El hombre de las mil caras (2016): Una sólida historia de espías

El Hombre de las Mil Caras

El director Alberto Rodríguez dirige El Hombre de las mil caras, la historia de uno de los sucesos más bochornosos de la historia reciente de España.

Alberto Rodríguez, uno de los mejores directores españoles del momento -con Grupo 7 y La Isla Mínima en su notable currículum-, nos presenta la historia del caso Roldán desde la figura de uno de los personajes más misteriosos de la España reciente, Francisco Paesa. Él es El hombre de las mil caras.

Esta historia, que ha levantado mucho revuelo en la última década al conocerse el paradero del espía, cuenta uno de los capítulos más vergonzosos de la, aún joven, democracia española. El caso Roldán, aquel que copara todas las portadas de la prensa nacional y buena parte de la extranjera, nos la cuenta uno de sus compinches, Jesús Camoes (José Coronado), alias »El Piloto».

Luís Roldán (Carlos Santos) y su mujer, Nieves Fernandez (Marta Etura), acuden a Francisco Paesa (Eduard Fernández), un espía que cuenta con inmunidad diplomática, para que les ayude a escapar con los mil quinientos millones de pesetas robados al erario público. Todo ello a cambio de un millón de dólares. Pero Paesa ve una oportunidad única para dar un gran golpe que le solucione la vida.

A pesar de que este episodio se ha tratado con bastante frivolidad en los medios de comunicación estos últimos años, lo cierto cierto es que nos encontramos ante un personaje sumamente inteligente, capaz de crear un plan perfecto para hacerse con el botín. Al más puro estilo de las novelas de John Le Carré, Alberto Rodríguez nos traslada a un caso que destapó todas las vergüenzas de un país lleno de sinvergüenzas. Que un director de la Guardia Civil sin apenas formación se llevará tal cantidad de dinero -La ineptitud de este personaje se puede deducir en varios momentos de la película- es algo que todavía chirría. Pero eso es algo que aún no está tan claro, por lo que el director prefiere centrarse en los hechos confirmados y elaborar a partir de hay esta interesante trama.

La trama se desarrolla a un ritmo más que correcto, con una trama que absorbe y unos personajes que cumplen con notable, excepto Eduard Fernández, que está de sobresaliente durante toda la película. Su interpretación del ex espía es soberbia, con una calma y un saber estar ante unos hechos que hubieran puesto de los nervios a cualquiera. También se destapa todas las miserias de un sistema corrupto, donde hasta el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch (Luís Callejo), está inmerso en estas intrigas donde se juega con dinero público.

El hombre de las mil caras es una historia de espías en la que se relata un hecho real, bastante correcta en su historia, con una notable realización y unos actores que están a la altura de lo que requiere esta película. Alberto Rodríguez sigue presentando historias interesantes, aunque esta quizás esté por debajo de La Isla Mínima, su mejor película hasta el momento.

nbsp;