DC delega su futuro en Wonder Woman 1984, secuela de la fantástica película dirigida por Patty Jenkins en 2017. Con Gal Gadot y Chris Pine retomando sus papeles, Wonder Woman 1984 es un despropósito acorde al año que estamos viviendo.
Ni los fans más confiados se esperaban una caída semejante a la que ha vivido el universo cinematográfico DC desde 2016. Man of Steel, en el ya lejano 2013, sentó las bases de lo que aspiraba a ser la gran competencia de Marvel en el terreno de los superhéroes. El film de Zack Snyder cumplió con su cometido, y además con nota, desmarcándose como una de los mejores films iniciáticos de la historia de este cada vez más trillado subgénero. Tres años después estrenaría uno de los films más ambiciosos y fallidos de la historia: Batman v Superman: Dawn of Justice. Fue un fracaso, sí, pero el tiempo no la ha tratado tan mal como cabía esperar.
Desde aquel accidentado inicio, el UCDC ha ido a peor. Suicide Squad empeoró lo de Batman v Superman: Dawn of Justice; Aquaman se quedó en tierra de nadie; Shazam estuvo bien, pero sin más; Birds of Prey no interesó a nadie; y de Justice League mejor no hablamos, que da para largo. En medio de todo este desolador panorama, Patty Jenkins estrenó en 2017 Wonder Woman, el film con mejor recepción del UCDC. En parte gracias a la maravillosa Gal Gadot, Wonder Woman fue un espectáculo de acción con un guión realmente poderoso y situaciones memorables (rara avis en el actual subgénero). Fue un rotundo éxito e incluso se llegó a sopesar la posibilidad de que iba a estar nominada a los Oscars, sin suerte al final.
Tres años después de haber plantado esa semilla que parecía revolucionar un universo que ya parecía muerto (imaginaos lo mal que hicieron las cosas para sacar esa conclusión tras solo tres películas), Patty Jenkins estrena Wonder Woman 1984. Ubicada 70 años después de su predecesora, este nuevo blockbuster pretende mantener a flote el UCDC y dar una nueva bombona de oxígeno al cine en tiempos de pandemia (no me meto en el debate con HBO Max). Lo segundo es pronto para confirmarlo. Lo primero, no.
Wonder Woman 1984 es un despropósito. La premisa ya invitaba al pesimismo: Steve Trevor, amante de Diana que se sacrificó en la primera entrega con una escena magnífica), vuelve a la vida porque… vete tú a saber por qué. Cualquier razón iba a ser insuficiente para revivir a un personaje que tuvo un final inmejorable. No todo eran malas noticias antes de estrenarse la obra: Pedro Pascal y Kristen Wiig se habían unido al reparto, mientras que el gran Hans Zimmer iba a componer la banda sonora. La balanza era más negativa que positiva (ningún nombre salva un error de este calibre), pero el hype era inevitable teniendo en cuenta el film de 2017.
Empiezan las dos horas y media de metraje (excesivas no: lo siguiente) y nos encontramos un prólogo tedioso. Solo sirve para una moraleja final y el habitual despliegue de CGI que reina en este tipo de producciones. A partir de ahí, todo va a peor. La primera vez que aparece Diana es una escena más propia de Justice League de Josh Whedon que de Wonder Woman de Patty Jenkins. La preocupación pasa a un primer plano porque eso es exactamente lo que vamos a ver durante todo el metraje: la Wonder Woman de Justice League. Un personaje brutal rodeado de mediocridad traducida en situaciones absurdas, agujeros de guión, personajes desaprovechados y minutos y minutos de relleno.
Si me tuviera que quedar con el gran despropósito de Wonder Woman 1984 no lo dudaría: el guión y sus licencias a granel. Empezando con que Steve Trevor vuelva a la vida por una piedra que concede deseos (el maltrato a este personaje debería ser denunciable) y acabando con una transformación del arco estructural del villano irrisoria.
Pedro Pascal se esfuerza hasta el punto de ser lo mejor de la película, pero su personaje no da para más. Las motivaciones que rodean a su Maxwell Lord son tan confusas y variables que sacan por completo al espectador de la película. Tenía potencial, tal y como vemos en los breves flashbacks de su pasado, pero está tan mal tratado como el resto del elenco de personajes. Kristen Wiig también se esfuerza y se convierte en un argumento muy positivo, pero a su personaje le pasa lo mismo que al de Pascal: mucho potencial, pero un tratamiento pésimo.
Por no salvarse no se salva ni Hans Zimmer. El genio que compuso las bandas sonoras de Interstellar, Dunkirk, Gladiator, Man of Steel, Inception… aquí va con el piloto automático. Se carga hasta el tema principal que él mismo compuso junto a Junkie XL para Batman v Superman: Dawn of Justice. Si este hombre falla, todos fallan.
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Recuerdo pensar hace un par de años que sería una verdadera lástima que cancelaran el UCDC. No era justo hundir a Wonder Woman. Consideraba al personaje interpretado por Gal Gadot un argumento infalible para mantener a flote esta franquicia, pero ya ni ella puede aguantarlo. Abandonad el barco antes de que dé mala prensa al Batman que Robert Pattinson nos regalará en dos años. Hacedlo por el cine.