Repasamos hoy las cuatro últimas películas vistas fuera de la sección oficial. En unas horas publicaremos también el palmares del XV Festival de Sevilla, así como una selección de los redactores que hemos seguido este festival con nuestros films favoritos de todas las secciones.
Comenzamos el repaso de la última jornada del Festival de Cine Europeo de Sevilla con Euforia, la nueva película de Valeria Golino, que ha sido, además, homenajeada estos días en el marco del festival por toda su carrera como actriz y directora. El film se deja ver con agrado gracias a un guión divertido a pesar de contar algo tan dramático como el proceso de una enfermedad mortal, pero sobre todo lo más destacable es el buen hacer del reparto y en especial del protagonista masculino, Riccardo Scamarcio, que compone un personaje creíble y muy divertido. Una pena que no hubiera participado en la competición oficial a concurso pues hubiera sido una excelente elección al mejor actor de esta edición.
Más discreta resulta el siguiente film, visto en la sección Las Nuevas Olas. Se trata del film ruso Jumpman, y cuenta con un punto de partida muy interesante: un bebé es abandonado en un orfanato hasta que unos años después, siendo ya adolescente, su madre vuelve a buscarlo aprovechando la habilidad que ha desarrollado de no sentir dolor físico. Las sugerencias del guión terminan empañadas en una realización plana y un mal desarrollo de la historia que se queda a medio camino de las posibilidades que ofrecía una historia así, pues no funciona ni como film de acción ni de ciencia ficción, ni como denuncia social ni como drama familiar. Una pena.
La mejor película de esta última jornada ya la vimos sabiendo que había ganado un premio que se anunció unas horas antes. Cada año se entrega el premio Ocaña a la Libertad al mejor film de carácter LGTBI visto en el certamen y este año ha recaído muy merecidamente en la cinta francesa Sauvage. En ella se relata el día a día de la prostitución masculina, y lo hace con un personaje que en seguida despierta la empatía de los espectadores de forma que seguimos sus sufrimientos, enamoramientos y la caída en la marginalidad con atención durante toda la cinta. Excelentes también todos sus actores y en especial el protagonista del film (Félix Maritaud) a quien habrá que seguir los pasos en sus próximos proyectos.
El Festival de Sevilla se despide este año con otra cinta que ha obtenido premio en el palmarés, la portuguesa Raiva (Rabia). Esta especie de Los Santos Inocentes en el sur de Portugal relata las penurias del campesinado a mediados del siglo pasado, cuando el terrateniente de la región ha decidido dejarles sin tierras ni forma de ganarse la vida. El problema narrativo del film es que está contado en forma de flashback, de manera que la historia que de por si es mínima ya conocemos como finaliza desde el principio. Pero este inconveniente se salva por una preciosa dirección de fotografía que utiliza un blanco y negro desgarrador, de forma que cada encuadre es como si estuviéramos viendo obras pictóricas cercanas al expresionismo alemán.
A continuación los enlaces para ver el resto de crónicas del XV Festival de Sevilla: