¿Es el cómic una de las mayores fábricas de ideas de la industria audiovisual actual? El noveno arte sigue inundando nuestras pantallas, ya no solo las salas de cine, sino cada vez más la televisión. En los últimos meses hemos podido ver títulos como Las escalofriantes aventuras de Sabrina, Titans, Polar, Deadly Class… La última: The Umbrella Academy.
Esta vez Netflix sigue apostando por las series de superhéroes, pero lo hace con una serie diferente, adaptación de una de las propuestas del género más rompedoras de los últimos años.
Gerard Way es por muchos conocido por haber sido líder de la banda de rock emo My Chemical Romance, la cual rompería esquemas en la escena musical en la década de los 2000. Sin embargo, además de dicha faceta, Way es también guionista de cómics.
Su debut comenzó en 2007 lanzando Umbrella Academy junto al dibujante brasileño Gabriel Bá, un cómic de superhéroes atípico con un estilo visual muy burtoniano y pop que recibió grandes críticas, incluyendo dos premios Eisner. Finalmente, tras años de rumores sobre una posible película, Netflix se hizo con los derechos, siendo Steve Blackman (Fargo, Altered Carbon) el encargado de adaptar la obra como serie de televisión, sobre la cual tratan las siguientes líneas.
La historia cuenta como un inesperado día, 43 niños con habilidades especiales nacieron al mismo tiempo en diferente partes del mundo de forma repentina y de madres solteras sin rasgos o síntomas de embarazo. Lamentablemente de todos los talentosos infantes, solo sobrevivieron siete que fueron adoptados por el millonario Sir Reginald Hargreeves. Este los cuidó y entrenó en su mansión para salvar la humanidad bajo el nombre de la Umbrella Academy.
Diez años después, con el fallecimiento de su padre adoptivo, el grupo volverá a reunirse, recordando viejas rencillas y traumas del pasado, mientras resuelven el asesinato de su progenitor y salvan al mundo del mismísimo apocalipsis.
Tenemos pues una serie de superhéroes con reminiscencias argumentales y estéticas de grupos como X-Men, Doom Patrol (ambas son claras influencias en Way) o Watchmen, pero con un estilo original adaptado a los tiempos que corren, y un tono adulto más cercano a obras como Kick-Ass.
Como adaptación hay que reconocer que es más que meritoria. Umbrella Academy no es una obra fácil de llevar a la pequeña pantalla debido a sus grandes elementos de fantasía y ciencia ficción. Sin embargo, Blackman ha conseguido ofrecernos una versión realista más que satisfactoria. En el camino se pierde algo de la locura original y brutales e impactantes escenas del cómic, como una lucha en la Torre Eiffel voladora o en un parque de atracciones, apostando por un tono más serio y un desarrollo más pausado, pero el espíritu de las viñetas permanece.
Los personajes, a pesar de cambios en su diseño o elección de casting, mantienen su esencia, habilidades y motivaciones personales. Se agradece poder ver a Pogo, el fiel simio antropomórfico que vive con ellos en la mansión. Quizás a los fans del cómic les sepa a poco, pero es una adaptación decente y muy disfrutable.



El principal acierto de Umbrella Academy es manejar de forma sobresaliente los tiempos y misterios de la trama, mezclando escenas en tiempo real con flashbacks donde conocemos la vida de los hermanos en la academia, a la vez que vamos conociéndolos mejor personalmente y averiguamos secretos y hechos trágicos que ocurrieron en el pasado. Lo importante aquí no es la acción, sino la intriga y las relaciones y conflictos entre los miembros de esta familia disfuncional de superhéroes.
Cada personaje es muy diferente entre sí, lo que da juego a los diálogos, marcando los contrastes. En el reparto destacan principalmente tres nombres: Ellen Page (Juno, Origen), como la tímida e introvertida Vanya, Tom Hopper (Dickon Tarly en Juego de Tronos), quien interpreta a Luther, el corpulento y responsable líder del grupo, y el joven Aidan Gallager como Número 5. Completan el elenco Robert Sheehan (Misfits) como el lunático Klaus, David Castañeda como el problemático Diego y Emmy Raver-Lampman como la ex-estrella infantil Allison. Los poderes y habilidades de cada uno mejor que los descubráis vosotros mismos.



Visualmente Netflix no ha escatimado en recursos, pudiendo ver unos efectos especiales a gran nivel, que no desentonan con la estética propuesta. Por otro lado, la elección de la música es francamente buena, con una selección de temas clásicos variados que funcionan a las mil maravillas con las espectaculares secuencias de acción, mención especial a la de la cafetería y la de la mansión.
Esta primera temporada basada en el arco Suite Apocalíptica de los cómics, es todo un acierto… Si mantienen el nivel, Netflix no tiene que preocuparse por la pérdida de los héroes de Marvel: la familia Hargreeves ha venido para quedarse.