Cowboy de Asfalto o Concrete Cowboy se estrena en Netflix este fin de semana. Un drama paterno filial que nos mete de lleno en la realidad de un barrio marginal de Filadelfia dominado por la narcocultura y los pandilleros.
Cowboy de Asfalto nos cuenta la vuelta de Cole (Caleb McLaughlin), a su antiguo barrio, donde vivirá con su padre Harp (Idris Elba). La madre de Cole decide enviarle allí, ya que tiene muchos problemas de comportamiento y ella siente que no puede hacerse con él. Harp, que convive con un caballo en su vivienda, es un hombre rudo, que trabaja duro en unos establos ubicados en mitad del barrio.
La película incurre en muchos de los lugares comunes de este tipo de historias. Muchacho rebelde, que no vale para mucho, empieza a tener malas compañías y a tontear con pandillas y narcotráfico. Negocio que ayuda a la gente del barrio, pero al que parece le queda poco tiempo de vida debido a algún problema burocrático y/o económico. En esta ocasión, presionan a los propietarios para vender los terrenos. El ya clásico barco de Chanquete a expropiar.
El relato de Cowboy de Asfalto se asienta en bases reales. Los establos de la calle Fletcher existen en la realidad, o al menos, existían hasta hace poco. Incluso muchos de los actores de la película interpretan sus propios personajes de la vida real. El Fletcher Street Urban Riding Club (Club de equitación urbana de Fletcher Street) es una organización sin ánimo de lucro de Filadelfia que fomentan las actividades ecuestres y sirven de alternativa para muchos jóvenes de la comunidad a tener un futuro abocado a la delincuencia.
La película se sigue con relativa facilidad y la narración no se hace pesada. El problema que tiene es que no arriesga, no tiene momentos que despunten realmente en la historia. Es bastante plana, lo que hace que ni siquiera los momentos supuestamente más emotivos funcionen como debieran, y eso que las interpretaciones de la pareja protagonista, padre e hijo, están bastante bien ejecutadas, así como la del rapero Method Man, quien hace tiempo parece ser ya más actor que músico. Mención especial en este apartado a Idris Elba, que también está acreditado como productor del film. Dato para quien no haya caído… Caleb McLaughlin, el actor que hace de hijo, es el niño negro de la pandilla de Stranger Things, que ha pegado un buen estirón.
Me ha dado la sensación de ser una película hecha a trozos, con retales de aquí y de allá, sin un desarrollo pleno de ninguna de ellas. Por una parte, la más evidente, es un drama iniciático de una relación entre un padre y un hijo que hemos visto mil veces anteriormente. Por otro lado, tiene tintes de atípico western urbano, aunque se queda a mitad de camino en lo que pudiera ofrecer en este aspecto. Por último es un film social en el que se denuncia la escasez de metas o propósitos de buena parte de la comunidad afroamericana de los Estados Unidos y que también busca dar a conocer un fragmento de su historia que dicen ha sido silenciada, la cultura de los cowboys negros.
Así pues, esta Cowboy de Asfalto, es una película que se ve con relativo interés y que nos muestra cosas de las que no teníamos mucho conocimiento, pero que no creo le vaya a cambiar la vida a nadie.