Fauces de la noche se estrena este miércoles de finales de octubre en Netflix. Nueva revisión del mito vampírico, entramos ya en la antesala de Halloween con un monstruo clásico modernizado.
Fauces de la noche se sitúa en una ciudad de Los Ángeles en la que vampiros y humanos hace años que viven en relativa paz y armonía, con tregua firmada de por medio. La película se desarrolla prácticamente en una noche. Benny va a hacer el turno de noche como chófer de su hermanastro Jay, a quien un capo vampiro le ha secuestrado a su novia tras un pequeño despiste. Benny pasará la noche transportando a dos bellas jovencitas más peligrosas de lo que parecen.



No sé muy por dónde empezar, iré al meollo… No me ha gustado. Diré también que es una peli simpática… Simpática en el sentido de como cuando te hablan de alguien y no te saben decir más que eso. Ni un es una persona ingeniosa, o divertida, es un bellezón, ni tan siquiera te cuentan que tiene buena conversación. Y es que Fauces de la Noche no es que sea mala de no poder verla, al contrario es una película que se ve fácil y a la que se le nota un buen presupuesto, pero es un poco como ir a ver a tus primos de Murcia, no son muy agraciados, pero te echas unas risas con ellos de cervezas.
Iba con esperanzas pues había visto un par de trabajos anteriores de su director Adam Randall y me habían parecido cuanto menos curiosas. Hablo de Te Veo (2019), una buena cinta de terror, con excelente fotografía e ingeniosos giros de guion, y The iBoy (2017), con una sugerente premisa de ciencia ficción, a mi entender bastante bien aprovechada. Sí que es cierto que los diálogos no son su fuerte, y con esta Fauces de la Noche no se redime en ese aspecto en absoluto, más bien se hace más patente esta carencia.
En el prólogo ya podemos discernir que lo que nos van a ofrecer es algo que ya hemos visto otras veces. Nos hablan de vampiros que coexisten con humanos con ciertas reglas que no les permiten beber sangre de personas que no haya accedido previamente. Esperamos ver un Underworld o producto similar, pero nada más alejado de la realidad porque la película se convierte en una de mafias con varias familias luchando por el poder, mientras asistimos a uno de los romances más simplones y por ratos, bastantes ratos, empalagosos.



En el terreno actoral no tenemos tampoco un producto que destaque. El trío protagonista no funciona mal del todo, si pudiéramos eliminar del metraje los momentos más pastelosos, diría que incluso hacen un gran trío con mucha química. Raúl Castillo, el actor que encarna al hermanastro de Benny no parece ni actor profesional directamente.
El jefe vampiro principal, Víctor, lo interpreta Alfie Allen, más conocido por Hediondo, o si lo prefieren Theon Greyjoy de Juego de Tronos. Nunca me ha parecido buen actor, pero he de admitir que ese papel de miedoso, retraído, le quedaba bastante bien. No he podido verlo salir de ese personaje, lo siento mucho, pero me ha parecido nefasto, casi ridícula su interpretación. A modo de anécdota hacen cameo algunos actores como Megan Fox o Sydney Sweeney, una actriz que está en boga últimamente por sus papeles en Euphoria, The White Lotus y The Voyeurs.



Así pues, esta Fauces de la Noche no es más que una película de mafias y romance adolescente bastante flojita, pero que al menos no aburre, aunque si hubieran recortado un poco de metraje, seguramente hubiera quedado algo más curioso.
Crítica ‘La Batalla Olvidada’ (2020) [Netflix]: Humanidad en tiempos de crueldad