Historia política en la Tierra Media

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Los sucesos y personajes de la Tierra Media retratados en este texto son completamente ficticios. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, o con hechos reales es pura coincidencia.

Middle Earth, el futuro biopic de J.R.R. Tolkien

Olvídense de todo lo que han leído en los libros de Tolkien o visto en las películas de Peter Jackson sobre la Tierra Media, es todo mentira. Por todos es sabido que la historia la escriben los ganadores y por lo tanto es modificada al gusto de estos. Pese a ello, me dispongo a contarles la verdadera historia, aquella que ha sido olvidada y maquillada, cambiando el papel de los verdaderos héroes por tiranos.

Todo comenzó en la Primera Edad, con Melkor, quien recibió el apodo de Morgoth —El enemigo oscuro— por parte de aquellos que no querían verlo en el poder. Melkor quería romper con el Absolutismo Monárquico instaurado por los Valar, quienes desde su isla privada gobernaban a las demás razas, favoreciendo a unas frente a otras. La política socialista instaurada en los territorios de Melkor no gustó nada y conllevo a la reunión de los máximos poderes de Arda —La Tierra Media y Valinor, la isla privada— quienes para evitar un contagio de ideales, arrasaron con los territorios de Melkor y lo condenaron a cadena perpetua.

Pero lo que los Valar no esperaban era el resurgimiento de la ideología que una vez intentara instaurar Melkor en toda la Tierra Media. Tras casi dos Edades, el vicepresidente del país que formara antaño Melkor, retornó. Sauron, quien pidió perdón y clemencia, dio la razón a sus captores —como haría más adelante Galileo Galilei con su Eppur si muove—fue liberado, pero no había cambiado sus ideales en lo más mínimo.

Durante la Segunda Edad, Sauron intento mediante acciones, que las razas absolutistas sintieran en sus propias venas el beneficio del uso de otras políticas, en este caso la socialista. Para ello, ayudó a construir los Anillos de Poder, con los cuales los pueblos de la Tierra Media podrían realizar «milagros» más allá de su imaginación y compartir estos milagros con los demás. Los hombres fueron los que realmente supieron valorar a Sauron —los elfos sin embargo le dieron la espalda, dado que esta raza era la más absolutista y la más favorecida por los Valar—, así que lo llevaron a su capital establecida en Númenor y allí concienció a los ciudadanos y les habló sobre la política socialista obrera.

Los Valar, tras enterarse de las acciones de Sauron, decidieron hundir la isla de Númenor con los ciudadanos en ella —pudiéndose observar la crueldad de estos—, salvándose sólo aquellos que traicionaron a Sauron contando a los Valar sus intenciones. Estos últimos formaron un reino en la Tierra Media y crecieron a una velocidad pasmosa, dado el favoritismo que obtuvieron de los gobernantes absolutistas por dicha traición.

Llegamos a los sucesos narrados en las películas de El señor de los anillos y El hobbit (Porque esto no deja de ser un blog de cine y series).

No se sabe muy bien cómo, pero Sauron sobrevivió y consiguió llegar a la Tierra Media, donde fue recibido con los brazos abiertos por su fiel pueblo, los orcos. Una vez conocido el destino de Sauron, los elfos y hombres partidarios del absolutismo, declararon la guerra a Sauron —como ya hicieran antaño los Valar a Melkor—quien había establecido unas nuevas bases para el desarrollo de la economía y el empleo. Pese a la rápida preparación de Sauron para enfrentarlos, este no pudo hacer nada, debido a los avances tecnológicos de los elfos y hombres, obtenidos por mediación de los Valar. Así aconteció la segunda derrota importante de la ideología socialista obrera.

Sauron fue aniquilado por las hordas sanguinarias de hombres y elfos, pero gracias a su Anillo «milagroso» —el cual no fue destruido y que tras unos sucesos que no se relatan aquí, se perdió— consiguió sobrevivir sin un cuerpo. Y tras permanecer en el olvido durante más de 1000 años, tomó la iniciativa y se preparó para enfrentar a aquellos que habían frustrado el establecimiento de una política socialista y una sociedad equitativa. Para ello reunió a su gabinete, conformado por los 9 Nâzgul, a los que les encargó la difusión de su palabra a lo largo y ancho de la Tierra Media. Pero los Valar sospecharon de que Sauron había sobrevivido, y decidieron enviar 5 magos para evitar la divulgación de la palabra.

Gandalf y Saruman —este último tras la lectura de muchos libros se cultivó  y entendió que la verdadera salud era la ideología socialista—, dos de los magos enviados por los Valar, tomaron cartas en el asunto y se aliaron con los elfos de Rivendel —fieles seguidores de los Valar— y tras sonsacar información mediante torturas, consiguieron descubrir la localización de Sauron. Tras urdir un plan, decidieron hacerle una visita no amistosa, por lo que Sauron tuvo que huir y dejar sus planes a medias. Durante estos hechos fue cuando Bilbo Bolsón encontró el anillo.

Tras su expulsión, este se alojó en su país de origen, Mordor. Allí, junto con su gabinete, buscaron alianzas con razas que tuvieran capacidad de raciocinio, enviando mensajeros a enanos y hombres —desecho por completo la idea de mandarlos a los elfos y numenoreanos supervivientes, dada su arraigada ideología absolutista—, pero algunos de estos habían sido engañados por Gandalf, quien les metió falsas ideas en la cabeza. Stalin… dijo Sauron, quien era muy listo, ya había pensado en esto, por lo que años atrás instauró leyes que favoreciesen el aumento de la natalidad para crear un ejército numeroso y bien entrenado, dando alojamiento gratuito a aquellas familias de más de 6 miembros y cediéndoles territorios anexados e idílicos como Ithilien.

Estando ya todas las fichas sobre el tablero, Sauron decidió que había llegado el momento de declarar la guerra a aquellos cuya ideología impedía el avance de la sociedad y su unificación, y es entonces cuando comenzó la Guerra del Anillo —nombre recibido por el artefacto que construyera allá por la Segunda Edad y que le permitía seguir con vida—. En esta guerra cayó definitivamente Sauron, tras la persistencia de Gandalf, que una vez descubierto el anillo solo se centró en su destrucción, sin importarle la vida de los soldados que murieron en las batallas libradas en el norte, Gondor y la Puerta Negra, todo ello para cumplir los deseos de unos locos al otro lado del mundo. Con la muerte de Sauron también murió la ideología política que otorgaba el poder a la clase obrera, así como muere también esta historia.