La esperada secuela de Trainspotting, Trainspotting 2, no ha sentado muy bien entre los primeros críticos, que la ven como una «oportunidad perdida».
Danny Boyle ha retomado la historia de Trainspotting 20 años después. Pero no donde la dejó, sino reuniendo de nuevo al elenco actoral teniendo en cuenta el paso del tiempo en la vida real y en la gran pantalla. Trainspotting 2 vuelve a poner en el ojo de huracán al grupo de amigos que renunciaban a un estilo de vida convencional, y las primeras críticas le dan en su mayoría un aprobado raspado, señalando que ha sido una «oportunidad perdida» y estando muy lejos de lo que se esperaba de ella.
Para Time Out London, T2: Trainspotting vuelve a ser una combinación ganadora, como la original, de «una forma de vida ínfima y un alto grado de mala suerte, un giro estilizado de la vida real». Chris Hunneysett sostiene en Daily Mirror que «Danny Boyle ha tramado otro tremendo cóctel de consumo de drogas, violencia y prostitución».
Recuperar una historia que lleva 20 años aparcada tiene la ventaja de poder contar con los seguidores a los que más les gustó la cinta original. Sin embargo, también debe responder e incluso superar a las cotas de exigencia y calidad que se le demandan. Dicho esto, podríamos afirmar que T2: Trainspotting ha cumplido con el hype a medias. Al menos así lo cree Peter Bradshaw para The Guardian al decir que es «todo lo que podríamos haber esperado de la secuela razonablemente: Inquietante, divertida, desesperadamente triste, con muchos recursos visuales audaces».
Obviamente casi todos los críticos iban a comparar el largometraje con su antecesor, al que Wendy Ide escribe para Screen Daily que «a pesar de que está llena de que está llena de momentos de humor salvaje, los momentos álgidos de la historia no serán lo suficientemente buenos nunca más. Hay una madurez melancólica que, sin embargo, resulta satisfactoria de esta forma». Por otra parte, The Telegraph opina que «como la original, T2: Trainspotting nos hace lo suficientemente felices por pasar tiempo con sus personajes, ocurra lo que les ocurra. Muy poco de lo que sucede en el filme parece tener importancia a donde vamos, y las pocas cosas que sí lo hacen, casi se quedan en una ocurrencia tardía. También está llena de ‘callbacks’ a la primera película, algunos tan emotivos como sutiles y otros de una belleza que exaspera».
Y, por último, Neil Young defiende para The Hollywood Reporter que «es una oportunidad perdida en muchos niveles» […] «un refrito exagerado que se basa en su mayoría en un trabajo de cámara que exuda demasiada cafeína y llamativos efectos para distraernos de su escasez de razón de ser». A pesar de todo, The Wrap opina que «no es del todo mala. Por momentos es genial, pero a menudo queda arrastrada en la piscina de su propio desaliento. Una película triste y melancólica que casi peca de avergonzarse un poco de ser así».