Black Mirror 4×04 ‘Hang The DJ’: Es mucho más fácil cuando todo está planeado

Hang The Dj Black Mirror 4x04

Tras tres primeros episodios irregulares de la Cuarta Temporada de Black Mirror, la ficción ideada por Charlie Brooker vuelve a sorprender a propios y extraños con Hang The DJ, el, a priori, San Junipero de esta tanda y, hasta el momento, el episodio más destacado de cuantos llevamos hasta ahora (en la Cuarta Temporada).

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La vida -sobre todo la vida moderna- está atada por una serie de horarios que nos imponen nuestros hábitos y nos limitan nuestro desarrollo pleno como seres humanos. Horarios de trabajo, de escuela, de estudio, de ejercicio físico, de aprendizaje y, desde los últimos tiempos, de establecer relaciones, entre mil ejemplos más. Vivimos atados a una serie de tiempos que nos imponen y es inevitable poder cambiarlo.

Hang the Dj (02)

Pero, ¿qué pasaría si, por algún casual, fueramos capaces de romper lo establecido y huir de estos horarios? Black Mirror 4×04, Hang the DJ, nos habla de las relaciones de pareja, lo que no está definido y, a su vez, lo que nos hace brillar entre nosotros y crecer el amor en una sociedad cada vez más despojada de su capacidad de ser humanos. Para ello nos presenta a los personajes de Frank Amy, chico y chica que se conocen gracias a una Red Social de citas, tan popular hoy en día, en la que la peculiaridad es que cada una tiene una fecha de caducidad; algo que la hace morir en detrimento de otras citas que vendrán después.

Hang the Dj (01)

El devenir del episodio, básicamente, nos hablará acerca de encontrar el amor verdadero en un mar de relaciones intermitentes; sobre el tiempo, la fugacidad del mismo y el día a día de una pareja que tiene las horas contadas. Es un episodio terriblemente real, con la chispa de todo esto encendida años atrás desde la creación de las tan usadas aplicaciones Tinder, Grinder, AdoptaUnTío (huid de esta última en concreto, por favor, si tenéis un mínimo de dignidad) y unas relaciones establecidas en torno al amor de Instagram, la necesidad de amar a otros en un entorno donde cada vez se ama más a uno mismo (lo cual está muy bien) y se ama menos a los demás (lo cual está muy mal); chocando con la necesidad de mostrar un amor que, al menos en casos, es la cáscara de un envoltorio vacío. Todo ello funciona muy bien, hasta que…

Charlie Brooker decide saltarle la torera y regalarnos un giro final completamente pegado con calzador, que choca con lo narrado en todo el episodio y nos hace plantearnos sobre si las aplicaciones de citas son realmente el demonio que nos ha querido vender o, de lo contrario, el futuro de encontrar pareja. Coincido con la opinión de la mayoría en que esto es Black Mirror, pero huir al término del episodio del discurso que has ido sembrando poco a poco es, cuanto menos, contraproducente. Y es que ya lo avisa al principio del mismo: «Es mucho más fácil cuando todo está planeado».