AÑO: 2017 | TÍTULO ORIGINAL: Gojira: Kaijū Wakusei | DIRECCIÓN: Kobun Shizuno, Hiroyuki Seshita | PRODUCCIÓN: Polygon Pictures / Toho Company | GUIÓN: Gen Urobuchi | Música: Takayuki Hattori | GÉNERO: Ciencia ficción. Acción. Drama | DURACIÓN: 95 minutos
Godzilla vuelve para inaugurar el año con paso de gigante, vuelve además en un medio que no suele visitar muy a menudo, la animación. Lo hace con una cinta blockbuster que busca entretener como máximo objetivo, pero sin olvidar de donde viene el material original, rindiendo homenaje a muchas de las películas anteriores, incluso a alguna que otra americana como la de Gareth Edwards. Es por esto que es recomendable tener un bagaje en la filmografía del kaiju nipón abanderado, siempre es de agrado reconocer referencias a productos anteriores. Un servidor le pillo el gusto tarde a los filmes del monstruoso Godzilla, pero tras Shin Godzilla he hecho un poco los deberes y creo que es un punto que me ha hecho disfrutar del filme un escalón por encima.
Aunque Godzilla: El planeta de los monstruos no es el mejor punto de partida posible, la única referencia imprescindible es la figura de Godzilla en sí. Conocer su origen, culpable los propios humanos de él por las radiaciones y contaminaciones emitidas; saber qué poderes puede utilizar, como su aliento atómico. En resumen, que si no has vivido dentro de una cueva sabrás quién es el bueno de Gojira y muchas de sus propiedades. Aun así, si no es tu primera andanada seguro que esbozaras una sonrisa cuando mencionen a Mechagodzilla, o reconozcas el rugido tan característico de uno de los monstruos más famosos del cine.
El respeto de Godzilla: El planeta de los monstruos a todo su pasado es obvio, incluso en estructura argumental, contando con la presentación del monstruo, la parte de investigación para encontrar una estrategia que pueda derrotarlo y finalmente la ejecución de la misma; pero aun así, también sabe darle un poco de aire fresco a la propuesta. En este caso, la historia comienza tras la aparición y conquista de la Tierra por parte de Godzilla, desencadenando en la huida de los humanos del planeta junto con otra raza procedente de otro sistema desconocido, para buscar hábitat en otro planeta libre de peligros. Sin embargo, tras más de 20 años en la deriva espacial sin resultado positivo, la desesperación les lleva a jugárselo todo a una última carta, volver a su planeta y derrotar a Godzilla.
Desde el comienzo ya vemos la situación en la que se encuentra la humanidad, totalmente derrotados, despojados de su orgullo y fe, muchos de ellos acudiendo al suicidio como única salida. Pero un brote de esperanza, impulsado por el protagonista, les llevará a intentar aquello que no pudieron conseguir años atrás. Comenzando aquí el proceso de investigación, esta vez no recayendo solo en el kaiju, si no en la propia Tierra, un paisaje desconocido para todos, ya que han pasado 20 mil años en ella desde la conquista de Godzilla. Quizás la parte que suele disgustar más en muchos de los filmes del monstruo es el proceso de estrategia, sobrecargado de diálogos en muchas ocasiones, pero aquí, con la novedad de la investigación del propio entorno, fue un gran entretenimiento que me recordó a muchas obras espaciales llegando a planetas desconocidos. La realización de la estrategia culmina con un enfrentamiento final espectacular, con la animación como mayor culpable de ello.
No soy el mayor devoto del uso de CGI en anime, no suelo conectar bien cuando la animación 3D viene de una obra japonesa, pero si hay un estudio que es la excepción, es el encargado de Godzilla: El planeta de los monstruos, Polygon Pictures. Conocido por Ajin, Knights of Sidonia o la reciente Blame! de Netflix. Cada obra va depurando su animación y se nota, sobre todo en batallas donde es espectacular el despliegue técnico que alcanzan.
Como mayor punto negativo tenemos algo muy común en las películas de Godzilla: sus personajes. Siempre suele haber un gran número de ellos, pero no dejan de ser meras herramientas casi sin personalidad, y aunque aquí tenemos un protagonista claro, su carácter no acaba de convencer, y conociendo el origen del monstruo, sus actos en muchas ocasiones tampoco. También se echa de menos más profundidad en el argumento, aunque se palia con diversión, siempre se agradece la crítica política característica en las mejores obras de Godzilla, que aquí no son más que simples pinceladas.
En conclusión, para todos los fans del conocido kaiju y aquellos que quieran pasar un buen rato con un filme de acción y ciencia ficción, Godzilla: El planeta de los monstruos es una gran opción, fácil acceso a ella a través de Netflix -en Japón lleva desde el 17 de noviembre del año pasado- y con una secuela lista para mayo de este mismo año, será una trilogía y en su segunda parte tenemos prometida la aparición de Mechagodzilla, impaciente estoy.
PD: Recordad tras el final que hay escena postcréditos.