TÍTULO ORIGINAL: THE SHAPE OF WATER (La Forma del Agua) | AÑO: 2017 | DIRECCIÓN: GUILLERMO DEL TORO| PRODUCCIÓN: BULL PRODUCTIONS, FOX SEARCHLIGHT | GUIÓN: GUILLERMO DEL TORO, VANESSA TAYLOR| FOTOGRAFÍA: DAN LAUSTSER| MÚSICA: ALEXANDER DESPLAT | REPARTO: SALLY HAWKING, OLIVIA SPENCER, MICHAEL SHANNON, RICHARD JENKINGS, DOUG JONES, TAYLOR SPREITLER, THOMAS MANN | GÉNERO: FANTÁSTICO, ROMÁNTICO | DURACIÓN: 119 MINUTOS.
Con La Forma Del Agua, Guillermo del Toro nos cuenta que nadie es más extraño que otro. Lo que pasa es que que unos raros han convencido a los demás de que los raros son los otros. Todas las sociedades deciden cuales son las rarezas y cuales no. Hasta tal punto que decimos que este año los Oscars han nominados en dirección a tres minorías. Un latino, una mujer y un negro. Sí. Una mujer… que son más de la población mundial y nuestra sociedad las considera minoría. Nada puede ilustrar mejor lo absurdo y arbitrarias que son las etiquetas por las que decidimos que el diferente es otro. Bueno, sí, otra: Hace cinco siglos, la sociedad no se separaba en hombres y mujeres, blancos y negros, heteros y homos, Madrid y Barça o cualquier otra chorrada similar. Las dos categorías para separar a la sociedad eran Cristiano viejo y Cristiano converso. Hoy nos suena a chino, así que imagina cómo se verá dentro de medio milenio todas nuestras simplezas. La forma del agua será vista como una película muy actual entonces (o no, porque habrán descubierto otras etiquetas para separar a la gente). Sea como sea, La Forma Del Agua cuenta lo mismo que Pieles, pero en bien hecha. Y eso que tiene lo mejor y lo peor de su director.
En el lado positivo, tiene el apabullante despliegue visual made in Del Toro. Estoy convencido de que Guillermo iba para Director de Arte y por alguna extraña razón terminó dirigiendo, porque el diseño de producción siempre es de lo más sobresaliente. En eso me recuerda a Tim Burton. La Forma Del Agua sería una película que podría haber dirigido tambien él. Pero el de verdad, el bueno. El Tim Burton de los 90. La partitura de Desplat podría haberla firmado Elfman y la primera escena del ser acuático parece salida de Batman. La Forma Del Agua es como si Burton hubiera escrito el guion de Eduardo Manostijeras mientras veía Liberad a Willy. Eso sí, sin tetas, que no me imagino a Tim Burton en pleno destape.
En el montón malo, tenemos una historia tirando a flojita. Ni compleja ni especialmente bien desarrollada pero que queda defendida por un lenguaje visual apabullante y unos diálogos muy ingeniosos. Pero el desarrollo de la historia, así como tal, es de primero de guion.
Pero el verdadero Talón de Aquiles de Guillermo del Toro son sus malos. Son demasiado malos, sin ninguna arista. Malos malísimos, porque sí. Sin una sola virtud. En serio, señor del Toro, como sé que me estás leyendo te voy a decir una cosa: Hasta Hitler sabía pintar (y nada mal) y era un amante de los perros. Si él tenía algo bonito, todos los malos lo tienen. Por eso, los antagonistas de tus películas nunca son recordados ni son personajes que sobreviven a la misma. Confías en el carisma de tus actores y en cómo estos construyan el personaje, pero sobre el guion son tan lineales, tan poco tridimensionales que siempre tenemos a un actor maravilloso en un papel que le queda corto.
«Tiene lo mejor y lo peor del director».
Sin embargo, la verdadera importancia de La Forma Del Agua es que no es una obra maestra. Ni siquiera es la mejor película de Del Toro (El laberinto del Fauno le quedó más redonda). Su relevancia reside en que sin ser una película que haga historia, ha arrasado en toda la temporada de premios. Empezando con el León de Oro en Venecia hasta sus trece nominaciones al Oscar. Hablo en serio. Sólo dos películas de género que hayan ganado el Oscar a mejor película y ambas son obras maestras indiscutibles, El Silencio De Los Corderos y El Retorno Del Rey. Y ya está. Todo lo que se aleje del drama y la comedia (sobretodo el drama) tiene que ser no ya una gran película. Qué digo gran, una cinta portentosa. No. Eso no es suficiente. Tienen que haberse convertido en referentes culturales desde el día de su estreno o si no nada de nada. ¿Que te parece que estoy exagerando? Pues mira la raquítica lista de películas de género nominadas al Oscar y atento al Dream Team: Mad Max Fury road, El exorcista, Tiburón, E. T., El sexto sentido, Avatar, En busca del arca perdida, La comunidad del anillo, Las dos torres y Star Wars. Hasta Gravity, que estrictamente hablando no es ciencia ficción, se la ha visto y valorado como tal y al final es lo que cuenta de cara a conseguir un premio. No voy a incluir la animación como un género porque me niego rotundamente, pero si añadimos La bella y la Bestia, Toy Story 3 y Up, la lista de obras maestras nos explota en la cara. Y aquí llega Guillermo del Toro con su Forma Del Agua. Una buena película, pero no especialmente memorable. Al menos, no como lo es cualquiera de la lista pero sí como otros títulos que han arrasado en galas y festivales sin el más mínimo problema (¿Alguien ha dicho Spotlight?)
Con La Forma del Agua, Guillermo del Toro le devuelve el favor al género por todo lo que el cine fantástico ha hecho por él (Y con la rumba de fondo, el torito encima de la televisión y el homenaje a Torrente, a nosotros ya nos ha ganado).
PD: Lo sé, no se me ha olvidado ni estoy escondiendo que Distrito 9 también se coló como Mejor Película. No voy a restarle méritos, pero llegó cuando se podían nominar hasta 10 películas. Que sí, que sigue siendo una hazaña, pero La Bella Y La Bestia y El Silencio De Los Corderos compitieron juntas cuando sólo dejaban cinco. También llegó con el aval de Peter Jackson, cuando todavía nos había hecho creer que sería uno de los grandes genios de la historia del cine. ¿Y quién iba a decirle que no a Peter Jackson?
PD2: Que no, que tampoco me he olvidado de que Déjame Salir está nominada esta año a Mejor Película. Lo que pasa es que todo lo que he dicho de La Forma Del Agua, vale para la cinta de Jordan Peele. Este ha sido el año donde el cine de género ha dado un paso de gigante.