El Padrino de Harlem ha llegado a HBO. Sabemos que la mayoría de lo relacionado con la productora más prestigiosa del mundo es sinónimo de calidad. Hemos visto los tres primeros capítulos de esta nueva serie y aquí te dejamos nuestras impresiones.
Hace algo más de un mes, informándome de los futuros estrenos en series de las distintas plataformas, me llamo la atención uno que tendría lugar en HBO. Y es que cualquier cosa que saque HBO (aunque en esta ocasión no se trata de una producción propia) va a llamar la atención de un servidor, en mayor o menor medida. Esta serie era El Padrino de Harlem.
El padrino de Harlem fue estrenada en la plataforma de HBO el pasado día 1 de octubre. Creada por los padres de la famosa serie de Netflix, Narcos, este drama mafioso basado en hechos reales contaba con una gran carta de presentación para poder destacar como una de las series más interesantes del año. ¿Pero cuál ha sido el resultado tras la visualización de los tres primeros capítulos? ¿Da realmente esta serie lo que esperaría un fan del sub género de mafia?
Entrando en un breve resumen sin spoilers, la serie comienza con el mafioso Bumpy Johnson saliendo de prisión y volviendo a Harlem, donde su hija y esposa esperan. Desde el primer momento, se centra en volver a poner en marcha los negocios que se vio obligado a dejar por su condena. Sin embargo el barrio no tiene nada que ver a como era a cuando se fue. Los años han pasado y las cosas están cambiando. Nueva competencia ha llegado, otros productos se están vendiendo, y el clima social que se respira motiva manifestaciones y reivindicaciones de derechos.
Como es normal en una serie, El Padrino de Harlem va desarrollando tramas secundarias que se desvinculan de lo que entendemos que es la actividad principal en un producto de este subgénero, la lucha por el poder / control de una zona, mercado ilegal, enfrentamientos entre bandas rivales, etc. El problema no es la construcción de estas tramas secundarias, el problema es la gran atención que la serie le otorga, de forma que a pesar de ser enfoques interesantes, provocan que se desatienda la parte más atractiva que ofrece el mundo de la mafia.
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Política, religión, relaciones familiares, historias de personajes secundarios, son algunos de los complementos que la serie ofrece en el desarrollo de la historia principal, haciendo en ocasiones que esta desaparezca. El Padrino de Harlem necesita menos oratoria y más pólvora. No aburre al espectador pero sí que provoca que su interés en la serie vaya bajando conforme van pasando los capítulos.
Veremos cómo se va desarrollando la serie desde el capitulo 4. Puede continuar con el camino iniciado y centrarse casi exclusivamente en los caminos complementarios o puede virar y darle más fuerza y protagonismo a lo que todos buscamos cuando nos acercamos a un producto dentro de este mundo mafioso.
A destacar la construcción de las distintas historias (esto no entra en contradicción con la crítica negativa expuesta anteriormente) , la ambientación y la capacidad que tiene la serie para reflejar la realidad social de una época y de un barrio. Esto último tiene un peso muy importante en la serie y por el tono de la misma, considero que es uno de los objetivos fundamentales de El Padrino de Harlem.