Cielo de medianoche llega hoy de forma limitada a los cines españoles antes de su estreno global en Netflix el próximo 23 de diciembre. Dirigida y protagonizada por George Clooney, la cinta apela al público que Gravity o Ad Astra ha ido ganándose los últimos años, pero no consigue ni la espectacularidad ni el mensaje que elevaron aquellas dos películas.
Cielo de medianoche adapta el libro Good Morning, Midnight de Lily Brooks-Dalton, en el cual una misteriosa catástrofe global ha azotado la Tierra. Seguimos a Augustine, un científico interpretado por George Clooney que se encuentra solo en una base polar, y una de las pocas personas vivas del planeta. Allí, Augustine tratará de contactar con la Ether, una nave espacial que se encuentra de regreso a la Tierra tras una misión de exploración a K23 (una luna habitable de Júpiter descubierta recientemente), con la intención de informarles de la catástrofe y convencerles de emprender un viaje de vuelta al que será su nuevo hogar.
No estoy seguro de cuál ha sido el problema de esta producción. Es decir, las actuaciones son buenas, el diseño de producción también, la fotografía está muy cuidada y la historia parece partir de una premisa realmente interesante, sin embargo, la cinta parece no tener un conflicto real. Todas las trabas que impiden a los protagonistas lograr sus objetivos se sienten como simples trucos de guion para alargar la cinta. En mi opinión, el gran fallo de la película es su adaptación, el paso de la novela al guion: mientras un libro puede compensar una carencia de historia con una gran narrativa, una película necesita un conflicto que se pueda resolver, ya que si no, salvo contadas excepciones, se sentirá vacía, lo que le acaba sucediendo a Cielo de medianoche.
Por otro lado, también he de señalar que, pese a su plano desarrollo, las dos horas de película no se sienten pesadas (aunque como ya he dicho sí vacías). La cinta entretiene y, aunque no lo logra totalmente, compensa parte de sus carencias con un gran apartado visual. La fotografía de la cinta deja imágenes preciosas, dignas de enmarcar, y el diseño de la Ether no tiene nada que envidiar de otras grandes naves de la ciencia ficción como la Endurance de Interstellar.
Hablemos con Spoilers:
Una de las cosas que menos me han gustado ha sido la «revelación» de que la niña que acompaña al protagonista era producto de su mente, no porque no tuviera sentido sino por lo obvio que resultaba. Tras ver un tráiler, ya supe que la niña no existía, y no me limito a mí: comentando el tráiler con varios compañeros, todos llegamos a la misma conclusión. Llegó un momento en el que esperaba que la cinta me sorprendiera con que la niña fuera real, en vez de que la sorpresa viniera por el lado contrario, como imagino que el guion buscaba.
Otro punto en contra de la cinta radica en la nula significancia del final de Cielo de medianoche. Es imposible repoblar un planeta con dos personas, por lo que el final que espera quien abandona la nave es el mismo que el se quien se queda, la extinción. En consecuencia, tampoco veo comprensible el sacrificio de aquellos dos personajes que deciden suicidarse volviendo a la Tierra, ya que la raza humana se va a extinguir de cualquier manera y lo más lógico es buscar la propia supervivencia. Ya han abandonado a su familia durante dos años, volver a la Tierra no va a lograr que se reencuentren si mueren todos.
En resumen, una película que no hará que te arrepientas de su visionado, pero que sin duda podría haber aspirado a mucho más.