Al tiempo que Joker prosigue su camino hacia los 1000 millones, y superando en taquilla a casi todo el DCEU, la sexta entrega de la saga Terminator ya ha debutado en algunos países europeos y… De momento no auguramos nada bueno.
El uso de la extrapolación en taquilla está ligado, lógicamente, a predicciones (descensos) aplicables a ese film: bien por género, por franquicia, por ejemplos similares o, en muchas ocasiones, todo a la vez. Que un film se estrene en apenas unos pocos países y que con sólo los primerísimos datos podamos extrapolar, anunciando un posible fracaso antes siquiera del estreno mundial, tiene menos de atrevimiento del que a priori sugiere todo esto. Veamos los motivos.
Terminator: Destino Oscuro, se ha estrenado en unos pocos países y sus resultados iniciales indican, en todos los casos, un retroceso en taquilla respecto a Terminator: Genisys en ese mismo punto. Dichos mercados (Reino Unido, Francia, Alemania, Tailandia, Malasia) muestran caídas entorno al 50% respecto a Genisys. Dicha última entrega, con 440.6 millones en 2015, en buena parte gracias a los 113.1 millones de China, podría ser un objetivo más que razonable para Destino oscuro. Sin embargo, viendo el historial comercial y crítico de la saga, podemos empezar ya a preguntarnos si se trata, o no, de la saga más irracionalmente exprimida de la historia.
The Terminator resultó en un éxito solvente en 1984 (especialmente si atendemos a su presupuesto y medios casi de serie B) y con los años su fama creció casi en paralelo a las ascendentes carreras de James Cameron y Arnold Schwarzenegger. La esperadisima secuela resultó en el mayor contraste visto en la historia de las franquicias blockbuster: de una película de bajo presupuesto y medios, con actores y director poco conocidos, a un espectáculo visual carísimo (la más cara de la historia en 1991), con director y actor de moda y un resultado comercial que derivó en fenómeno social. De ahí el asunto se tornó en la habitual voracidad hollywoodiense: sin Cameron (ya metido en asuntos con barcos gigantes y mundos azules), y con la propiedad cambiando de manos a casi cada entrega, tuvimos tres películas más y una serie. Cada una con peor crítica y, lo más grave, peores resultados. Un descenso en taquilla que se vio amortiguado, en parte, con Genisys, pero que si atendemos a la expansión de los mercados y el desplome doméstico (un film de Terminator que recauda 89.7 millones es una vergüenza). ¿Vale la pena extender así un mito iniciado con dos excelentes films? ¿Logrará Terminator: Destino Oscuro, por lo menos, mantener las cifras de la anterior entrega?
De momento Terminator: Destino Oscuro acumula 12.8 millones en taquilla mundial. La que no descansa es Joker, con 66.7 millones y 849 acumulados. Tiene ya a tiro los 873.6 millones de Batman V. Superman una vez ha superado, sin problemas, Escuadrón Suicida y Wonder Woman. Nos dicen que Joker va a llegar a 1000 millones y no lo creemos.
En un momento del año en el que, Halloween mediante, ya olemos las previas de Navidad (a su debido tiempo hablaremos de otra de las incógnitas del año: la novena entrega de Star Wars), el próximo gran estreno en taquilla es, precisamente, Terminator: Destino Oscuro. La próxima semana sabremos, al 99%, que color tiene ese enésimo intento de revivir la saga.