Merlí: Sapere Aude llegó a finales de 2019 como una inesperada secuela/spin-off del éxito internacional Merlí, y esta semana vuelve a nuestras casas con los dos primeros episodios de su segunda y última temporada de la mano de Movistar+.
Merlí: Sapere Aude no me pareció una secuela a la altura. Merlí fue una gran serie, que inspiró a muchos adolescentes a interesarse por la filosofía (yo mismo conozco gente que hoy en día estudia filosofía tras ver Merlí) y trató temas de actualidad que hacía tiempo que no veíamos reflejados en series de instituto, fue algo así como una versión más «intelectual» de Física o Química. Sin embargo, cuando se estrenó Merlí: Sapere Aude, puede que por las altas expectativas, me llevé una gran decepción: parecía haber olvidado su punto crítico, y la pérdida de su protagonista (pese a regresar cual Obi Wan Kenobi) era muy notable.
La serie se sentía como un pastiche donde se querían tratar temas como la identidad sexual o la construcción de una vida fuera del ámbito parental pero que no terminaban de despegar, además de que quizás se le diera demasiada relevancia a los vaivenes amorosos de nuestro nuevo protagonista. Pero, si ésta es una crítica de la segunda temporada, ¿por qué ahondar tanto en la primera? Pues por una sencilla razón: esta nueva temporada logra arreglar casi todos los defectos que vi en la anterior.
Nos encontramos con una segunda temporada de Merlí: Sapere Aude que arriesga, que nos da dilemas éticos y morales y que pone a sus protagonistas en situaciones difíciles. La serie tiene una gran revelación en estos dos primeros episodios que da un vuelco a la vida de su protagonista y que nos hace preguntarnos qué haríamos nosotros en su lugar, cómo reaccionaríamos. Además de una trama más interesante, esta segunda temporada también se nota más atractiva en sus aspectos más técnicos: la fotografía y el montaje reflejan el estado anímico de nuestro protagonista, así como la música hace lo mismo, pero con silencios en vez de con canciones.
Esta última temporada es más oscura, más introspectiva, pero justo por eso se siente más real y desafiante. Imagino que no ha sido una decisión fácil para el equipo de guion seguir este camino, que desde luego es arriesgado, pero por suerte les ha salido bien y han conseguido darle un final más que digno a este spin-off de una de las mejores series que hemos visto en este país. En cuanto al resto de factores no tengo mucho más que añadir, el elenco es básicamente el mismo que el de la anterior temporada (salvo el nuevo interés amoroso de Pol) y hace un trabajo tan bueno como en aquella.
Merlí: Sapere Aude estrenará un episodio semanal todos los viernes hasta el 7 de mayo, cuando saldrán sus dos últimos episodios y diremos adiós de forma definitiva a todos sus personajes.