Netflix sigue apostando fuerte por la animación. Tras la genial Los Mitchell contra las máquinas llega el turno de El Dragón de los Deseos, una cinta más clásica y con mucho aroma oriental
La animación occidental de ambientación asiática está más que de moda. Abominable, Más allá de la luna o la reciente Raya y el último Dragón tienen su inspiración en China y demás regiones asiáticas. A estos recientes estrenos se le añade hoy El Dragón y los Deseos.



El dragón de los Deseos se trata de una coproducción entre Columbia y Sony Pictures con el estudio de animación chino Base-FX. También está producida por Jackie Chan, quien da voz a uno de los personajes secundarios de la película. Ésta cuenta con una animación y efectos notables que no tienen nada que envidiar a los grandes estudios hollywoodienses. De hecho podría pasar en muchos momentos por un filme de estos.
La historia cuenta la amistad entre dos niños Din y Lina, quienes se separaron en su infancia por la mudanza de la segunda debido al trabajo de su padre. Años después Din quiere recuperar la relación con su vieja amiga pero la diferencia de clases entre ellos será un obstáculo. Hasta que se topa con una vieja tetera china con un dragon en su interior, Long, el cual le proporcionará tres deseos a su elección. Es entonces cuando ambos iniciarán una aventura que les llevará a conocerse mejor y a entender lo realmente importante en la vida.
Aunque es una cinta dirigida especialmente a los más pequeños, incluye momentos y humor que también disfrutarán los mayores. Persecuciones, kung fu, dragones, dumplings, festivales y cometas… tenemos todos los ingredientes para una divertida aventura china.



Crítica de Más allá de la Luna
Como punto negativo tenemos a los protagonistas cuyo diseño y personalidad resultan algo simples y tópicos. Sin embargo, el dragón Long resulta bastante carismático y gamberro, gracias también a la voz de John Cho, a quien veremos pronto en otro proyecto de Netflix, la adaptación de Cowboy Bebop. Al final se trata de una reinvención del clásico de Aladino y la lámpara maravillosa adaptado a los tiempos que corren. En este caso sustituyendo las mil y una noches por la mitología china y al genio por un dragón chino.
La película trata temas como la felicidad y el dinero o la amistad y el amor de la familia. En la relación entre Long y Din nos ha recordado bastante a la de Big Hero 6, además del diseño de su protagonista y su ambientación urbana y asiática (esta vez China en lugar de la híbrida San Fransonkyo).



Y es en la ambientación donde el filme destaca con una representación animada muy atractiva de la China actual. Sus grandes rascacielos y la más puntera tecnología pero sin olvidar sus raíces en sus rincones más tradicionales, ofreciendo un contraste interesante.
Está claro que no estamos ante la película de animación del año, pero sirve para demostrar que la distancia entre Disney y el resto de estudios cada vez es más corta. Una pena que no haya sido estrenada en cines internacionalmente porque la taquilla en China no fue para nada mala. Si queréis una aventura ligerita para ver con los niños en familia, El Dragón de los Deseos es una buena opción para este caluroso finde.