The Nevers, como buen producto de la HBO, se toma su tiempo y se beneficia de la emisión semanal y sin darnos cuenta estamos ya a un solo episodio del final de la primera mitad de temporada. El giro que nos han cascado es ¿sorpresa? ¿O alguien más lo sospechaba?
Joss Whedon lleva más de 30 años trabajando en televisión, desde que debutó sin experiencia como guionista en Roseanne en 1989, y debido a sus idas y venidas en el cine, ha podido vivir distintas etapas televisivas. Pero jamás había pisado, como es el caso de The Nevers, terreno de televisión actual, aún menos HBO, y por supuesto es la primera vez que trabaja en el medio como si fuera cine: primero se escribe todo, se filma todo y finalmente se emite. Los tiempos cambian y la narrativa estratégica requiere de ciertos caramelos para retener al espectador moderno que, entre sus virtudes, probablemente no se contempla la paciencia.
Viendo el quinto episodio de The Nevers, Colgado, con un ritmo más acelerado de lo habitual, la primera disputa entre Amalia y Penance, y un par de giros unidos en una misma y larga secuencia nos alertan de que el paron de primera mitad de temporada ya está aquí. Hace una semana, cuando se emitió el cuarto episodio, algunos fans ya advirtieron que esa tal Effie Boyle, la periodista que invade el despacho de Frank Mundi, era en realidad Maladie. No sólo porque se parecen sino porque, pese a los retoques faciales, parecía la misma actriz: Amy Manson. Acudiendo a Imdb, y a la ficha de la supuesta actriz que interpreta a Effie, Margaret Tuttle, podemos ver que sólo tiene un crédito. Precisamente en la serie creada por Joss Whedon. Su cuenta de Instagram, seguida por actores de la serie, incluso por la esposa de Whedon, es sospechosa. Efectivamente parece la propia Amy Manson y alguien relacionado con la producción.
Nos hemos adelantado un poco…. Colgado, o Colgada más bien, empieza con el veredicto del juez sobre la sentencia a muerte de Maladie mezclada con una escena de sexo entre Amalia y Horatio, confirmando que tuvieron y tienen historia, y con un poco de tetas en lo que roza el muestrario gratuito. Dicha sentencia tiene un potente efecto en Penance hasta el punto que se olvida de la misión principal, relacionada con ese artefacto que investiga el Doctor Hague, y se concentra en salvar a Maladie. Tan repentina obsesión cuesta un poco de comprar, no tanto por la idea de evitar un escarnio público sobre las tocadas y lo que les puede ocurrir si se pasan de la ralla, sino porque aún no conocemos del todo la personalidad de Penance. La escena en la que Amalia, que no se impone como jefa en la decisión final (no es Malcom Reynolds a pesar de todo), y Penance se dividen a las tocadas en ambas misiones, cual equipos de futbol o baloncesto en el patio del colegio, carece de la tensión que debería tener un momento como ese.
Colgado podría ser una repetición de la estrategia que el propio Whedon, y su mejor guionista en sus años del Buffyverso, Tim Minear, idearon para el doble episodio, séptimo del año, en las temporadas 5 y 2, respectivamente, Buffy y Angel. Una misma historia contada desde dos puntos de vista. El sexto, y último episodio de este año para The Nevers, podría revelarnos lo ocurrido en el lado Amalia de la doble misión del orfanato.
En este episodio seguimos a Penance, liderando con su ingenio, en su misión por salvar a Amalia de la muerte. Es la primera vez que vemos a las tocadas, o a un parte numerosa de las mismas, trabajando en equipo y utilizando sus poderes para penetrar en el lugar de la ejecución. Todo sale razonablemente bien pero Maladie, en cuanto se da cuenta que intentan salvarla, ataca a los guardas y se cuelga a si misma. Penance deduce dos cosas casi al mismo tiempo: primero que Maladie quería morir, tal vez para dar una lección, y segundo que alguien planea acabar con buena parte del público. Y así es: Maladie obtiene su venganza matando, o mejor dicho, logrando que sus seguidores lo hagan por ella, a los que han ido a vitorear su muerte mientras se agarraban fuertemente a la barandilla metálica convertida en una trampa eléctrica.
Sin embargo el giro, el que ya sospechaban muchos viendo esas facciones de Effie, se produce desde el punto de vista de Mundi cuando empieza a cuadrar lo sucedido: ese pie con dedos amputados de Maladie, lo fácil que fue atraparla tras escapar de comisaría… La verdadera reportera era el cadaver encontrado en las obras del metro en el primer episodio; Maladie usurpó su identidad y envió a su fanática seguidora, la que se amputaba los dedos de los pies, para pasar como Maladie en la cárcel y morir ejecutada. En el proceso asistimos a la obviedad de que Maladie no está completamente loca (el Joker, personaje con el que Maladie guarda similitudes, también era capaz de ello si lo quería), no sólo pasa por una reportera a lo Gale Weathers en Scream, sino que en su huida ayuda a Harriet cuando yace entre pisadas y cristales.
Colgado está firmado por el propio Joss Whedon como director y escrito por Melissa Ipqbal. En si mismo eso es una rareza en la carrera del co guionista de Toy Story: normalmente en sus series escribía o escribía y dirigía, pero nunca (salvo en una ocasión aunque terminó reescribiendo casi todo él mismo) dirigía sin haber escrito su propio material. Pero este es un caso diferente: como decíamos antes, series como The Nevers se ejecutan a modo de gran película de cine, no sólo por tiempos sino por su condición de una misma trama cortada en fragmentos, por lo que toda la escritura se hace previamente (en este caso Whedon lideró la escritura de los 10 primeros episodios entre otoño de 2018 y el invierno de 2019), y en el momento del rodaje los episodios ya están finalizados en cuanto a guión. La ausencia de episódicos borra las líneas de la autoría entre episodios y se busca la unidad formal. El siguiente episodio, el último de esta primera mitad de temporada, está escrito por la segunda al mando, Jane Espenson (colaboradora de Whedon desde Buffy, Angel, Firefly y Dollhouse) y dirigido por Zetna Fuentes.