TÍTULO ORIGINAL: Pacific Rim: Insurrección | AÑO: 2018 | DIRECCIÓN: Steven S. DeKnight | PRODUCCIÓN: Universal Studios Hom Entertainment / Double Dare You / Legendary Pictures / Perfect World Pictures | PAÍS: Estados Unidos | GUIÓN: Travis Beacham, Emily Carmichael, Kira Snyder, Guillermo del Toro, Steven S. DeKnight (Historia: T.S. Nowlin) | FOTOGRAFÍA: Daniel Mindel | MÚSICA: John Paesano | REPARTO: John Boyega, Scott Eastwood, Cailee Spaeny, Tian Jing, Adria Arjona, Levi Meaden, Charlie Day, Rinko Kikuchi | GÉNERO: Ciencia Ficción, Acción | DURACIÓN: 111 Minutos
Los gigantescos mechas vuelven a la carga en Pacific Rim: Insurrección. Esta secuela continúa la historia de la primera parte diez años después con una nueva generación de pilotos de Jaeger, perdiendo a Idris Elba y Charlie Hunnam pero apostando por un nuevo legado de la mano de John Boyega y Scott Eastwood, quienes se pondrán a los mandos de la nueva versión del Gipsy Danger, esta vez remodelado y rebautizado como Gipsy Avenger.
El género tokusatsu es uno de los más venerados y prolíficos en el país del sol naciente. Caracterizado por el uso de numerosos efectos especiales o la presencia de monstruos gigantes (género kaiju) o mechas (super sentai). Desde sus inicios a mediados del siglo XX, han sido muchas las producciones japonesas que han cruzado el charco y han sido adaptadas por la industria de entretenimiento norteamericana, desde el famoso Godzilla a los populares Power Rangers que triunfaron en televisión en los 90. El anime, por otra parte, ha sido el mayor exponente de los mechas con Mazinger Z, y al que han seguido a lo largo de los años títulos de culto como Evangelion, Gundam, Code Geass o Tengen Toppa Gurren Lagann.
Han pasado diez años desde el ataque de la brecha que casi acaba con el mundo, Jack Pentecost es el hijo del Mariscal Stacker Pentecost (Idris Elba), quien murió en el primer filme al sacrificarse por la humanidad. Jack, al contario que su padre, lleva una vida mucho más deshinibida e irresponsable que su progenitor y su hermana Mako. Sin embargo, cuando conoce a la joven novata Amara Namani (Cailee Spaeny) su destino volverá a estar ligado a los gigantes mecánicos y a la lucha y defensa del planeta Tierra contra la amenaza de los Kaijus y los precursores.
John Boyega, una de las jóvenes promesas encontradas gracias a la nueva trilogía de Star Wars, logra sacar provecho a su papel ofreciéndonos un personaje humano e imperfecto, pero el cual se ríe de sus defectos y con unos valores que le definirán como héroe. Gracias a él, la película consigue un tono más cómico que la anterior, con momentos bastante jocosos que encajan perfectamente con su carácter, sin resultar forzados o estúpidos. Por ello, Boyega alcanza un notable resultado con dicho protagonista, no como pasó con Finn en Los últimos Jedi, al que Rian Johnson maltrató relegando a un papel secundario alejado del que tuvo en El Despertar de la Fuerza.
El otro actor estrella es Scott Eastwood, como Nathan Lambert, el segundo piloto del Gypsy Avenger, cuyo papel pasa más desapercibido pero al que su carácter estirado y estricto le viene que ni pintado al hijo del reputado cineasta. Nate es el comandante de los Cuerpos de Defensa Pan Pacíficos, encargado de formar a los jóvenes cadetes del Shaterdome de Hong Kong que pilotarán los nuevos jaegers Mark-6.
Al reparto de Pacific Rim: Insurrección se une la novel Cailee Spaeny como la joven cadete Amara, y repiten de la primera entrega Rinko Kikuchi como Mako Mori, Charlie Day y Burn Gorman como el Dr. Newton Geizler y el Dr. Hermann Gottlieb, respectivamente. Dichos personajes dan coherencia al universo de la saga y enlazan con la primera cinta, así como el recuerdo del personaje de Idris Elba. Sin embargo, apenas queda rastro de Raleigh Becket, más allá de nombrarlo de refilón, quizás dejando la posibilidad de que Hunnam vuelva para una posible tercera entrega. También se quedan fuera de la cinta esta vez habituales invitados de Del Toro como Ron Perlman o Santiago Segura.
En cuanto a la mitología de la cinta, al remozado Gypsy Avenger se unen los nuevos jaegers Saber Athena, Guardian Bravo, Titan Redeemer, Valor Omega y Bracer Phoenix, pilotados por los jóvenes pilotos de la academia. Estos tendrán que hacer frente a un misterioso Jaeger renegado, el Obsidian Fury y a kaijus de categoría IV y V, incluyendo los rippers, un híbrido entre máquina y aliénigena resultante de la mezcla de un dron con cerebro kaiju. Mención especial al enemigo final de la película, el Mega-Kaiju, un monstruo final que deja a la altura del betún a Godzilla o cualquier criatura antes vista en la saga.
La mejor virtud de Pacific Rim: Insurrección son las impresionantes batallas, las cuales rinden a un gran nivel. La diversidad de mechas de esta entrega permite unas coreografías y luchas mucho más ágiles y espectaculares, aprovechando las nuevas armas de los jaegers, desde katanas dobles, látigos de energía o bolas de demolición. Todo ello magníficamente animado y digitalizado ganando en nitidez y vistosidad en las batallas a la luz del día de esta secuela, contrastando con el estilo oscuro y sucio que ofrecía la primera Pacific Rim en entornos lluviosos y nocturnos.
Si en la anterior entrega Hong Kong era el centro de la película, en esta las dos localizaciones estrella del filme son Sidney y sobre todo Tokyo. Esta última encantará a los fans del género tokusatsu, ver una batalla de este presupuesto y este calibre en la capital nipona es todo un placer visual, llevando a la realidad el sueño de muchos seguidores de mangas y animes como Evangelion, Gundam (atentos al guiño a esta) o Mazinger Z.
Recoge el testigo de Guillermo del Toro Steven DeKnight, un novato en la dirección, pero con un amplio historial en televisión habiendo sido guionista de series de culto como Buffy Cazavampiros, Angel o Smallville, o siendo el showrunner de la segunda temporada de la reciente Daredevil de Netflix. Para ser su primer filme, DeKnight se desenvuelve de maravilla en una gran superproducción.
John Paesano es el encargado de sustituir a Ramin Djawadi, al que acabamos de escuchar en la desastrosa Un pliegue en el tiempo. Paesano, quien ya estuvo a las órdenes de DeKnight con las segunda temporada de Daredevil, en esta ocasión cumple decentemente con su cometido, apostando por nuevos temas de corte épico y espectacular para las batallas entre Jaegers y Kaijus, así como otros temas que encajan en el estilo militar y bélico de la cinta.
Pacific Rim: Insurrección sacrifica la parte personal y de cine autor de Del Toro y se convierte en una película algo más comercial en la línea de Transformers ofreciéndonos un enfoque más luminoso y optimista que la anterior, incluyendo más humor y escenas que se adaptan a todos los públicos. Eso no es malo, cumple como cine de entretenimiento que es lo importante, pero decepcionará a los que busquen el estilo propio de la primera. Aunque ya no sea la película de culto del director de La Forma del Agua, sigue siendo un gran festival de tortas bien ejecutado, algo de lo que podrían aprender las últimas entregas de la saga de juguetes de Hasbro y Michael Bay.