The Nevers 1×03 Ignición: Acción-Emoción

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Tras dos capítulos de The Nevers, podríamos decir de introducción (prácticamente magistrales), y en los que el discurso y la acción se entremezclaban de forma sublime, Davis Semel se atreve a añadir a la mezcla el característico toque «Whedon». Alerta: no te encariñes con nadie.

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Sinceramente, comentar este capítulo frame a frame desmerecería el visionado. Así que vamos a concentrarnos en el subtexto y la raíz del qué y el porqué. También te advierto de que posiblemente esto se nos quede  un poco alegato defensor de ciertos asuntillos. Pero es que donde manda el corazón, la cabeza pierde enteros. Y es que esta tercera entrega de The Nevers es pura emoción.

La sinopsis y resumen general de Ignición reza lo siguiente:

Penance (Ann Skelly) crea un amplificador para difundir la inspiradora canción de esperanza de Mary (Eleanor Tomlinson) por toda la ciudad, pero primero, Mary (Tomlinson) debe encontrar su esquiva voz. A medida que aumenta el peligro contra su grupo, Amalia (Laura Donnelly) propone un aliado poco probable y se propone expandir el alcance del orfanato. Swann (James Norton) enreda aún más a Augie (Tom Riley) y Mundi (Ben Chaplin) en sus negocios.

Y es que este es un capítulo de contrastes. Del nadie es lo que parece, de las dobleces dentro de los personajes; porque nadie es ni tan malo, ni tan bueno. Algunos se resguardan tras una capa de cinismo; otros en cambio hacen lo que deben para encontrar la verdad (aunque los métodos sean cuestionables, o por el camino nos lleven a la autodestrucción). Desde el prisma que contrapone a los dos personajes principales: Amalia y Penance: la una tan visceral  y resolutiva, tan cargada de furia y la otra tan optimista, racional y llena de esperanza; a la cara oculta de los villanos, o la doble moral que debe sortear el personaje interpretado por Ben Chaplin.

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Sin embargo, pese a que el capítulo no deja de plantear nuevas incógnitas, también son muchas las respuestas que no dejan si no de sembrar otras nuevas vías de servicio. Algunos apelarán como algo negativo a que en The Nevers no dejen de pasar cosas. ¡Pero qué mérito tiene el que pasen con orden y concierto! ¡Qué los momentos de tensión dramática sepan servirse del necesario humor para evitar caer en la espiral del «soy muy serio, y me tomo más en serio todavía»!

Digno de destacar ese momento excelso, que queda un tanto solapado por ese final frenético, de Amalia y los secretos con un soberano speech que llega a su punto álgido con «bebo cuando no debo, lucho cuando lo necesito y follo con hombres de los que no recuerdo su nombre». Con tan solo 3 acciones básicas, 3 verbos de puro instinto planta sus santos ovarios sobre la mesa y reafirma, por si alguien no se había dado cuenta, que con ella no caben las dobles tintas.

Y tras este tercer puesto de consolación, llegan los que posiblemente sean dos de los momentos que se marcarán como hitos dentro de la mitología de The Nevers.

El capítulo trascurre de misterio en misterio, y planteando nuevos problemas a los tocados… sin embargo esos 10 minutos finales…¡Bendito sello Whedoniano!

Los seriéfilos expertos, o por lo menos para aquellos consumidores habituales, puede que caigan en la siguiente disyuntiva. Y es que cuando uno ya lo ha visto todo, es difícil que algo nos sorprenda. Pues aquí nos traen un 2×1.

Primero una de las escenas de acción del año. Una especie de lucha a dos bandas, en la que uno lucha en la superficie y la otra lo hace bajo esta. Ni me imagino las dificultades que deben haber sorteado para lograr ese pedazo de producto final.

Y cuando uno ya tiene la adrenalina a flor de piel, y parece que la calma hace acto de presencia; nos desmontan los esquemas de una manera que solo puedo definir (perdónenme por adelantado) como mecagoenlaputadeoros.

The nevers: Review 1×01 «Tocados»

The Nevers: Review Episodio 1×02 ‘Exposición’

No diré más por si algún curioso ha sido tan valiente de seguir leyendo sin ver el capítulo. Pero con Whedon lo de acción-reacción se nos queda corto… había que sumarle la emoción.