The Fight to the Death es el séptimo y penúltimo capítulo de La Materia Oscura. La ficción de HBO está cuajando una magnífica primera temporada en la que la obra de Phillip Pullman cobre vida de la mejor forma imaginable.
Con The Fight to the Death ya llevamos siete capítulos de los ocho prometidos para esta primera temporada de La Materia Oscura y empieza a resultar un poco repetitivo deshacerme en elogios una semana tras otra, pero lo cierto es que HBO ha hecho un trabajo fantástico adaptando este primer libro de la trilogía de Phillip Pullman.
A diferencia de episodios anteriores, este capítulo no comienza resolviendo el cliffhanger del anterior, y en cambio nos muestra a la señora Coulter (Ruth Wilson) contemplando las ruinas de Bolvangar. Tras una explosión de ira y una escena intensísima, finalmente podemos ver a Lyra despertándose en un acantilado, rodeada de nieve y rocas. Entonces, un oso acorazado la encuentra.
A partir de aquí no contaré nada más para evitar los spoilers, pero estamos en uno de los episodios más épicos de esta primera novela, y uno de los más importantes a la hora de reflejar el ingenio y la personalidad de Lyra. Este es el episodio en el que se gana su sobrenombre “Lengua De Plata” y en el que el destino de los personajes parece demasiado lejos de resolverse como para estar tan cercanos al final de la serie.
El episodio también tiene espacio para continuar avanzando en el arco de Will Parry, que se precipita hacia un insospechado avance. El destino, algo que Serafina Pekkala parece conocer bien, parece inexorable y cada uno de los personajes tendrá un rol crucial en el devenir de los acontecimientos.
Iorek Byrnison, Lee Scorsby o Lord Asriel son algunos de los personajes que podemos ver en un episodio visualmente impactante y que posiblemente haya sido de los más exigentes a nivel técnico en lo que llevamos de serie. The Fight to the Death no termina en un cliffhanger, porque no lo necesita: hay suficente tensión y expectación ante la inminente resolución de la temporada.
No obstante, en el balance negativo del episodio cabe destacar que, quizás, es uno de los más apresurados, queriendo comprimir demasiada información y eventos en poco espacio. Eso hace que la narrativa decaiga ligeramente en comparación con capítulos anteriores, a pesar de que el cómputo global sigue siendo fantástico.