The Bite ya está disponible en Movistar+. Una miniserie ambientada en el confinamiento que explora la aparición de un virus zombie. Una comedia brillante y explícita, con muchas luces y sombras, de la mano de Michelle y Robert King.

The Bite es la nueva creación de Michelle y Robert King, responsables de ‘The Good Wife’ y ‘The Good Fight’ -sí, dos series que te habrán dicho que tienes que ver-. Una sátira rodada en plena pandemia y confinamiento que resulta ser una mezcla de comedia, drama y terror -por ese orden-. La serie nos cuenta cómo Rachel, interpretada por Audra McDonald (The Good Fight), descubre a través de un paciente suyo que no sólo tienen que preocuparse del Covid, sino de un nuevo virus que transforma a las personas en zombies. Junto a su vecina de arriba Lily, interpretada por Taylor Schilling (Orange Is The New Black), se enfrascan en una carrera contrarreloj para descubrir la cura.

La serie, aunque tiene algunos detalles que la perjudican, es un producto fresco y brillante que te engancha desde el primer momento. Tal vez el hecho de que trate con temas ‘actuales’ y que se desarrolle en un escenario conocido para el espectador -el hogar en el confinamiento, la llamadas de zoom, etc- despierte en él una nostalgia que la hará más interesante. Y, para que engañarnos, siempre es interesante un apocalipsis zombie y más si ocurre en el confinamiento que vivimos hace poco más de un año.

The Bite

Ver ahora THE BITE en MOVISTAR+

Buena comedia, malos efectos

Si hablamos de que es una serie con luces y sombras, es porque así se trata. La comedia es muy buena en algunos puntos y desarrolla una ideas, a veces rozando la exageración, creativas y llenas de doble sentido. Esto es un buen punto a favor, ya que la serie se hace amena e invita a seguir viéndola capítulo tras capítulo. Lo que también invita a seguir -y mucho- son las actuaciones, destacando sobre todo a Taylor, que realiza un personaje que debe pasar por varias crisis momentáneas de personalidad y que aporta un realismo y naturalidad dignos de mención.

Pero no todo podía ser bueno, ya que hay que explorar las sombras. La serie, cómo algunas otras, se grabó en pleno confinamiento y restricciones debido a la pandemia. Esto repercute directamente a la serie en algunos puntos y plantea la siguiente idea: ¿Por qué no esperar y grabar las cosas cómo Dios manda? La serie hace uso de varios efectos de ordenador -CGI- para las mordeduras, salpicaduras de sangre, etc. Así como usa algunos efectos prácticos para simular partes del cuerpo y demás. Pues bien todo esto no está bien, es más, está bastante mal. Los efectos de ordenador parecen sin terminar, ya que saltan a la vista que son ‘falsos’, y los efectos prácticos parecen sacados de la tienda de la esquina que vende cosas de Halloween. Esto es debido a la falta de recursos que estaba presente en eso momento debido a las restricciones.

Estos ‘problemas’ presentes saltan a la vista y te sacan alguna vez de la serie, haciendo de ella en algunos momentos un producto de serie B. Pero a pesar de esas sombras ‘oscuras’, la serie logra destacar por encima de ellas y funciona.

The Bite

Crítica de KINGDOM, por si los zombies te han sabido a poco

Cumple su cometido

Así es, a pesar de los pésimos efectos en algún momento, la serie logra cumplir y crea una comedia amena, entretenida y original. Y la cosa es así, sí logras evadirte de los problemas que presenta, te aseguro disfrutarás de ella. Es más, incluso los efectos prácticos cutres también son un recurso cómico que te sacarán alguna sonrisa. Aprovecha ahora que se aproxima Halloween y disfrútala con unas buenas palomitas.

Reseña
The Bite
7
Artículo anteriorCrítica de ‘Halloween Kills’ (2021): Así se hace la secuela de un slasher
Artículo siguienteRepaso a la taquilla: Dune sigue viva
Estudiante de Ingeniería Infórmatica, amante del cine y las series.
the-bite-2021-movistarRachel (Audra McDonald) y Lily (Taylor Schilling) son dos vecinas de un barrio de Nueva York que sobreviven al confinamiento por la pandemia del Covid-19. Rachel es médico y atiende a sus peculiares pacientes por videoconferencia, al tiempo que intenta superar una crisis con su marido, Zach, que trabaja en un Centro para el Control de Enfermedades. Lily, la vecina de arriba, se gana la vida con sesiones de BDSM y debe convencer a sus clientes de que sus habilidades son tan válidas a través de la pantalla como en persona, mientras espera convertirse en una autora de éxito escribiendo sus vivencias. Cuando una extraña y mortal variante del virus se extiende de forma inesperada, ambas se ven luchando por su supervivencia a otro nivel. Sin salir de casa, eso sí.