Black Mirror 4×02 ‘Arkangel’: Jodie Foster, es usted una madraza

Arkangel Black Mirror 4x02

Tras mostrar la Ópera Espacial de Charlie Brooker, Black Mirror 4×02, Arkangel, prosigue con un capítulo más «al uso» y uno de los temas candentes dentro de la relación padres-hijos que puebla nuestros días.

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¿Se imaginan poder tener algo que les permitiera observar lo que hicieran sus hijos 24/7 y poder limitar lo que no fuera para mayores de edad? Esta es la distopía que nos presenta Black Mirror 4×02, Arkángel -dirigido por Jodie Foster-, y uno de los temas candentes dentro de la relación padres-hijos que puebla las familias occidentales hoy en día: el sobre-proteccionismo de los hijos y la obsesión de los padres porque l@s niñ@s crezcan justo como ellos quisieran, y no como les gustaría a ellos. 

Echa un vistazo al tráiler del episodio

El capítulo nos presenta a una madre soltera, Marie, que acaba de dar a luz a su hija. Preocupada, observa cómo los médicos intentan hacerla tener su primera bocanada de aire y poder respirar, cosa que hace a los pocos segundos; pero a Marie se la ve notablemente afectada por lo ocurrido. Pasan los años y la pequeña Sarah crece, perdiéndose un día mientras perseguía a un gato por la calle y despertando la mayor de las preocupaciones de Marie, que no duda en buscarla como alma que lleva el diablo (comprensible).

Y es aquí donde el episodio nos presenta a su leitmotiv, Arkangel, un sistema que permite tener monitorizados a los hijos 24/7 y permitir ver a los padres qué están haciendo en cada momento, pudiendo avisar a la policía, ver si se sienten asustados o limitar las cosas que, en teoría, no deberían ver. Es decir, un aparato disfrazado de las mayores preocupaciones de los padres y, a la vez, uno de los grandes problemas que achaca a bastantes cuantos: el controlar permanentemente a los niños. 

Arkangel Black Mirror 4x02 (01)

Es por ello que la pequeña Sarah crece en un mundo limitado por lo considerado no dañino y recibiendo los estímulos que una compañía cree que son los apropiados; limitando su flujo de creatividad, habilidades sociales y, en definitiva, tal y como dice su abuelo: «el poder salir a la calle y dejarnos en paz». Este terreno ya lo exploró el cineasta Michael Haneke en una de sus primeras obras que forman la trilogía de la violencia dentro de la vida doméstica, El Vídeo de Benny, donde un joven lobotomizado por la sociedad de finales de lo 90 irrumpía en su sueño de sentir cosas asesinando a una compañera. Y es que, por muy exacerbado que suene, reacciones desmedidas conllevan consecuencias desmedidas.

Black Mirror parece que, poco a poco, comienza a despegarse de su etiqueta de crítica tecnológica y comienza a centrarse más en la crítica social, ya que Arkangel no es más que la máscara de los miedos e inseguridades que pueblan la mente de los adultos de la época, transformado en un sistema que permite enmascararlos bajo la canción de «estaba haciendo lo mejor por ti». Y ojo, que considero que la elección de esto es completamente acertada viviendo inmersos en una época donde los sistemas de mensajería comienzan a implementar el control GPS de los contactos y permiten ver el leído a los mensajes. Una sociedad de la información en la que el propio progreso tecnológico ha tapado nuestras inseguridades como humanos y nos ha mostrado nuestras limitaciones como tales.

Arkangel Black Mirror 4x02 (02) En definitiva, Charlie Brooker ha vuelto a dar con la tecla en la concepción de una distopía y nos ofrece un segundo episodio acertado en su contexto que quizás, por darle una pega, ofrece su segunda lectura demasiado pronto. Una pequeña losa que ha acompañado a algunos episodios de Black Mirror pero que, ojo, no por ello los hace dejar de ser interesantes. Amor de madre del Siglo XXI.