AÑO: 2017 | TÍTULO ORIGINAL: Anchor and Hope | DIRECCIÓN: Carlos Marques-Marcet| PRODUCCIÓN: Coproducción España-Reino Unido; Lastor Media / VennerFilm Productions / La Panda. | GUIÓN: Carlos Marques-Marcet, Jules Nurrish | FOTOGRAFÍA: Dagmar Weaver-Madsen | REPARTO: Oona Chaplin, Natalia Tena, David Verdaguer, Trevor White, Geraldine Chaplin,Lara Rossi, Philip Arditti, Charlotte Atkinson, Meghan Treadway | GÉNERO: Comedia. Drama| DURACIÓN: 115 min.
Llegamos ya a finales de año, momento en los que aparecen las listas de lo mejor y peor del periodo, las candidaturas a los distintos premios y los repasos varios. Y en días como estos cabe hacerse esa pregunta, ¿cual es la mejor película estrenada en 2017? Pues en el apartado de películas españolas yo ya tengo mi preferida y se trata precisamente de Tierra Firme.
Volviendo la vista atrás ya podemos decir que ha sido un buen año para el cine español, mucho mejor por ejemplo que los dos anteriores. Nuestro cine ya no necesita a los maestros que antaño nos ofrecían garantías de buenas obras (Almodovar, Amenabar, Trueba…), incluso ellos han tenido pinchazos importantes en el último lustro. La calidad del cine español se basa ahora en un buen puñado de nuevos talentos que en sus primeras películas están dando obras muy interesantes, incluso mejores que las de sus maestros de más edad. Gente como Raul Arevalo (Tarde para la Ira), Carla Simón (Verano 1993), Javier Calvo, Javier Ambrossi (La llamada), o el director de esta obra que nos ocupa, Carlos Marques-Marcet, son los que han dado las más altas muestras de calidad de nuestra cinematografía en los últimos meses.
¿Por qué decimos que Tierra Firme es una película mayúscula? En primer lugar hay que señalar la calidad de un guion que funciona de maravilla. La película comienza siendo una especie de feel-good movie (género detestable como poco de los últimos años), en sus primeras escenas en la casa de la madre de una de las protagonistas. Aquello que pinta como una cinta que se deja ver con agrado, sin demasiadas pretensiones y por momentos divertida, va tornándose hacia algo con mucho más poso conforme avanza el metraje.
La tristeza avanza poco a poco en el desarrollo de la trama y se acaba convirtiendo en una de los filmes que mejor recogen la relación de pareja de cuantas yo he disfrutado en los últimos años. Y aparece así un referente inesperado, aquella maravilla que firmó Stanley Donen en 1967 llamada Dos en la Carretera (Two on the Road). Quien ya viese esta película sabrá de lo que estoy hablando y quien no tuviera el placer de hacerlo antes le invito a que lo haga si quiere disfrutar de una autentica obra maestra.
Una película que habla de la pareja tiene todas las papeletas de tener al menos dos protagonistas. En este caso, al ser una pareja de lesbianas son dos estupendas actrices las que bordan sus respectivos trabajos (Oona Chaplin y Natalia Tena). Yo soy incapaz de decidir cual de las dos está mejor, y si tuviera que votar por una de ellas para cualquier premio a la actuación de año tendría un importante dilema para decidir por una u otra. Pero no solo ellas hacen dos trabajos perfectos, hay un tercer personaje importante en la trama que hace el actor David Verdaguer, que desde un personaje más cómico consigue transmitir sinceridad y cercanía con autentica maestría. Por último también tiene un papel mucho más anecdótico la popular Geraldine Chaplin, que sabe sacarle su jugo con apenas unos pocos minutos en pantalla.
Por tanto, a modo de conclusión, Tierra Firme es una película para todos aquellos que disfruten con historias que te hacen reflexionar y no solo busquen la diversión durante unos minutos, aquellos que han tenido pareja o la tienen y se pregunten que ocurre cuando las metas de una de las partes son distintas a los de la otra (en este caso la maternidad).