The Flash, el enésimo intento de DC y Warner por articular un universo propio y que hasta ahora ha coleccionado más decepciones que alegrías, debuta con cifras que certifican el abrupto final de un proyecto maldito.
En nuestra entradilla hablamos de proyecto maldito pensando en la propia The Flash pero fácilmente podríamos englobar el DCEU al completo. Nacido hace una década con Man of Steel, un debut con cifras decentes, se dio su primer piñazo con el histórico recibimiento de Batman V. Superman: el mayor desplome visto jamás en el género. Las prisas por alcanzar el éxito de Marvel llevó a DC y Warner a meterse sin demora en su mega proyecto de La liga de la justicia. Y el resto, pese a los éxitos de Wonder Woman y Aquaman, ya lo conocemos todos. The Flash, que a priori presentaba aptitudes para un reboot y, más tarde la transición hacia el nuevo régimen de James Gunn, es el último fracaso de un universo cinematográfico que parece, por momentos, el camarote de los Hermanos Marx.
Con un debut paupérrimo de 130.1 millones en taquilla mundial, incluidos unos aún más lamentables 55.1 en Norteamérica, The Flash apunta a una vida comercial mediocre. Tanto que su rival más cercano, preparen las risas, es Black Adam. Así de grave es. Es posible que a final de año quede fuera del Top 15 anual, tanto a nivel mundial como norteamericano.
A nivel doméstico (EEUU + Canadá) The Flash ha debutado con los mencionados 55.1 millones. Para ponerlo en perspectiva, y comparando debuts dentro del género, y fuera ya de época de pandemia, se sitúa por encima de los 30.1 de Shazam 2 pero por debajo del resto, incluidos los 67 de Black Adam. No sólo se trata de un debut muy escaso sino que dista considerablemente de algunas predicciones (no exentas de lógica comercial) que doblaban, ampliamente, dicha apertura. Parece que la buena recepción, y el condicionante veraniego, podrían devenir en caídas más planas pero con un multiplicador por encima del 2 (hay que recordar que Batman V. Superman no llegó ni a eso) apenas da para 120-130 millones finales.
A nivel internacional (mundial menos doméstico) el debut de The Flash ha sido de 75 millones. China (done no se estrenó Black Adam) aporta 13.8 millones, México 9.4, Reino Unido 5.3, Corea 3.7, Brasil 3.5, Australia 3, Francia 2.8, Indonesia 2.6 y la India 2.5. Cifras, de nuevo, lamentables. Con ese montante y aplicando de nuevo un multiplicador conservador de poco más de 2, The Flash podría terminar su carrera comercial internacional en poco más de 150 millones.
Si sumamos esas proyecciones, doméstica e internacional, tenemos que The Flash podría hasta sudar para llegar a los 300 millones mundiales. El rango final ahora mismo parece de unos 280 a 310 millones. Los 393.2 millones de Black Adam parecerán, a su lado, un éxito monumental. Sin duda otro fracaso más para un universo que apenas ha brillado un par de veces, comercialmente, de forma clara (Wonder Woman y Aquaman, y la primera fue ante todo un éxito doméstico). Parece que la agonía está próxima a su fin y le tocará el turno al nuevo proyecto liderado por James Gunn.