Crítica de Foodie Love(2019), de HBO: Cogiendo el gusto a conocerse

DIRECCIÓN: ISABEL COIXET | GUIÓN: ISABEL COIXET | FOTOGRAFÍA: NATASHA BRAIER, JEAN-CLAUDE LARRIEAU | PRODUCCIÓN: HBO, HBO ESPAÑA, MISS WASABI | DISTRIBUCIÓN: HBO | REPARTO: LAIA COSTA, GUILLERMO PFENING, NATALIDA DE MOLINA, GRETA FERNÁNDEZ, FERRÁN ADRIÁ, NAUSICAA BONNÍN, MARINA CAMPOS, ELOI COSTA

Foodie love

Foodie Love es la última serie de HBO, guionizada y dirigida por Isabel Coixet (Elisa y Marcela). En Cinéfilos frustrados hemos podido asistir a la premiere donde se proyectaron los tres primeros episodios de la serie, y en este artículo os daremos nuestra opinión.

Foodie Love, que se estrena en HBO este 4 de diciembre, está protagonizada por Laia Costa (Palmeras en la nieve) y Guillermo Pfening (Mi mejor amigo) y cuenta con un reparto de secundarios enorme entre los que se incluyen Yolanda Ramos (Carmina y amén), Agnès Jaoui (50 primaveras) y el mismísimo Ferran Adrià.

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Isabel Coixet, Laia Costa y Guillermo Pfening en la premiere de Foodie Love

A Isabel Coixet le han dado carta blanca a la hora de crear esta serie, algo que se nota tanto para bien como para mal, y es que tanta libertad hace que la directora se suelte la melena y pruebe todo tipo de recursos, acertando en unas ocasiones y fallando en otras.

La serie nos mostrará las citas de un chico y una chica que se conocen a través de «Foodie Love» (una app al más puro estilo Tinder para amantes de la comida). Con esta premisa veremos en cada episodio una cita de los protagonistas en un restaurante o bar diferente, dedicando un par de minutos de cada episodio también a explorar las diferentes vidas de las otras parejas que están comiendo de fondo en el mismo sitio que los protagonistas.

EPISODIO 1:

El primer episodio es, en mi opinión, el peor de los tres que hemos podido ver hasta el momento. Coixet ceba cada escena de una primera cita en una cafetería con recursos como montajes paralelos, bocadillos de pensamiento, voces en off, interrupciones para poner escenas de dibujos animados antiguos… Todo esto hace que el espectador se vea saturado y, si le sumamos la introducción donde los dos protagonistas se presentan hablando a cámara de una forma muy pedante, nos queda un episodio que no es demasiado agradable ver.

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Entiendo que Coixet quiera decirnos lo que piensan los protagonistas durante su primera cita, pero con el recurso de sus pensamientos en off era suficiente, no hacía falta intercalar escenas de dibujos animados ni poner bocadillos como en los comics. Este último recurso resulta aún más molesto debido a que cada vez que se muestra un bocadillo los personajes se callan para que el espectador pueda leerlo, acción que te saca totalmente de la serie y recuerda a las molestas risas enlatadas de sitcoms como «The big bang theory«.

Pese a esto, las actuaciones están realmente bien hechas, los personajes son interesantes y hay una clara química entre Laia Costa y Guillermo Pfening que funciona de forma convincente, aunque el hecho de que se presenten como personas reales hace que resulten algo pedantes. La fotografía se ve muy bien, los diálogos reflejan claramente la personalidad de los protagonistas y el recurso de narrar también pequeños fragmentos de la vida de las «parejas figurantes» sirve de alivio para no estar 30 minutos tan solo escuchando hablar a los dos personajes principales.

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EPISODIO 2:

Este episodio mejora mucho respecto al anterior. Dejamos de lado recursos como el testimonio a cámara y las interrupciones con dibujos animados, pese a no abandonar los bocadillos de pensamiento podemos acostumbrarnos a ellos y la voz en off de cada uno de los protagonistas diciéndonos lo que piensan en cada momento se vuelve el recurso clave.

Si el primer episodio transcurría en una cafetería este lo hace en una coctelería, donde nuestros protagonistas han quedado por segunda vez y a la que el personaje de Laia Costa llega tarde. El gran acierto de este episodio son los secundarios: Yolanda Ramos le da el toque de humor al episodio con una actuación divertidísima y Agnès Jaoui nos cuenta una historia de un matrimonio no del todo fallido que nos mantendrá atentos a la pantalla. La historia principal de los protagonistas no avanza demasiado, pero sí que se aprovecha para desarrollar un poco más a los personaje

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EPISODIO 3:

Este episodio, el último que pudimos ver en la premiere, transcurre en un puesto de comida japonesa de un mercado de Barcelona. En él continuamos explorando la vida pasada de los dos protagonistas, a la vez que se presenta una subtrama que se había dejado entrever en los anteriores episodios y que tiene algo que ver con el japonés con el que el personaje de Laia estuvo prometida. La manera de introducir esta subtrama me parece impecable: en ningún momento nos queda claro que fue lo que pasó, pero sí que podemos saber la reacción que tiene sobre la chica el solo hecho de recordarlo. Es, quizás, hacia el final de este episodio donde el espectador comienza a empatizar con los protagonistas y a preocuparse por lo que les pase o si acabarán juntos. Me gustaría de nuevo resaltar el papel de los secundarios que son diferentes en cada episodio y nos presentan historias narradas de una forma atractiva que hace interesarse a la audiencia.

En general, la serie tienen unos niveles de producción y unas actuaciones notables, si bien quizás se nota un exceso de libertad para Isabel Coixet que lastra el primer episodio. No puedo, al ver series como estas, evitar pensar que la ola de series como «Master of None» o «Better things» está llegando a nuestro país. Es una gran noticia: ya hemos visto cómo cómicos como Berto Romero o Leticia Dolera han sacado adelante proyectos que hace años hubiera sido imposible ver. Por esto, y pese a tener sus fallos, veo Foodie Love como un gran punto de referencia para la ficción nacional.