Velvet Buzzsaw (2019): A Medias en Todo (Crítica)

Crítica de Velvet Buzzsaw, a medias en todo

Repasamos la nueva película de Dan Gilroy, Velvet Buzzsaw; una cinta producida por Netflix y presentada en el festival de cine de Sundance; donde ha levantado pasiones y odios a partes iguales.

No falla. Cada vez que aparezca un crítico de arte en una película y sea presentado como un absoluto gilipollas, chupito. Por supuesto, añádanle una pizca de amaneramiento superfluo; un 20% de robotismo y un peinado rancio y tenemos la borrachera definitiva del cliché satírico de turno. ¿Qué tiene que ver esto con Velvet Buzzsaw?

Crítica de Velvet Buzzsaw, a medias en todo

Algo así podría ser el protagonista de la nueva cinta de Dan Gilroy, el aclamado director de Nightcrawler (2014), que nos presenta esta vez una suerte de Slasher sobrenatural, en clave de cine B de alto presupuesto, en la que ciertos objetos malditos, son la clave de la sucesión de muertes que veremos a lo largo de la película. Unas muertes que, por supuesto, siguen las claves del slasher clásico – subgénero al que dedicamos un podcast que encontrarás más abajo-. Velvet Buzzsaw, es una cinta escrita en clave de sátira -con cierto humor negro-; que encuentra en la auto-consciencia y las referencias a decenas de títulos el vehículo narrativo para el desarrollo -a veces interesante; a veces absurdo – de los giros casi esotéricos y grotescos que el subtexto pretende remarcar en todo momento.

Crítica de Velvet Buzzsaw, a medias en todo

Y es que Velvet Buzzsaw es una crítica a las críticas, los críticos; y la supuesta hipocresía artística que esconden las obras cuya única intención es hacer dinero sin filtros. Lo negativo de todo esto es que la película queda empañada por un sinfín de lugares comunes; -tanto formales, como narrativos– repetidos hasta la extenuación y en la que la presunta creatividad del guion queda del todo borrosa ante una dirección absolutamente comedida.

Uno echa en falta la locura de un gran genio, que no se dedique a recoger la información de manera canónica y a colocar la cámara en el lugar más obvio posible. Da la impresión de estar viendo una cinta vista muchas veces, pero con peor calidad y nula creatividad. Hay ciertas escenas y cambios de plano que no aportan nada de manera narrativa; al igual que el uso un tanto forzado de las músicas no diegéticas. Otro aspecto bastante llamativo es como en una historia tan sombría apenas vemos sombras; y todo parece fotografiado de una forma más cercana a un spot de televisión, que a una cinta de cine de terror.

Crítica de Velvet Buzzsaw, a medias en todo

Uno se pregunta dónde han ido a parar esos 21 millones de dólares que tiene de presupuesto, más viendo como A24 estiró los 7 millones de Under The Silver Lake (2018), una mucho más certera, ambigua y ambiciosa critica de Los Ángeles y la cultura global que nos rodea. Quizás sea en las comparaciones, donde veamos flaquear a esta película con mayor fuerza.

Un director como Ruben Östlund, ya satirizó el flamante mundo de las galerías de arte, de una manera brillante hace un par de años con la interesantísima The Square (2017), con la que se alzó con la Palma de Oro en el festival de cine de Cannes. O sin ir más lejos; este año hemos tenido el notable y demencial pseudo Giallo en forma de vestido asesino con In Fabric, de Peter Strickland. Dos cintas que respiran una autenticidad que Gilroy no consigue en ningún momento. Nunca alcanza explotar ni en la comedia absurda, ni en el delirio sobrenatural; y al final nos quedamos con la sensación de estar ante una historia desaprovechada; más por las formas que por el contenido.

Reseña
Velvet Buzzsaw
3.5
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A veces escribo de lo que me apasiona, y otras, de lo que toca.
velvet-buzzsaw-2019medias-criticaEn el despiadado mundo del comercio del arte de las artes plásticas, Josephina (Zawe Ashton) encuentra por accidente un auténtico tesoro: tras fallecer, un viejo artista clandestino deja tras de sí una maravillosa colección de cuadros con el deseo expreso de que éstos fuesen destruidos tras su muerte. Decidida a sacar buena renta de ellos, Josephina comienza a exponerlos ante los ojos de algunos de los pesos pesados de la industria que la rodean, incluyendo a su jefa Rhodora (Rene Russo), al crítico de arte (y amante ocasional) Morf (Jake Gyllenhaal), y a algunos de los coleccionistas de arte más voraces del mercado, como Bryson (Billy Magnussen) y Gretchen (Toni Collette). Aunque la obra del artista logra la admiración del público, también despierta algo imperceptible y siniestro que amenaza con castigar a aquellos que se han beneficiado de su trabajo.