Steven Knight y Tom Hardy regresan en este quinto capítulo, Episodio 5, de Taboo, la serie ambientada a principios del Siglo XIX durante la Londres Pre-Victoriana.
Taboo 1×01 ‘Shovels and Keys’: El fantasma ha llegado
Taboo 1×02 ‘Episodio 2’: 215 libras y 17 chelines
Taboo 1×03 ‘Episodio 3’: El juego de James Delaney
Taboo 1×04 ‘Episodio 4’: A 3 bandas
Taboo 1×05 ‘Episodio 5’: Un asunto explosivo
Taboo 1×06 ‘Episodio 6’: La guerra ha comenzado
Taboo 1×07 ‘Episodio 7’: Doble acusación
El Episodio 4 de Taboo nos dejó con un notable cliffhanger en el que el marido de Zilpha retaba a duelo a James Delaney ante la atenta mirada de su esposa, perpleja por la situación. Episodio 5 recoge el testigo directo de este suceso y nos introduce en un frondoso bosque dividido por un caudaloso río que transporta a los personajes rumbo a un islote.
Atención: esta entrada contiene spoilers de la serie
Problemas Familiares
Que Zilpha y su marido tienen una relación sentimental considerablemente tóxica nos quedó claro desde los primeros instantes de la serie. Ahora, que el marido tenga que retar a James por motivo de celos era algo que no nos esperábamos. El capítulo en cuestión irrumpe con este hecho en sí y la parafernalia que ello conlleva, tomando varios minutos su desarrollo y desenlace: James evidenciando de nuevo a su rival, dejándolo en ridículo y disparando al testigo. Hablaré de ello unos párrafos más abajo, pero es sorprendente el camino de rosas que están siendo los hechos para James -por lo menos hasta ahora-.
Este suceso pillará por sorpresa a todos, incluida una Zilpha que deseaba con todas sus fuerzas la muerte de su marido. Es por ello que este personaje -el marido- decide tomar cartas en su relación e intentar eliminar de un plumazo la presencia de Delaney en él, llamando a un exorcista para que elimine los peculiares encuentros sexuales que tienen su mujer y hermanastro y, por el camino, demostrando a su mujer quién manda en la casa -con un acto infame de por medio-. Esta trama dará carpetazo con Zilpha escuchando la profunda voz de James y viendo una posible arma para acabar con su esposo. Además, y aunque tenga poca presencia, se confirma que el niño que aparecía en el primer episodio es hijo de James. ¿Lo será también de Zilpha?
Lo paranormal se entremezcla con la cuestión familiar y nos plantea la duda sobre cuáles son los poderes que trae James consigo desde África. ¿Puede introducirse en las mentes de los demás?
Nootka y la pólvora
Como vimos en el episodio anterior, a James sólo se le permite comerciar con pólvora en las Indias Orientales, por lo que nuestro protagonista tuvo que hacer nuevas alianzas y fabricar el material con un robo de por medio. Esta decisión será la detonante de los acontecimientos que tendrán lugar en este capítulo, irrumpiendo con Stuart Strange y sus soldados buscando el material.
Uno de los beneplácitos que poseen estos 60 minutos es la vuelta al campo de batalla de la polémica Compañía de las Indias Orientales, aunque lejos de tener dominada la situación. James, ahora mismo, es el rey del tablero y mueve al resto de bandos al ton y son de su varita mágica, por lo que sus decisiones serán las que promuevan los actos del resto. Su elaborado plan de robo provocará conflictos entre la Corona y la Compañía, enfrentados por el negocio de Nootka y el propio robo de pólvora. Además, una polémica del pasado saltará a la palestra para complicar todo aún más: el hundimiento del Influence. ¿Acabará Strange en prisión? ¿Conseguirá antes pruebas para culpar a James por el robo y colgarlo?
En medio de este entuerto hará acto de presencia la parte estadounidense, siendo la más probable en obtener tan preciado trozo de tierra -acordado, según nos recuerdan, por decreto y no por enfrentamiento-. Personalmente, considero que la situación dará un giro de 180º y James sufrirá algún entuerto en los episodios venideros porque, simplemente, su presencia en Londres está siendo un camino de rosas y apenas se está encontrando con una oposición real que verdaderamente lo limite en sus propósitos. La narrativa está avanzando lenta pero eficazmente y sería una auténtica pena que el guion no tuviese algún giro o situación inesperada, ya que está perdiendo fuerza paulatinamente y gran parte de los espectadores se han desenganchado de la ficción, registrando datos de audiencia cada vez más bajos.
Como he dicho, la capacidad de enganche de la serie decae en cada entrega, por lo que una sorpresa es necesaria para reforzar el argumento y dotarlo de dinamismo. Tras los acontecimientos visionados en este capítulo y, como se está contemplando, la solvencia con la que se están desarrollando hacia James invitan a pensar que es el propio protagonista quien habita dentro de las mentes de los principales artífices. Sé que es un hecho bastante improbable, pero podría conectar el aspecto paranormal de la serie con la trama principal. Por otra parte, hay un gran meollo que creo que había que comentar, y es que James tendría que ser colgado si se demuestra que él y su banda robaron el salitre para la pólvora, pero ¿no provocará eso la entrega de Nootka para los americanos? Habrá que esperar a ver si primero aparece el dichoso documento…¡Nos vemos en la siguiente entrega!