonido. Como si de una videollamada con delay se tratara nuestra protagonista percibirá con hasta un par de minutos de retraso el sonido que le llega, y nosotros con ella. Este ejercicio es muy interesante en lo formal, pero también se hace notar en lo narrativo, dejando una propuesta bastante compacta, donde todos sus campos trabajan en pos de una narrativa con sentido.
Sin entrar en demasiados spoiler, Tres vendrá acompañados de varios giros que nos hacen ver ciertas similitudes con la película que vamos a comentar a continuación, The Innocents. El noruego Eskil Vogt (Blind) llega con una cinta de «cuasi-superhéroes» de lo más interesante, con un elenco protagonista formado por cuatro niños, que son uno de los mayores pilares del filme, muy muy bien los cuatro, cada uno en el papel que le toca desempeñar. Junto a estos pequeños actores, y a través de un ritmo tranquilo, nos crea una atmósfera que poco a poco eleva la tensión y la crudeza, pudiendo moverse entre la fantasía o película de superhérores más pura al terror con suma facilidad. Una de las propuestas más interesantes del festival (y de los mejores póster).
Cerramos el día con una de las decepciones personales del Festival de Sitges, ¿Dónde está Ana Frank? del israelí Ari Folman (Vals con Bashir, The Congress). No porque la película sea mala, ni mucho menos, es una cinta muy correcta a la que es difícil sacarle algún defecto, pero quizá ese sea su mayor problema. No trae nada nuevo a lo que ya ha contado el cine sobre Ana Frank, ni siquiera es la primera en llevar el relato a la animación, actualiza un poco la historia a nuestra época con el componente fantástico que protagoniza la amiga imaginaria de Ana, Kitty, pero poco más tiene que añadir a todo lo dicho, ni siquiera en la formal destaca demasiado al margen del aguna escena contada, al fin y al cabo es Ari Folman, en algo se tendría que notar. Eso sí, muy buena cinta para poner en el colegio o para aquel que no conozco la historia (si es que queda alguien), deja un mensaje de respeto hacia las minorías que siempre es importante recordar.