Kingdom regresa a Netflix con su segunda temporada, con más zombies, más acción y más sangre
Si ya veníamos de una primera temporada bastante correcta a nivel serial, y muy por encima de los estándares que ha dado este formato a la mitología de los zombies, esta segunda temporada de Kingdom hace lo propio y eleva exponencialmente lo ofrecido anteriormente.
Sin la necesidad formal de presentar personajes ni expandir el mundo ya construido, retoma las riendas de la historia en el punto donde lo dejase su temporada predecesora, llena de incertidumbres acerca del entramado político y de las criaturas hambrientas de carne humana. Estas dudas se irán resolviendo a lo largo de los 6 capítulos que contiene esta temporada, al igual que la primera, y que serán más que suficientes para ratificar que una buena historia no requiere ni de 10 ni de 20 capítulos por temporada si sabes exactamente lo que quieres contar y cómo lo quieres hacer, evadiendo situaciones absurdas e innecesarias.
Este cariz más resolutivo que adopta Kingdom, servirá para ir cerrando tramas en pos de una continuación coherente y medida, edificando principalmente el entretenimiento ofertado en una mayor cantidad de zombies y en una supervivencia más acuciada, que dejarán casi en segundo plano el carácter dramático-político de la serie. No sin entrelazar estos dos pilares en una simbiosis perfecta.
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La carga narrativa pasa principalmente por las dosis de acción que plagarán tres cuartas partes de esta temporada, justificándose en la creación de tensión para mantener al espectador pegado a la pantalla capítulo tras capítulo. Dicha acción, bien ligada a la historia demandante de más dosis de supervivencia y riesgo, evita diluir el hilo argumental sobre la que se construye, y así mismo, consigue mantener el alma sin caer en lo vacuo. Algo muy plausible en las series de este tipo.
Pero esto no es su único punto fuerte, sino que a nivel visual sigue demostrando el mismo poderío que venía exhibiendo, con un diseño de producción que permite un acercamiento a la Corea feudal de la dinastía Joseon perfecto, logrando una experiencia más inmersiva y con una caracterización y escenificación muy lograda, para el deleite de los más exquisitos.
No me gustaría dejar estas líneas sin remarcar el nuevo sendero al que probablemente se irá enfocando Kingdom, puesto que esta segunda temporada queda abierta, como así hace indicar su enigmáticas escena final. Y dado al cierre de diversas tramas y al requerimiento de apertura de nuevas, todo hace indicar que se abandonarán temas centrales que han predominado en las anteriores temporadas para dar paso a otros más frescos, y por qué no, más intensos. Así que esperaremos ansiosos por la llegada de esta tercera temporada a Netflix.