Una Misión de Locos es la nueva película de Ludovic Colbeau-Justin y cuenta con Dany Boon en su papel protagonista. Estamos ante una comedia muy autoconsciente y que, si bien es agradable, es demasiado básica y simplista en algunos de sus gags.
Siendo honestos, Una Misión de Locos no pretende sentar ningún tipo de referente ni dejar una huella más profunda de la que deja y en ese sentido debemos concederle al film la virtud de ser justo consigo mismo. Esta aventura que involucra a un psiquiatra, un paciente que dice ser un agente secreto, un secuestro y una banda de ladrones internacional es, sencillamente, un pasatiempo que se ríe de todo lo que le pilla por el camino.
Sirviendo como una especie de parodia de 007, Dany Boon encarna un personaje confuso con el que, ciertamente, se mantiene cierta incertidumbre hasta el final de la película. Lo cierto es que resulta bastante complicado contar gran cosa sobre esta cinta, porque hay poco de dónde rascar.
La pareja de actores protagonista funciona bastante bien y lo cierto es que me reí viéndola, especialmente durante los primeros cuarenta o cuarenta y cinco minutos. El principal problema de la cinta es que agota sus tópicos demasiado pronto y cae en la autorepetición en su acto final, perdiendo mucha fuerza en sus gags.
No obstante, la película aporta un final interesante con un pequeño toque dramático, que si bien no resultaba inesperado en absoluto, no deja de ser interesante en el argumento. En resumen, Una Misión de Locos es una comedia francesa que se pone un traje casi americano en su enfoque paródico y que posiblemente le saque varias risas a casi todo tipo de público, pero que funciona mucho mejor con el contexto de “TV Movie” que en cine, a pesar de contar con un presupuesto y reparto de calado.