No vamos a descubrir a estas alturas a Sacha Baron Cohen, abanderado del movimiento troll por méritos propios. Lo que sí podemos descubrir con Borat, siguiente película documental, secuela de la delirante obra que lanzó a su creador al estrellato, es que los extremos parecen ser simples medidas de distancia para Sacha Baron Cohen.
El estreno de la nueva entrega de Borat causó revuelo dada su condición. Hablamos de una película rodada en secreto, sin que muchas de las personas que participan en ella sepan que van a salir en una película e involucrando al Coronavirus dentro de su trama. Su anuncio pilló a todos con la boca desencajada y a la expectativa de si Sacha Baron Cohen lo había vuelto a conseguir.
Borat, siguiente película documental nos trae de vuelta a Borat Sagdiyev, el reportero más machista, racista y políticamente incorrecto de la historia del cine. En esta ocasión, deberá volver a los EEUU para ofrecer un regalo a Mike Pence, vicepresidente de Donald Trump, en aras de que el presidente de Kazajistán se gane el respeto del presidente norteamericano. Esta vuelta de Borat a tierras estadounidenses trae una sorpresa: su hija Tutar, tan políticamente incorrecta como su padre.
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La trama de Borat, siguiente película documental (no escribo el título en inglés porque me quedaría sin dedos) recuerda irremediablemente a la primera entrega. Hay un macguffin simple e irreverente creado con el sencillo propósito de que situaciones cada vez más explosivas tomen lugar. Vuelve el humor negro que siempre ha caracterizado al personaje, pero esta vez llega a niveles inimaginables. Hay bromas (según quién las escuche no serían bromas) sobre el holocausto, el machismo, las violaciones, Oriente Medio, los republicanos, los demócratas, el Coronavirus, el racismo… No deja a títere con cabeza. El aluvión de ataques, tanto irónicos como directos, que profesa Borat, siguiente película documental no entiende de ideologías o razas. Esa es una de sus principales virtudes.
Cuando hablo de que esta nueva entrega del inclasificable personaje lleva al extremo el extremo me refiero, por encima del guión, a su condición documental. Series como The Office logran incomodar, pero no dejan de ser una ficción. Las dos entregas de Borat, en cambio, desdibujan la línea entre la ficción y la realidad para escandalizar de un modo pocas veces visto. Ver las escenas que involucran a personajes reales y ser consciente de que no saben que están siendo filmados para una película es un sentimiento único que toca demasiadas fibras. La entrevista con Rudy Giuliani, por ejemplo, es un momento realmente histórico, tanto para la política como para el cine. Así, tal y como suena.
CIUDAD DE DIOS (2002): SIN FUTURO A LA VISTA
Borat, siguiente película documental es un ataque a todos aquellos que se creen con el poder de decir qué se puede y qué no se puede hacer. Parece complicado que un film así haya salido en pleno 2020, pero Sacha Baron Cohen lo ha vuelto a hacer. Si te gusta escandalizarte, Borat, siguiente película documental es tu película. Si te gusta que los demás se escandalizen más que tú, será más que tu película.