AÑO: 2017 | TÍTULO: ESTIU 1993 | DIRECCIÓN: CARLA SIMÓN | PRODUCCIÓN: INICIA FILMS/AVALON P.C. | GUIÓN: CARLA SIMÓN | MÚSICA: ERNEST PIPÓ | FOTOGRAFÍA: SANTIAGO RACAJ | REPARTO: DAVID VERDAGUER, BRUNA CUSÍ, LAIA ARTIGAS, PAULA ROBLES | GÉNERO: DRAMA, COMEDIA DRAMÁTICA| DURACIÓN: 96 MINUTOS
Verano 1993 supone un soplo de aire fresco para el cine español. Es una de las películas más interesantes de los últimos años en el panorama de nuestro país. Siendo la ópera prima de Carla Simón y, seguramente, sea la película española del año. Al menos en lo que respecta al cine independiente. Tras haberse llevado el premio a mejor ópera prima en el festival de Berlín y haber ganado el Biznaga de Oro a mejor película española en el Festival de Málaga, Verano 1993 será estrenada el próximo 30 de junio.
La película nos traslada al verano de 1993. Frida (Laia Artigas) es una niña de 6 años que acaba de quedarse huérfana y debe mudarse con sus tíos (Bruna Cusí y David Verdaguer) y su prima de 4 años (Paula Robles). Alejada de la ciudad, Frida deberá adaptarse a su nuevo entorno rural, confusa por la situación por la que está pasando.
Verano 1993 es una película preciosa. Está plagada de detalles y de delicadeza.
Desvelar más detalles de la trama no tendría sentido. Es una película de situaciones, de detalles. Seguimos a la niña durante apenas dos meses. La vemos dudando, llorando, riendo, atándose los zapatos. Y todo sin caer en la sensiblería más comercial —y fácil—. Al contrario, cada imagen está dotada de buen gusto, de una sencillez que es solo aparente. La relación entre los personajes es totalmente creíble y humana, para lo bueno y lo malo. Se agradece que un tema tan delicado como la muerte de unos padres esté tratado con la delicadeza que necesita. Nunca cae en el melodrama para hacer llorar —ojo en el uso de la música— y no se fuerzan situaciones ni diálogos. Todo fluye.
Otro de los mayores logros de la película es la dirección de actores. Especialmente las niñas. La interpretación de Laia Artigas es de las mejores por un intérprete joven que se recuerdan en el cine reciente. Aguanta la cámara a pocos centímetros de su piel durante todo el metraje sin pestañear.
Por otro lado, es importante destacar que todo está basado en hechos reales. La directora Carla Simón perdió a sus padres el verano de 1993. Pocas personas se atreverían a contar algo tan personal y mostrárselo a miles de personas de esta forma tan arriesgada, preciosa y triste.
En conclusión, Verano 1993 es una joya del cine actual. Un filme totalmente independiente y libre, con una buena dirección y un gran sentido para la sensibilidad. ¡No os la perdáis!