De nuevo el viaje llegó a su fin por este año. El pasado jueves asistimos al preestreno del décimo y último episodio de la segunda temporada de Westworld, contando con sus dos principales responsables, Jonathan Nolan y Lisa Joy, los cuales nos hablaron del proceso de creación de la segunda temporada, los easter eggs, la filosofía de la serie, siempre dejándonos los dientes largos sin confirmarnos nada.
Como ya pasara con su primera temporada, esta segunda etapa comenzó de manera pausada y revelando incógnitas con cuentagotas, pero el tren de Westworld cogió velocidad en su recta final, con episodios muy interesantes centrados en personajes de la serie fundamentales como William, o en otros más desconocidos como Akechete.
Como buena serie de ciencia ficción que se precie, Westworld plantea multitud de temas y reflexiones acerca del libre albedrío, la conciencia humana o la inmortalidad. El espectador no se puede relajar en ningún momento debido a la gran cantidad de detalles visuales o en los diálogos. En este décimo episodio se resuelven las líneas temporales y se unen las piezas del puzzle, pudiendo entender mucho mejor la trama de esta segunda temporada.
Este episodio 10 se vive como si del final de la serie se tratara, gracias a una producción y puesta en escena espectacular en la que se pone toda la carne en el asador para ofrecernos un capítulo que no dejará indiferente a nadie, algo tramposo y ambiguo en algunos puntos, pero bastante arriesgado y satisfactorio en otros.
Los planos y paisajes adquieren una nueva dimensión que pocas veces visto en producciones de televisión. La música de Dwajadi aporta más que nunca, logrando una emotividad y tensión que encajan a la perfección en esta épica conclusión. En el plano actoral, destaca del soberbio reparto Jeffrey Wright, con su personaje Bernard, quien asume el protagonismo con un papel muy cuidado y complejo.
Se cierran tramas y una etapa, pero se abre otro mundo y posibilidades totalmente nuevas, un nuevo statu quo para la serie, muy interesante si lo llevan por buen camino. La inmortalidad de Westworld está más vigente que nunca, disfrutemos por ella y por los años venideros.
Viaje a Westworld: Episodio #0 Presentación – Escuadrón Seriéfilo