AÑO: 2013 | TÍTULO: LA VIDA DE ADÈLE | DIRECCIÓN: ABDELLATIF KECHICHE | PRODUCCIÓN: WILD BUNCH, QUAT’SOUS FILMS, VÉRTIGO FILMS | GUIÓN: ABDELLATIF KECHICHE, GHALYA LACROIX | MÚSICA: | VARIOS FOTOGRAFÍA: SOFIAN EL FANI | MONTAJE: GHALYA LACROIX, ALBERTINE LESTERA, CAMILLE TOUBKIS | REPARTO: ADÈLE EXARCHOPOULOS, LÉA SEYDOUX, SALIM KECHIOUCHE | GÉNERO: DRAMA ROMÁNTICO | DURACIÓN: 180 MIN.
Han pasado más de cuatro años desde que La vida de Adèle se llevara la Palma de Oro en el Festival de Cannes. A diferencia de la mayoría de películas galardonadas en el festival francés, la cinta dirigida por Abellatif Kechiche no ha caído en el olvido. Y no es para menos. La vida de Adèle es una de las películas más controvertidas –y mejores– de los últimos años.
Sinopsis: Adèle (Adèle Exarchopoulos) tiene quince años y sabe que lo »normal» es salir con chicos, pero tiene dudas sobre su sexualidad. Una noche conoce y se enamora inesperadamente de Emma (Léa Seydoux), una joven con el pelo azul. La atracción que despierta en ella una mujer que le muestra el camino del deseo y la madurez, hará que Adèle tenga que sufrir los juicios y prejuicios de familiares y amigos.
Sensible y emotiva
Si uno lee la sinopsis podría pensar que está delante de otra de esas típicas películas de cine independiente sobre la búsqueda de la madurez, del paso de la adolescencia a la adultez. Sin embargo, La vida de Adèle va mucho más allá. Bajo esta premisa tan sencilla se esconde una verdadera experiencia cinematográfica. Y lo es porque desde el primer minuto hipnotiza al espectador.
Cámara en mano y a pocos centímetros de la piel. El director francés logra una naturalidad asombrosa y aparentemente sencilla, pero que no lo es en absoluto. Adèle ajustándose el pantalón, comiendo espaguetis, durmiendo o fumando son algunos de los instantes que Kechiche capta como si nada. Es esa sensibilidad para los detalles y pequeños momentos lo que convierte a esta película en algo único. Consigue algo inaudito: lograr que una película casi se pueda tocar, traspasando la línea que separa el cine de la realidad.
Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux
Mención aparte para Adèle Exarchopoulos. Ella es la película. Con cada gesto, mirada y expresión devora la pantalla. En las tres horas de metraje no hay ni una sola escena en la que no aparezca. La cámara la sigue de cerca en todo momento; apenas hay planos abiertos. Es sin duda una de las mejores y más complejas interpretaciones de la historia del cine. Sería injusto no valorar también la interpretación de Léa Seydoux, cuya química con Adèle enamora al espectador.
Polémica
Lamentablemente, de lo que más se ha hablado ha sido sobre las escenas de sexo. Han recibido críticas debido lo explícitas y gráficas que son. Pero al contrario de lo que mucha gente piensa, estas no son gratuitas. La vida de Adèle es un viaje emocional y arriesgado, y el sexo solo es una de sus paradas. La temática central de la cinta es la pasión que puede sentir alguien por otra persona. Pocas veces esa pasión se había plasmado de una forma tan bella y delicada. Kechiche filma el sexo como si fuera una obra de arte por sí mismo.
En conclusión, La vida de Adèle es una película única. A pesar de sus tres horas de metraje, no fatiga. El espectador se pierde -en el buen sentido- en la vida de esta joven, y cae rendido a su mirada. Una obra de arte.
Si te gusta el cine francés, no te pierdas este pequeño artículo sobre la Nouvelle Vague.