Llegamos al ecuador de la cuarta temporada tras dos episodios alejados de las cotas de más alta calidad de la serie de Charlie Brooker, y este Black Mirror 4×03, Cocodrilo, se proclama como uno de los peores.
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¿Qué pasaría si pudieramos consultar los recuerdos vistos y oídos con anterioridad? Nos ayudaría en muchos casos, ¿verdad? Esta idea nos plantea el 1×03 Tu historia complet…Ups, perdón, quería decir Black Mirror 4×03, Cocodrilo. Un capítulo que vuelve a alejarse de la esencia «blackmirroriana», pero que no funciona dentro ni fuera de ella.
El episodio comienza con una pareja que viaja en coche por un bonito paisaje de montañas nevadas, un tanto cargados de sustancias de todo tipo, todo son risas hasta que atropellan a un ciclista. Para ocultar el crimen y proteger sobre todo al conductor, tiran el cadáver y su bici a un lago cercano. Años después, el conductor vuelve a tomar contacto con su ex novia, la culpa le reconcome y quiere expiar sus pecados, esto desencadenará en un thriller donde la mujer, interpretada por Andrea Riseborough, hará todo lo posible por ocultar su oscuro secreto.
Pero…¿dónde está aquí la ciencia ficción o distopía característica de Black Mirror? Tranquilos, bien entrada la mitad del episodio contentará a los fans más talibanes con una tecnología capaz de consultar los recuerdos vividos, usada en este caso para investigaciones. Por desgracia para la «pobre» protagonista, se está llevando a cabo una investigación paralela sobre un accidente acontecido calle abajo de donde se encontraba la buena de Andrea durante un momento concreto del capítulo y tras un suceso capital en el devenir de Black Mirror 4×03, Cocodrilo.
Aquí nos llega el primer gran problema, tras una mitad un tanto lenta de ritmo, por fin entra en escena una de las mayores características de Black Mirror, la ciencia ficción, pero demasiado conocida, autoplagiadora podríamos decir. Esta «nueva» tecnología capaz de consultar recuerdos no sorprende a estas alturas, llevada mucho peor que en Tu historia completa, sin ofrecer claroscuros y siendo simplemente un matiz más que parte importante de la trama.
Pero si uno de los pilares, como es la imaginación tecnológica de Charlie Brooker, no obtiene el protagonismo, entonces lo hará su contenido más crítico, ¿qué somos capaces de hacer para mantener nuestro estado de bienestar y ocultar un profundo secreto que atenta contra él? Pero espera….Esto me suena conocido también, ¿no se parece bastante a Cállate y baila, de la anterior temporada? Otro thriller que funcionaba mucho mejor que Cocodrilo, donde todo se torna predecible y reciclado.
¿Es una perdida de tiempo entonces ver el episodio? Ni mucho menos, aunque a niveles argumentales no funcione como otros capítulos de la serie y para un servidor se pueda considerar el peor episodio visto en Black Mirror hasta ahora, no deja de ser un buen entretenimiento, que además se puede enorgullecer de ser uno de los mejores a nivel visual.
Es aquí donde se nota la mano de John Hillcoat, con varios planos para el recuerdo gracias al manejo de este director, que embellece aun más el natural paraje que rodea el capítulo. Me gustaría volver a ver a este director por la serie en un episodio que pueda sacar mucho más de él. Lo mismo ocurre con la actriz protagonista, Andrea Riseborough, que nos regala una desgarradora actuación, transicionado de la bondad a la maldad de una manera muy creíble.
Concluyendo, tenemos un thriller entretenido pero bastante predecible, que no destaca en ninguna de sus capas argumentales, pero sí lo hace a nivel visual y cuenta con una gran actuación protagonista. Pero, cuidado Charlie Brooker, caer en la repetición puede ser mortal para Black Mirror y suponer su pena de muerte. Ideas Recicladas.
