Continuamos con nuestro periplo por el Festival de Sitges, volvemos con tres películas, dos por la mañana y una a última hora (necesito dormir más, lo sé). Tres películas muy interesantes: Halloween Kills, Limbo y Mad God.
Comenzamos con la nueva entrega de la saga Halloween, Michael Myers regresa en una cinta que se situa inmediatamente después de la Halloween de 2018 y que para los fans de las saga, y del slasher, será todo un disfrute. A este tipo de películas hay que saber a lo que se viene, y si le pedimos muertes y entrenemiento, Halloween Kills te lo va a saber dar. Abandona en gran parte el terror de su anterior entrega para darnos mucha más comedia (no sé si toda voluntaria pues el guion es bastante desproposito) y mucha más acción; filme para romperse las palmas aplaudiendo en el Festival de Sitges.
Del slasher más canónico pasamos a un thriller policíaco que nos llega desde Hong Kong, al mando del experimentado Soi Cheang (la trilogía The Monkey King): Limbo. Si hablamos solo de su guion tenemos un thriller super tópico, tenemos al típico asesino en serie que siempre deja una señal con la cual se le reconoce, al policía experimentado que se pasa un poco por los cojones el protocolo, el compañero que llega nuevo y es más joven pero viene de una buena escuela policial o con honores y que por supuesto es más recto que el experimentado, así como un largo etcétera de clichés que hemos podido observar. Pero amigos esto es cine, y Limbo es genial es todos los demás campos.
Tenemos una cinta sucia y degenerada, presentándonos un Hong Kong horrendo, cargado de basura y suburbios que se esconden tras una realidad ideal e irreal. Vagabundos, drogadictos o narcotraficantes serán la mayoría de personas que veremos en esta cinta. Todo este universo que huye del preciosismo lo máximo posible estará dibujado sobre una fotografía en blanco y negro genial, con altos contrastes y que contribuye muchísimo en darnos esa atmósfera sucia y desamparada. Una película cruda pero que es un gustazo de ver en pantalla grande, si la traen al cine y sois amantes de este tipo de thrillers tenéis una fija que ver.
Vamos con el filme más experimental del 54 Festival de Sitges, Mad God. De mano del (demasiado poco) conocido Phil Tippett nos llega una obra que ha tardado 30 años en poder completarse, prácticamente olvidada por su autor consiguió ver la luz en parte por la ayuda de voluntarios y el poder de kickstarter, y no se puede estar más agradecido. Es una cinta muy difícil de catalogar, pero a todo aquel que me pregunta sobre ella, aun sabiendo que seguramente no le guste, le digo lo mismo: «miratela en cuanto puedas, te puede gustar o parecer una mierda, pero estoy seguro de que no vas a ver una película igual y que no se te va a olvidar en la vida».
Y es que más allá de la comprensión que podamos obtener de Mad God, de conocer sus simbolismos, de escarbar en sus subtextos o simplemente de enterarnos un poco de qué coño va esta peli, más allá de todo eso, es una experiencia única, cargada de una imaginería de pesadilla donde cada escena por sí misma podría ser un corto independiente de terror, donde el sentido entra en un segundo plano y las meras sensaciones toman protagonismo. Esta obra que retuerce el concepto del Jardín de las Delicias del Bosco para llevarlo a un infierno ideado por un dios loco (o igual todos los son). Un filme que se abre totalmente a la interpretanción individual, pero que por encima de eso y aun sin comprender absolutamente nada, es una obra que se puede disfrutar, simplemente soltando el volante y dejándose llevar por el descenso a la locura que nos marca el señor Tippet.