Crítica de La Forma del Agua (2017): La Bella y la Bestia

La forma del agua

Guillermo del Toro inaugura el festival de Sitges 2017 con La Forma del Agua, ganadora del León de Oro en el pasado festival de Venecia; llega a españa el próximo 26 de Enero de 2018.

El Jueves 5 de Octubre se abría el festival de Sitges 2017; una rueda de prensa con Guillermo del Toro, flamante ganador del León de Oro con la película que hoy nos ocupa, en la que nos explica qué vamos a ver, o eso intenta; poco sentido tiene esto, pues la película lo explica a él y no al revés; nos pone en precedentes de lo que veremos a partir del 26 de enero en salas comerciales… La forma del Agua indica el cartel que se llama su cinta; nos sentamos, acomodamos y se apagan las luces con un recuerdo en mi cabeza de Cronos, El Espinazo del Diablo, Hellboy, Crimson Peak o El Laberinto del Fauno y lo mucho que espero por tanto de un director de tal currículum, de un autor.

La cinta inicia con un prólogo brillante; casi mudo, como su protagonista; reminiscencias de épocas pasadas se dan cita en los primeros 20 minutos, con la banda sonora de Desplat haciendo las veces de una máquina del tiempo que nos lleva al momento en que EEUU y la URSS participaban en una carrera por alcanzar el cielo; el fin aquí justificaba los medios, para ambos.

Una estructura de cuento de hadas, de película Disney, vertebra la película en términos estructurales y, en parte, en lo narrativo; la magia del cuento se torna sombría cuando la realidad de unos personajes completamente dibujados en matices toman decisiones que nos hablan de ellos; de nosotros.

King Kong se presenta como un referente claro a la hora de disfrutar de La Forma del Agua, al igual que La Mujer y el Monstruo, además de algunos más recientes como La Bella y la Bestia o Eduardo Manostijeras; Guillermo del Toro no se desprende de ellos, los renonoce en su ADN; pues esta es la obra de un cineasta maduro que alcanza su potencial refugiándose en historias ya conocidas; no trata de hacer la película definitiva, el error de muchos; sino que recoge todo lo que es, lo pasa por sus experiencias y sin más intención que mostrar al mundo quien es, entrega una obra que, en sus palabras, «habla por sí misma y no requiere mayor explicación que esa».

Mención especial merece el reparto; Sally Hawkins hace la película suya, desde el primer momento en que aparece llena la pantalla sin decir una palabra en todo el metraje. Una vez vista la película resulta imposible imaginarla con otra actriz. Octavia Spencer se adjudica todos los alivios cómicos de la cinta; resulta curioso que las únicas dos mujeres del reparto sean muda y afroamericana, atención femenistas imbéciles. Michael Shannon realiza una actuación impecable en su vis tétrica, y Richard Jenkins se presenta como el trasunto de Del Toro en la historia.

La película conmueve, habla de política, de feminismo, de sexualidad, de cotidaneidad; del mundo de hoy día, de que son muchas más las cosas que todo el mundo comparte que las que le separa; que algo bueno mal utilizado por un hombre sin piedad puede concurrir en el mundo que tenemos, y que cambiando de postura, podemos alcanzar las estrellas. Guillermo del Toro firma nuevamente una obra maestra que está a la altura de sus mejores películas; y demostrando, Sr. Trump, que si se encuentra una criatura en un mar en sudamérica, puede destruirle, porque es su reflejo en ese agua, pero también puede darle la inmortalidad si es usted, en esencia, mejor.

la forma del agua, guillermo del toro, festival de sitges 2017, leon de oro, 26 de enero

Añadir como curiosidad que es bien conocida la amistad de Del Toro con Santiago Segura, quien también se pasó por la alfombra roja del Festival de Sitges 2017; y si bien no aparece en la reciente ganadora del León de Oro, el próximo 26 de enero los espectadores españoles tendrán una pequeña sorpresa al respecto.

GRANDES TRABAJOS IGNORADOS EN LOS OSCAR: DISEÑO DE PRODUCCIÓN