«Previusly on Gotham«… hace ya unos cuantos meses que dejámos de escuchar esta canturela, y lo cierto es que ya comenzábamos a echar de menos a la serie basada en el hogar del joven Bruce Wayne.
Me dispongo a hacer una pequeña recapitulación semana a semana de una de las series más polarizadas dentro del universo de DC cómics: Gotham. O la amas o la odias ¿De que lado estás?
Pero antes que nada dejarme repasar donde nos quedamos en la tercera temporada. El último capítulo nos centraba las bases de lo que podía ser un protobatman, cosa que ya se ha confirmado que veremos en esta tanda de episodios, así como una Selina más adulta.
La sinopsis rezaba lo siguiente, acerca del doble capítulo con el que se daba por finalizada la serie, pues tuvo una renovación tardía:
«Con el mortal virus propagándose por toda la ciudad, la búsqueda del antídoto continúa, mientras Fish Mooney, Enigma y el Pingüino revelan sus propios planes. Bruce conoce a Ra’s Al Ghul y completa su última tarea para cumplir su destino, pero se da cuenta que no puede dejar de lado su pasado. Mientras tanto, Gordon intenta recuperar a Lee, y las alianzas pasadas en Gotham City se rompen mientras nuevas alianzas se forman en el especial de dos horas»
Así que una vez sentadas las bases, y cual youtuber fervorosa dejadme entonar un ¡empecemos!
Este primer episodio de Gotham empieza tal y donde lo dejamos hace 3 meses. Bruce busca su propio destino, pasamontañas en mano cuando unos malhechores entran en acción. La serie empieza fuerte, con una escena tan sensiblera como trepidante. Vemos a una pareja siendo atracada a punta de pistola que recuerda a la noche en que los Wayne fueron asesinados, sin embargo también vemos que el «entrenamiento» al que la Corte sometió al joven Bruce ha dado sus frutos.
Así es como nuestro protagonista descubre que el vandalismo y la delincuencia se están regularizando con la expedición de unas autorizaciones ¿Quién estará tras estos papeles?
Cambio de tercio. Una celebración de boda, y al más puro estilo western unos «forajidos» reclaman dinero, joyas, y billeteras. Parce que esa boda ya tiene a su bandido, y aparece por sorpresa Victor Zsasz. Es así como descubrimos que tras las autorizaciones se esconde la firma del Pingüino, y que Victor trabaja para él. Estos villanos sin autorización no estñan dispuestos a dividir el botín con «el freak», como ellos le llaman; así que la contienda está servida. Victor y su infalible puntería dejan una amenaza en forma de mutilación dactilar, éstos se marchan, pero la calma dura poco en este enlace, porque aparecen otros pistoleros, esta vez con licencia para saquear.
Reunión entre el alcalde actual y el Pingüino. De esta forma confirman las intenciones de sindicalizar el crimen de Oswald Cobblepot. El ayuntamiento habría accedido a contratar los servicios de Oswald y ahora el susodicho quiere cobrárselos. En esta escena podemos observar a un Pingüino tan astuto como siempre, y que debido a la anticipación de sus actos, consigue su objetivo. Nota: para ser villano en Gotham tienes que tener un club nocturno…
Problema, Gordon sigue trabajando para el GCPD y no va a hacer la vista gorda por muy legal que sea esta autorización.
Harvey será la pieza enlace entre el Sr. Cobblepot y Gordon. El antiguo alcalde sabe que Jimbo tiene una moral inquebrantable, y le preocupa que no cumpla los acuerdos establecidos, mientras que Harvey y su pragmatismo junto con su avaricia harán los restos, o eso parece.
En la mansión de los Wayne también hay puntos de vista enfrentados. Bruce quiere frenar al que podemos considerar nuevo capo de la mafia en la ciudad, mientras que Alfred no ve la necesidad de desviarse del objetivo principal: detener a Ra’s al Ghul cuando regrese a la ciudad. Bruce se siente responsable por la liberación del virus, así que podemos intuir sin miedo a equivocarnos que el sentimiento de culpa atormentará al joven durante toda la temporada, y será un punto recurrente.
Arkham sigue siendo una casa de locos, una que no elige jamás bien a sus dirigentes… mmm cualquier parecido con la realidad es involuntario… Unos delincuentes negocian con el director la compra de uno de los reclusos. Se trata del hijo de Crane, Jonnathan, a quien esperan utilizar para desmontar los planes del Cobblepot. Así es como nos presentan al Espantapájaros.
El joven será utlizado para crear más suero del que en su día inventase su padre. Lo que no saben es de su pequeño problema…
Así pues, los ladrones de bodas que veíamos al inicio, cumple la amenaza que le prometieran a Zsarz, y fumigadora en mano rociarán con la sustancia a todos los presentes en los lugares de sus fechorías. ¿Así quien va a acordarse de la licencia?
Gordon, que siempre es el más espabilado de todo el GCPD, enseguida ata cabos y se acuerda del virus de Crane. Así que él y Hervey se van de excursión a Arkahm donde el director intenta encubrir la falta de Jonnatahn, sin embargo el miedo no es solo efectivo en formato inyectable y las amenazas también surgen efecto.
Así es como obtienen un nombre, y son víctimas en la detención más idiota de la historia. La parte buena es que estos bandidos parecen tener un código, quizás por ahí puedan rascar.
¡Qué ganas tenía de ver a Selina! El personaje se marca una de las mejores escenas de lucha que hemos visto hasta la fecha en Gotham. Parece que Tabitha la tiene en modo entrenamiento.
Victor les hace una visita a las dos féminas. Oswald quiere enterrar el hacha de guerra. Tabitha no está dispuesta a trabajar para él, pero Selina parece que tiene sus dudas.
La inaguración del nuevo club del Pingüino sirve como marco para que los periodistas le pregunten acerca del las licencias de delincuencia que se rumorea él expide. El ahora empresario, no lo niega y es así como nos dan el título del episodio. Cobblepot se compara en su humildad a la pax romana, establecida por César Augusto. ¡Claro que sí!
Y es en esta escena donde descubrimos el paradero de Edward, que no pasará calor, ni está muy escondido.
Gracias a una conversación previa entre Bruce y Gordon, el joven le da un plan para cazar a la banda del gas y desenmascarar la trama de Oswald.
La policía aprovechará la amenaza del dueño del Iceberg Lounge, para atraer a la banda y así cazarles antes de que puedan hacer daño a más gente.
La inauguración del club, es toda una fuente de revelaciones. Por un lado Bruce consigue el nombre del hombre que maneja las listas de las licencias, se produce el encuentro entre el joven y Selina que aparece para presentarse ante Oswald, aparentemente sola, para que al final se le sume Tabitha y veamos lo dividido que está el departamento de policía.
Entre Bruce y Evy ponen la fiesta on fire. Los delincuentes apresados por el pingüino se zafan de sus garras y esparcen el gas. Así descubrimos que el mayor miedo del susodicho es Enigma.
El alter ego de Bruce no pierde el tiempo y se hace con la lista. Pero no olvidemos que todavía está en prácticas y la lía parda.
El final del episodio nos presenta al Espantapájaros en todo su esplendor. Jonnnathan ha abrazado su miedo y se ha convertido en este mismo.
Lo mejor: Un primer episodio que cumple con lo que se prometió en las informaciones previas, mucha más oscuridad y un ritmo trepidante.
Lo peor: me ha parecido más de lo mismo.