Crítica de Suburbicon (2017): Un ejercicio de alto riesgo

Suburbicon

AÑO: 2017 | TÍTULO ORIGINAL: SUBURBICON | DIRECCIÓN: GEORGE CLOONEY | PRODUCCIÓN: BLACK BEAR PICTURES, SILVER PICTURES Y SMOKE HOUSE PICTURES | GUIÓN: ETHAN Y JOEL COEN | REPARTO: MATT DAMON, JULIANNE MOORE, ÓSCAR ISAAC, GLENN FLESHLER  | GÉNERO: CINE NEGRO, COMEDIA, DRAMA | DURACIÓN: 105 MINUTOS.

Acercarse a una sala de cine para ver lo nuevo de George Clooney como director siempre es un ejercicio de alto riesgo. Luces como Buenas Noches Y Buena Suerte o sombras como Monuments Men son interesantes películas que componen una breve carrera como director. Encontramos en Clooney alguien que, aunque carece claramente de la calidad de los grandes directores del momento, sabe apoyarse en buenos guiones y en castings que están llenos de amiguetes que siempre están dispuestos a echarle un cable -y salvarle una película-. Y Suburbicon no podía ser menos.

Suburbicon es uno de esos idílicos barrios que en los años 50 empezaron a crecer en los Estados Unidos y que vendían la imagen de esa América en la que todos podían vivir el sueño americano. Un suburbio con casas de colores pero en el que las familias afroamericanas no iban a tener un acceso muy fácil. La llegada de la familia Meyer -afroamericanos- va a despertar el rechazo de sus vecinos hasta llegar a extremos de violencia. Pero Clooney coge esta historia y la adorna con un antiguo guión de los hermanos Coen. Gardner Lodge (Matt Damon) es un padre de familia que vive con su mujer, Rose (Julianne Moore) su hijo Nicky (Noah Jupe) y su cuñada Margaret (Julianne Moore) que es la hermana gemela de Rose. Lo que parece también una familia feliz va a resultar ser una máscara familiar. Una noche irrumpen en la casa dos hombres y va a cambiar nuestro concepto sobre la bucólica familia.

LOS COEN, GUIONISTAS Y PRODUCTORES

Hace unos 30 años los Coen tenían un guión que desarrollaba la familia Lodge. La historia estaba ubicada en la década de los 80, sin embargo George Clooney los traslada a finales de los años 50, y aquí radica uno de los aciertos, ya que consigue marcar el contrapunto con la violencia del suburbio hacia la familia afoamericana que compone los Meyer. Pero parece que el director no solo ha cogido el guion sino que además tiene esos toques de los Coen en el humor negro y un tanto sádico a la vez.

«Suburbicon es una máscara, un lugar donde lAS BAJEZAS Y MEZQUINDADES DE LA AMÉRICA DE LOS 50 Y 60 SE ESCONDEN HASTA QUE EXPLOTAN».

Y como complemento, en muchos momentos de la película encontramos una influencia en el manejo de los personajes propios del maestro Hicthcock. Esos personajes que parecen lo que no son. Que tienen un interior inquietante y que combinan escenas en las que el personaje es manipulador para luego darnos escenas en las que el mismo personaje es manipulado. Esta mezcla entre el cine de los Coen y la influencia hicthcockiana pasado por el filtro de un Clooney nos da una película muy recomendable.

MOORE, DAMON Y MOORE

Tratándose de una película de personajes, la elección del actor y de la actriz principal era decisiva. Y aquí encontramos una elección que va sobre seguro. La interpretación de Julianne Moore está llena de matices desde su primera escena. La actriz hace una doble interpretación ya que da vida a las dos hermanas gemelas Rose y Margaret. Dota a los personajes de una personalidad muy marcada en la que nada parece ser lo que vemos. Rose es una mujer llena de rencor hacia la vida, mientras que Margaret es la hermana a la sombra que quiere aparecer en la vida y tener la oportunidad de una familia igual de pastoril que la de su hermana. Para ello no dudará en ser la dulce ama de casa que hace sandwiches y a la vez a enfrentarse a cualquier vendedor de seguros que quiera romper esa vida idílica que ha planeado.

En frente nos encontramos a un Matt Damon que consigue mostrarnos el lado más patético y vil del personaje. Alguien que quiere ser fuerte y tener el control de la situación pero que se le va a ir escapando porque en el fondo es un triste hombre escondido en el dulce suburbio americano que parece estar construido para gente como él.

 

Porque Suburbicon es una máscara, un lugar donde las bajezas y mezquindades de la América de los 50 y 60 se esconden hasta que explotan. El guion de los hermanos Coen y las interpretaciones brillantes hacen que podamos salvar la película. En su contra encontramos la dirección de Clooney que se queda en un aprobado justito. Hubiera sido interesante ver la película con otro tipo de dirección. Se han perdido algunos momentos de suspense – momento sandwich – que podrían haber enriquecido el resultado final.