La miniserie The Great, que se estrena el próximo 18 de Junio en la plataforma Starzplay, nos presenta una propuesta bizarra y moderna. Una mezcla casi perfecta entre lo desagradable y absurdo con lo exquisito y aburrido de la decadencia de la nobleza.
Esta crítica no contiene spoilers.
The Great, creada por Tony McNamara y protagonizada por Elle Fanning dando vida a Katherine, es, sin duda, una de las mejores sorpresas de este año. La satírica narrativa que tiñe de bilis la relación de los personajes, es precursora de la evolución ascendente del clímax del espectador. Es como una orgía de sensaciones que van desde el desprecio hasta el apego. La serendipia de una combinación fatalmente exitosa.
La propuesta
En un alarde de creatividad, se nos presenta un montaje grotesco, delirante y lleno de aspavientos. Es sin duda una muestra de buen cine contenido en una serie. Los planos acompañan, en todo momento, el sentido narrativo de la historia. Son parte fundamental del ritmo de las escenas y sobre todo de las sensaciones del espectador.
El apartado visual y estético es tan sublime que deja en un puesto de menor relevancia a la banda sonora, que sin ser motor principal de emociones en ningún momento, acompaña magistralmente al conjunto. Se puede resumir en una experiencia verdaderamente reveladora. Sin embargo, no se hace gala en ningún momento de los medios técnicos, pero en la sutileza de su técnica está el encanto.
El mundo de The Great
La puesta en escena del plantel de actores es un elemento a tener en cuenta, ya que conforman en gran medida la escenografía, el tono y la reducción al absurdo del contexto histórico, social y político. El uso del conjunto de actores como herramienta narrativa, no es más que una pincelada profunda al buen gusto. El contraste de la soledad y la abrumadora falta de ella son cruciales para entender la historia.
La conexión con la protagonista es magistral. El espectador toma parte de un plano subjetivo imaginario, como colocado en los ojos de Katherine, que es completamente fundamental para el entendimiento de los personajes secundarios, que dan sentido al delirio colectivo.
Conclusión
En tan solo 6 capítulos la serie es capaz de crear una progresión orgánica de los personajes, en una colección de tramas que quedan superficialmente manifiestas. La evolución de la protagonista es demencial, una píldora vitaminada de creatividad y éxtasis que te llevan desde un nudo a un desenlace igual de frenéticos.
No puedo, sin más, que recomendar el visionado de esta serie y pasar el proceso de digestión que conlleva, porque el resultado final es apoteósico.