Aquaman, última propuesta de DC llega a los cines, y lo hace como un tornado, destruye tus ideas preconcebidas de anteriores películas, sin embargo disfraza los errores del pasado con una mejor acción y el CGI del año.
Warner necesitaba de forma urgente un producto que por fin fuese el éxito de taquilla y crítica que anhelaban, pero el espectador harto de ver como una tras otra defraudaban, no era optimista y únicamente había un halo de esperanza al saber que detrás de la cámara se encontraba James Wan. Aquaman es la sexta película del universo compartido de DC, después de varios films mediocres donde solo Wonder Woman daba la talla.
Nos encontramos a Wan frente una película donde un fallo más, podía arruinar la franquicia irremediablemente, pero no es así, Aquaman es un espectáculo y tiene lo mejor del año visualmente… Pero también se embriaga de lo peor.
James Wan ya nos sentó cátedra en como hacer escenas de acción distintas, memorables y grandilocuentes con Fast and the Furious 6; venía del terror donde se había consagrado como uno de los directores que sin llegar a la excelencia, si que había obtenido tanto la aprobación de público, como de la crítica.
Por todo ello la confianza en él era más que evidente, no cabía duda que respecto a la acción no iba a defraudar, pero es que aquí en Aquaman, da un golpe en la mesa y nos grita un «Vais a contemplar lo mejor que se ha hecho en acción de lo que llevamos de década con el permiso de Mad Max Fury Road«.
Pero centrándonos en Aquaman. De nuevo encontramos una propuesta 0% innovadora, ya que se trata de una película de orígenes. Nos muestra el cómo y porqué del nacimiento de Arthur en los 10 minutos iniciales, y su juventud mediante flashbacks durante el resto del metraje. El monomito una vez más está presente y el viaje del héroe se presenta para llegar al culmen final. Todo como prácticamente el 99% de películas de superhéroes, y a ojos de este buen samaritano es donde se encuentran la mayor parte de fallos.
Argumento
Thomas Curry es un farero, que estando en sus labores, un día de tormenta encuentra a una mujer herida entre las rocas, esa mujer es Atlanna princesa de Atlantis. Él la ayudará, sanará y empezará un historia de amor que culminará con el nacimiento de Arthur. Atlanna se ve obligada a abandonar a su familia y regresar a Atlantis confiándole su secreto a su consejero Nuidis Vulko, quien será mentor de Arthur los años venideros.
Un año después de la invasión de Steppenwolf, Arthur, ya adulto, se enfrenta a un grupo de piratas que intentan secuestrar un submarino nuclear. Su líder, Jesse Kane, muere durante la confrontación tratando de matar al héroe, disparándole una bala al pecho, que logra derribarlo pero sin matarlo, mientras su hijo, David Kane (Black Manta), jura matar a Arthur.
Mientras tanto, Orm el hermano por parte de madre de Arthur (Aquaman) y rey de Atlantis, planea junto a David Kane un ataque a los atlantes para inculpar a los humanos y así proclamar una guerra a los terrestres y así conquistarlos. La prometida de Orm (Mera) no está dispuesta a que esa guerra empiece y busca a Arthur para que consiga el tridente de Atlan y pueda proclamarse rey.
Reparto


La mayor atracción de este parque temático submarino es ver al siempre imponente Jason Momoa, con su ya adherida apariencia de bestia y cuerpo escultural. Momoa hace las delicias de féminas y muchachos que ven representado el poderío físico de un superhéroe; pero… Actoralmente hablando no es un actor con demasiados registros y su expresividad es a veces carente de emoción. Palía sin embargo las carencias esgrimidas, con una calidad innata para dar golpes y cabriolas como puro wrestler de la WWE.
En el papel de Mera encontramos a Amberd Heard y nos muestra que su hermosura no está reñida con su fiereza. Se ciñe al papel perfectamente aunque la química entre los dos personajes principales no llegue a cuajar del todo.
El resto del reparto lo forman Yahya Abdul-Mateen II como Black Manta la némesis de Aquaman, Patrick Wilson como Orm, el villano del film con una más que correcta actuación. Dolf Lunger en el papel de padre de Mera y William Dafoe como mentor de Arthur, quien hace gala de su expresividad mostrando el estupor de lo que sucede a su al rededor haciendo un guiño al espectador por la majestuosidad de lo visual pero de lo absurdo de algunas situaciones. Mención para Nicole Kidman que desborda belleza en cada plano, a la que nos morimos por ver en Destroyer.
Aspectos técnicos
Sin duda alguna estamos ante la mejor película del año en cuanto a CGI y acción se refiere. Aquaman es una vorágine de efectos que abruma con la calidad de los mismos, un compendio de las mejores técnicas en infografía vistas hasta ahora. El imaginario es esplendido, mostrándonos un océano rico en colorido, animales fantásticos (de dinosaurios hasta Kaijus, pasando por megalodones) y una Atlantis original y viva, donde cada milímetro está cuidado al máximo.
Repaso a la taquilla: ¿llegará Aquaman a los 1000 millones?
Aquaman es un placer visual, hasta el rejuvenecimiento de William Dafoe se siente natural y nada impostado. ¡Parece mentira que haya costado 200.000.000$ cuando Batman vs Superman costó 250.000.000$!. Prácticamente en toda la película hay efectos visuales y es que entre estas dos no hay comparación posible, están a años luz en lo que a CGI se refiere, y en escenas de acción a eones. El espectador saldrá con la sensación de haber visto el mayor espectáculo de fuegos artificiales hasta la fecha.
Un envoltorio preciosista pero vacío por dentro
Y es que Aquaman es un fiel reflejo de la sociedad americana: capaces de dar el mayor show posible pero con un fondo vacío. Es como ver la belleza y majestuosidad de un fenómeno de la naturaleza, un tornado; sabes que es un gran desastre pero no puedes apartar la vista.
Y es que empezando por el vestuario, con esas armaduras atlantes horteras y poco creíbles, hasta la decisión de poner un pulpo percusionista… Son detalles, a los que no le darías mayor importancia por separado, pero que al sumarse uno tras otro, no se sostienen.
La narrativa es como una versión de Shakespeare en la WWE: diálogos anodinos, humor fácil (el momento selfie de tipos duros es simplemente lastimoso) que salvo un gag sobre micción, provocan hasta vergüenza ajena. Todo ello sazonado con tópicos, clichés y situaciones que pasan de lo increíble, y es que aunque estemos ante una película de superhéroes y fantasía hay cosas a tener en cuenta. Una persona normal a la que le cae una piedra de una tonelada en las piernas, cuando se libera no puede salir corriendo como si nada hubiese pasado, cosa que aquí efectivamente sucede.
Conclusión
Aquaman es una buena película de entretenimiento. Un filme correcto de aventuras que hará las delicias de los que consigan una total suspensión de la incredulidad y se dejen llevar por lo visual y las inmensas escenas con las mejores coreografías de combate y los mejores efectos visuales.
Si por el contrario no consigues desconectar de las situaciones absurdas que se dan, los diálogos que apenas suman, la historia simple y ya machacada, un humor facilón y los estereotipos de este tipo de películas… Te parecerá lo que a mí: una bonita caja ornamentada de filigranas, pero cuyo interior solo alberga humo..
Si eres de los que se fija en el físico, si el exterior te interesa más que el fondo: esta es tu película. Lo que pretende lo cumple, pero vista una vista todas. Señores directores y guionistas, por favor, para que el producto sea redondo, cuiden el fondo, no queremos más espectáculos sin alma.