Voy a hacer algo que nunca pensé que haría: defender a Tom Hooper. ¿Por qué me parece un buen director? Ni por asomo. ¿Por qué creo que se han cebado injustamente con Cats? Pocos palos le han caído para lo que se merece. ¿Entonces? Pues porque siendo un director nefasto ha conseguido algo que muchos talentos no logran nunca: ser la estrella del momento.


Que vaya por delante que Tom Hooper es lo peor. No hay director con peores decisiones que él. Incluso cuando se le ocurre algo interesante, se las apaña para cagarla. ¿Rodar un tema musical en directo, primer plano y sin cortes? Una idea buena no, buenísima. Tanto que incluso dudo que se le ocurriera a él. Pero Tom tenía que hacer una Hopperada y cargarse una buena decisión. ¿Reservarla para un momento clave? ¡Para nada! Usémoslo en toda la película una y otra vez para se diluya el momento cumbre. Podía haber hecho algo que pasara a la historia del cine y se auto boicoteó rodando la película prácticamente con sólo primeros planos.


No estoy tan subido a la parra como para dar por hecho que lees todo lo que escribo y/o recuerdas mis reflexiones. Por eso voy a volver a repetir algo que digo a menudo: con un buen guion y un buen casting, con no cagarla ya tienes hecha la película. Hay que reconocerle al inglés que siempre trabaja con ambos, el problema es que se ve con más talento del que tiene y quiere ir un paso más allá. Limitarte al plano de situación, y al plano-contraplano te soluciona la película si tienes buen material de partida y unos actores competentes. También si no tienes muchas aspiraciones, porque no vas a hacer nada que trascienda ni vas a dar un paso más. Para eso hace falta ser un director de otro nivel, que es justo lo que se cree Hooper. Por eso siempre pretende rizar el rizo y hacer algo que se salga del tiesto. ¿El resultado? que lo que podría ser una película correcta, incluso interesante, termina dando vergüenza ajena.
¿Pero qué ocurrió con Los miserables? Que todo el mundo hablaba de una película rodada en primer plano. Es decir: hablaban de la dirección de Tom Hooper y no es algo que suela ocurrir. Con Cats está ocurriendo exactamente lo mismo. No hay crítico que no la vapulee, la taquilla la ha hundido… Y sin embargo es la película del momento. ¿De qué habla todo el mundo? De que por qué unos gatos llevan abrigo de piel, que por qué tienen pecho pero no pezones, que las proporciones de Londres son incoherentes, que el CGI es espantoso… es decir: se habla de la dirección de Tom Hooper. Para mal, eso sí, pero se habla de su labor como director. ¿Cuántos grandes cineastas no consiguen ese reconocimiento?
No perdono al universo que Tom Hooper tenga un Oscar. No, peor aún. Que tenga el Oscar que arrebató a David Fincher. Eso me resulta algo demasiado doloroso y necesito tiempo para pasar el duelo. Lo que no voy a dejar de reconocerle es cómo un director nefasto consigue ser el tema de conversación cinéfilo precisamente por su dirección.
Ahí hay un toque de genialidad que no se le puede negar.